Cuida tus oídos

El oído es el sentido que permite escuchar lo que sucede en el entorno, a través de sus tres porciones principales: externo, conformado por oreja, pabellón auricular y canal auditivo; separado por una membrana timpánica del oído medio, este último contiene a los huesecillos (osículos) encargados de transmitir las vibraciones de sonido; e interno, con el caracol que procesa las señales para enviarlas al cerebro por medio del nervio auditivo hasta el lóbulo temporal.

Sin embargo, cuando se presentan alteraciones en cualquiera de estas partes pueden desencadenarse pérdidas en la audición, por lo que la identificación temprana de las causas se vuelve indispensable. Entre las tres etiologías más comunes se encuentran la edad avanzada, exposición a sonidos intensos y genéticas, donde la segunda representa una causa prevenible, explica el doctor Alfredo Vega Alarcón, miembro del Subcomité Académico de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Para clasificar los niveles de pérdida auditiva la American Academy of Otolaryngology-Head and Neck Surgery establece diferentes grados, siendo el 1 (clase A), equivalente a un oído sano, el cual capta adecuadamente los diferentes tonos a 20 decibeles (dB); 2 (clase B), con una audición funcional que escucha hasta los 50 dB; 3 (clase C), presentando una pérdida auditiva importante, al requerir más de 50 dB para percibir el sonido, y finalmente el 4 (clase D), donde la persona ya no es capaz de percibir ningún tipo de sonido, es decir, es el correspondiente a la sordera.

Para su diagnóstico, además de la clínica, los médicos se valen de estudios especializados como la audiometría, emisiones otoacústicas y potenciales evocados.

El último domingo de septiembre se conmemora el Día Internacional de las Personas Sordas. Más de 400 millones de personas en todo el mundo padecen de pérdida de audición discapacitante.

Entre las medidas preventivas se encuentra la disminución de los factores de riesgo, tales como la disminución de la exposición a ruidos intensos, uso de protección auditiva, evitar la automedicación al existir antibióticos que a largo plazo pueden afectar al oído, entre otras.

“Se sugiere la revisión anual auditiva para personas que padecen algún tipo de afectación en la audición, a fin de actuar de manera oportuna”, indicó el doctor Vega Alarcón.

Mariluz Morales