Garantizar la seguridad y eficacia de una vacuna puede requerir décadas, pero en una pandemia, las fases se condensan y se trabaja con plataformas de vacunas; así, se hacen combinaciones de estudios de fase 1-2 o 2-3 y se inicia la producción. “La OMS reporta que existen 65 vacunas en desarrollo clínico, 173 en desarrollo preclínico y 15 en fase clínica tres”, señaló la doctora Rosa María Wong Chew, Jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Asimismo, la investigadora indicó que para el desarrollo de las vacunas contra COVID-19, se cuenta con diversos tipos de plataformas: virus inactivados, virus vivos atenuados, subunidades proteicas (como la proteína S), partículas tipo virus, vectores virales replicativos o no replicativos, y DNA o RNA. Para que una vacuna produzca una buena respuesta inmunológica, explicó que el agente administrado debe ser captado por las células dendríticas que presentarán estas partículas al sistema inmune, generando una respuesta inmunológica que producirá memoria celular y anticuerpos, así, cuando el virus entre al cuerpo, los linfocitos T destruirán a las células infectadas y los linfocitos B crearán anticuerpos para bloquearlo.
Durante el webinar “Vacunación y panorama de México ante la pandemia de COVID-19”, transmitido por Facebook Live de la Facultad, la doctora Wong Chew habló sobre las vacunas aprobadas para su uso de emergencia en la actualidad, recalcando que la vacuna BNT 162b de Pfizer/BioNTech usa una plataforma de RNA mensajero rodeado de nanopartículas de lípidos que, una vez dentro de la célula, se pega a un ribosoma y produce la proteína S, que dará la respuesta inmunológica para posteriormente degradarse; señaló que cuenta con una eficacia vacunal del 95 por ciento, se aplican dos dosis con intervalo de 21 días y su uso se ha aprobado en Reino Unido, Canadá, Estados Unidos (FDA), México (COFEPRIS) y por la Agencia de Medicamentos Europea (EMA). De la vacuna ARNm-1273 de Moderna, mencionó que usa una plataforma de RNA, cuenta con una eficacia vacunal del 94 por ciento, se aplican dos dosis con intervalo de 28 días y se ha aprobado su uso por la FDA de Estados Unidos y la EMA.
“La vacuna ChadOx nCov 2019 de AstraZeneca usa una plataforma de adenovirus de chimpancé, se aplican dos dosis con intervalo de 28 días, posee una eficacia vacunal del 62 al 90 por ciento y fue aprobada el 4 de enero en México por la COFEPRIS, India, Argentina, Reino Unido, El Salvador, Marruecos y República Dominicana. La vacuna Sputnik V del Instituto Gamaleya de Rusia usa una plataforma de adenovirus 5 y 26, se aplican dos dosis con intervalo de 28 días, cuenta con una eficacia vacunal del 95 por ciento y su uso ha sido aprobado en Rusia y Argentina. La vacuna de Sinopharm usa una plataforma de adenovirus 5, se aplican dos dosis, tiene una eficacia del 85 por ciento y ha sido aprobada en China y Arabia Saudita y, finalmente, la vacuna Covaxin de Bharat Biotech usa una plataforma de virus inactivado, se aplican dos dosis, no se tiene información a la fecha de su eficacia en estudios de fase tres y ha sido aprobada para su uso en India”, destacó la doctora Wong.
Respecto a la vacuna de Pfizer, la especialista explicó que cuenta con requisitos de almacenamiento y envío en redes de ultracongelación a -70ºC, cuando se va a aplicar debe dejarse a temperatura ambiente y reconstituirse, es decir, requiere de un medio líquido para su aplicación; una vez descongelada y reconstituida, se mantiene estable en refrigeración habitual hasta por cinco días, con una estabilidad a temperatura ambiente de únicamente dos horas y requiere dos dosis intramusculares en el músculo deltoides con 21 días de diferencia entre dosis. “Se reportaron efectos locales en el 83 por ciento en la primera dosis, 78 por ciento en la segunda dosis, menos del 1 por ciento reportó dolor severo y como eventos más frecuentes a la segunda dosis se ha reportado fatiga, cefalea, dolor muscular y escalofríos. Además, en México, hasta el 12 de enero de 2021 se habían recibido 546 mil 975 dosis y vacunado a 87 mil trabajadores de la salud de la Ciudad de México, Coahuila, Querétaro y Toluca”, señaló.
