Con la muerte de Luis XVI se dio fin al antiguo régimen y así inició un nuevo periodo para la historia moderna y de Francia, y se reveló el poder fundamental que tuvo el arte en la Revolución francesa, afirmó la maestra Nuria Galland Camacho, coordinadora de Servicios Pedagógicos y Contenidos Académicos del Palacio de la Escuela de Medicina.

La obra El juramento de los Horacios de Jacques-Louis David, expuesta años antes de que iniciara la Revolución francesa, sería el gran promotor de ésta a través de sus formas y mensaje, ya que se exhortaba al pueblo a levantarse en armas, esto a pesar de que la obra no presente algún tipo de violencia.

“A través de esta obra se empieza a sembrar la semilla en aquellos que ya no están contentos con el régimen y que promueven un cambio hacia la República, asimismo se exaltan los ideales republicanos. En esta obra hay un triunfo del patriotismo por encima de la felicidad individual”, indicó la maestra Galland Camacho en su Curso-taller de Historia del Arte, transmitido por Facebook Live de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Jacques-Louis David fue un pintor revolucionario, de gran influencia en el estilo neoclásico. Participó activamente de la revolución e incluso fue el encargado de diseñar la manera de vestirse de hombres y mujeres en el nuevo régimen. En su pintura La muerte de Sócrates se observa un calabozo en donde el filósofo griego se encuentra en una cama erguido dando su justificación de porqué ha decidido tomar la cicuta y no renunciar a sus ideales.   

 “En esta época del neoclásico se van a exaltar sólo los temas dignos de ser contados, aquellos que narren las grandes proezas de los personajes y que tengan una función ética y moral a través de su imagen”, mencionó la experta.

En la obra Los lictores llevan a Bruto los cuerpos de sus hijos se puede apreciar lo brutal que es la realidad y que el deber puede causar escenas realmente lastimosas, Bruto fue un gran defensor de la República y descubrió que sus propios hijos estaban conspirando contra ella y decide, pese al amor que les tenía, ejecutarlos para no ponerla en peligro: “Esos son los valores que se están exaltando y que se están sembrando en aquella población que está dispuesta a levantarse en armas y acabar con el antiguo régimen; se resaltan los temas de virtud, de sacrificio y fidelidad a los ideales”, explicó.

Jacques-Louis David también tuvo la oportunidad de elevar a mártir a un personaje de la revolución en la obra La muerte de Marat, quien era un revolucionario radical que tenía una publicación conocida como El amigo del pueblo, en donde daba a conocer las listas de posibles traidores de la revolución.

Napoleón cruzando los Alpes es una obra en la que representó a este personaje como un gran general llevando al ejército al triunfo, se le ve con un caballo en una versión triunfante, haciendo caso omiso de que Napoleón cruzo los Alpes en una mula, “es una elevación por medio del arte donde se busca la exaltación mítica, heroica y redentora de estos personajes”, concluyó la maestra Galland Camacho.

Janet Aguilar