“Actualmente, nos enfrentamos al mayor desafío de la historia reciente de la humanidad, pues todos los días aprendemos algo nuevo sobre la COVID-19, pero también generamos muchas preguntas que aún no tienen respuesta. En México, contamos con un sistema de salud que ha sido fragmentado y desarticulado, por lo que cada institución ha tenido diferentes resultados en esta lucha”, consideró el doctor Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina de la UNAM.
De acuerdo con la evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el país se encuentra por debajo de sus parámetros e indicadores, es decir, que no se cumplen con los estándares esperados. Pero a pesar de ello y con un esfuerzo grande, el sistema de salud, en un día normal, antes de la contingencia, se consideraba funcional, pues atendía a un millón de pacientes.
“La situación en la que estamos se puede denominar entonces como la tormenta perfecta, ya que se han mostrado las fortalezas y debilidades de nuestro sistema sanitario, pues esta situación no sólo incluye a las personas que requieren atención por COVID-19, sino también al paciente común que necesita atención médica, y en el panorama actual se ha vuelto un problema dar un seguimiento adecuado”, mencionó el director de la Facultad durante su participación en el Seminario Webinar COVID-19: Salud, Economía y Ciencia.
A su vez, otra de las grandes preguntas que se tienen es si México cuenta con los recursos humanos necesarios para abastecer las necesidades de salud y si cuenta con los médicos generales suficientes. “El problema está en que no son contratados, por lo que la atención se vuelve deficiente, pues de acuerdo con las estadísticas hay un médico por cada 350 habitantes y lo mismo sucede con las enfermeras y enfermeros.
“Es importante, además del número de recursos humanos, contemplar la distribución de éstos, pues a pesar de tener especialistas, a veces se ubican en determinadas zonas; ejemplo de ello fue la epidemia de la influenza AH1N1, donde en varios estados no se contaba con algún neumólogo. Asimismo y de igual interés que la localización, es el darnos cuenta que necesitamos formar más especialistas en esta área y afines”, agregó el doctor Germán Fajardo.
Cabe resaltar el gran esfuerzo que se hace en la máxima casa de estudios, ya que a través de la Facultad y en conjunto con otras asociaciones y empresas privadas, buscan cuidar al personal de salud, con transporte, equipo de protección, hospedaje y agua potable. “Sólo juntos podremos salir adelante, y por ello la importancia de cuidar a nuestros prestadores de servicios de salud, pues debemos de mantenerlos sanos”, concluyó el director de la Facultad de Medicina.
Por su parte, el doctor Luis de la Calle, director general de De la Calle, Madrazo y Mancera, SC, mencionó que no se puede separar el problema sanitario del económico y ambos se deben trabajar a la par, para poder enfrentar la situación, pues el panorama de caída en la economía no se inició con la llegada de la COVID-19, sino que esto ya venía desde el primer trimestre del 2020.
“En el mercado de los Estados Unidos de América se ve la participación de México muy por encima de China, por lo que si se sabe aprovechar será una gran oportunidad para que el país se recupere más rápido de esta crisis, pero antes se debe lograr comprobar que la producción de manufactura que se realiza aquí no es un riesgo para contraer COVID-19; si no se puede asegurar, será difícil. De igual manera, será importante que las empresas generen medidas de seguridad, pues debemos aprender a vivir con este virus, ya que hasta el día de hoy no hay vacunas o medicamento específico”, afirmó el doctor Luis de la Calle.
Diana Karen Puebla