Por otro lado, la experta comentó que, desde agosto de 2020, AstraZeneca y la Fundación Carlos Slim anunciaron que Argentina y México producirán y distribuirán la vacuna para América Latina con una proyección de 250 millones de dosis. “La vacuna fue aprobada para su uso en Reino Unido el 30 de diciembre de 2020, el 4 de enero de 2021 se aplicó la primera dosis y el mismo día fue aprobado su uso de emergencia en México por la COFEPRIS”, añadió la investigadora.
Existen otras vacunas en fase dos o tres, como la vacuna Ad26.COV2.S de Janssen, que utiliza una plataforma de adenovirus 26, se aplica una dosis, tiene una capacidad de almacenamiento de dos años a -20ºC y de tres meses a refrigeración estándar entre 2 y 8 grados Celsius, cuenta con ensayos clínicos en Estados Unidos, Sudáfrica y México. La vacuna NVX-CoV2372 de Novavax utiliza a la proteína S como plataforma, se aplican dos dosis, tiene una capacidad de almacenamiento en refrigeración estándar entre 2 y 8 grados Celsius y cuenta con ensayos clínicos en Reino Unido, Estados Unidos y México.
“Otra vacuna con una plataforma diferente, de DNA es la INO-4800 de Inovio Pharmaceuticals con apoyo de la Fundación Gates, se aplican dos dosis, puede almacenarse a temperatura ambiente y se encuentra en fase 2/3. La vacuna CVnCoV de CureVac usa una plataforma de RNA mensajero, se aplican dos dosis, tiene una capacidad de almacenamiento en refrigeración estándar entre 2 y 8 grados Celsius y concluyó la fase dos en Alemania, Bélgica, Perú y Panamá y está iniciando la fase tres en México. La vacuna Ad5 nCov de Cansino usa una plataforma de adenovirus 5, se aplica una dosis y se encuentra en fase tres en México”, señaló la investigadora.
“Se encuentran seis estudios en fase tres en México, CanSino BIO de China, inició el 29 de octubre de 2020 con implementación de fase tres y primer corte de resultados a finales de enero de 2021, la vacuna Janssen de Estados Unidos que inició el 29 de noviembre, actualmente con fase tres completada de un estudio global de 400 mil personas, en espera de resultados. NOVAVAX de Estados Unidos con aprobación de fase tres en México por COFEPRIS, se esperan 2 mil voluntarios en México para estudio binacional con Estados Unidos, CureVac de Alemania, cuenta con aprobación para fase tres en México por la COFEPRIS y se esperan 5 mil voluntarios. La vacuna Sputnik V de Rusia se encuentra en proceso de autorización por la COFEPRIS, ingresado el 9 de diciembre y SANOFI- Pasteur de Francia”, destacó la doctora Wong.
La especialista habló sobre el proyecto COVAX, una colaboración global de organismos internacionales como la OMS para acelerar el desarrollo, producción y acceso equitativo a pruebas, tratamientos y vacunas de COVID-19 y, con ello, garantizar el acceso justo y equitativo en todos los países. Tiene el objetivo de garantizar dosis para al menos 20 por ciento de la población de los países, cartera de vacunas diversa y gestionada activamente, vacunas entregadas tan pronto como estén disponibles, poner fin a la fase aguda de la pandemia y reconstruir la economía mundial.
Finalmente, la doctora Wong Chew habló sobre las dosis de vacunas adquiridas por México: Pfizer 34 millones de dosis (17.2 millones de personas inmunizadas), AstraZeneca 77.4 millones de dosis (38.7 millones de personas inmunizadas), CanSino Bio 35 millones de dosis (35 millones de personas inmunizadas) y COVAX 51.5 millones de dosis (25.8 millones de personas inmunizadas), dando un total de 197.93 millones de dosis (100.5 millones de personas inmunizadas). “En México existen cerca de 126 millones de habitantes, por lo que 88.2 millones corresponden al 70 por ciento de la población”, añadió la investigadora.
En su turno, el doctor Gustavo Olaiz Fernández, Coordinador del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud de la Facultad, señaló que los sistemas de salud han respondido dando prioridad a la hospitalización en segundo y tercer nivel, y que el trabajo de la epidemiologia ha sido difícil dadas las características del virus, su interacción con la población y las profundas inequidades sociales y económicas.
“El SARS-CoV-2, como todos los virus, va sufriendo pequeñas modificaciones conforme interactúa con un hospedero; desde que se identificó el virus, miles de mutaciones han ocurrido, aunque la mayoría son temporales y tienen impacto limitado; en algunas ocasiones estas mutaciones pueden mejorar su transmisibilidad, lo que les ayuda a sobrevivir y reproducirse, por lo que estas mutaciones, por selección natural, van a reemplazar a las cepas originales en un ambiente apropiado, esto aparentemente sucederá con la nueva cepa VUI 202012/01 identificada en Inglaterra.
El investigador explicó que las evidencias epidemiológicas indican que se trata de una cepa más infectiva, aunque no parece ser más letal, se caracteriza por 9 mutaciones en la espícula, entre las que destacan N501Y en el dominio de unión al receptor, que está asociada a mayor infectividad en modelos animales y P681H justo al lado del sitio de escisión por la furina, cuyo efecto se desconoce a la fecha. “El riesgo de la nueva cepa está en que un virus más infeccioso puede significar más muertes, debido al aumento significativo de la cantidad de sujetos infectados. Al respecto, Inglaterra y Sudáfrica han reportado un incremento inusual en el número de casos, en el primero pasaron de menos de 300 a más de 800 por día y en Sudáfrica de menos de 50 a más de 250 por día, además, deben considerarse otras variables como la actitud y la conducta humana”, destacó el doctor Olaiz Fernández.
El epidemiólogo señaló que una de las problemáticas más importantes a tratar, ha sido la información incompleta que se ha difundido. Sobre ello, resaltó que la trasmisión del virus, además de los espacios cerrados y poco ventilados señalados por la OMS, también es alta en espacios abiertos sobrepoblados y explicó cómo las agrupaciones humanas y su comportamiento tienen la capacidad de reducir o incrementar el riesgo de infección. “Ejemplo de un bar, donde permanece un grupo de 15 personas 4 horas sin medidas de prevención, se contagian 14; en un grupo donde el 50 por ciento usa cubrebocas por 4 horas, existirán 8 contagios, aunque si la exposición es prolongada el cubrebocas no evita el contagio; sin embargo, con buena ventilación y tiempo de exposición de 2 horas puede haber de cero a una persona contagiada. Lo que demuestra que las agrupaciones humanas son un factor muy importante en el control de la pandemia”, mencionó.
Respecto al comportamiento en el tiempo de la pandemia en México, el doctor Olaiz Fernández indicó que al inicio se tuvo una pequeña meseta donde dejaron de crecer los casos, ya se tuvo la segunda meseta y destacó que actualmente nos encontramos en un tercer periodo de meseta. “La fatalidad se concentra principalmente en México y algunas partes de Sudamérica, y el balance nacional de la pandemia muestra que no se están haciendo suficientes pruebas en el país, aunque en lugares donde se han hecho más pruebas, como la Ciudad de México, se ha mostrado una baja hacia menos del 40 por ciento de positividad, por otro lado, entidades como Baja California siguen arriba de 60 por ciento de positividad”, destacó.
Finalmente, el doctor Olaiz planteó cuatro escenarios hipotéticos como proyecciones del comportamiento de la enfermedad a futuro: asumir que la inmunidad durará menos de 40 semanas, por lo que se tendrán brotes invernales anuales; que la inmunidad dure alrededor de 100 semanas, por lo que se tendrán brotes cada tercer año; que la transmisión ocurra en la temporada fría, por lo que se presentarán brotes invernales bianuales, o si otros virus proporcionan inmunidad cruzada, entonces se tendrá eliminación aparente y resurgencias.
“El virus llegó para quedarse y aún no sabemos por cuánto tiempo, seguiremos viendo ajustes en las definiciones, como exposición y casos; en el futuro inmediato los principales cambios en la epidemiología de la pandemia serán mutaciones del virus y la actitud del humano, seguiremos viendo mejoras y mejores métodos diagnósticos, posiblemente se tendrán tratamientos efectivos y vacunas, hay que recordar que el mejor predictor del comportamiento futuro es el comportamiento del pasado”, concluyó el investigador.
Victor Rubio