“A pesar de las ventajas que ofrecen las TICs y el Internet, su uso sin control puede generar efectos negativos a la salud como dependencia o adicción, reflejándose en principio como cambios en el tiempo de descanso, actividad física, hábitos de alimentación y ocio, además de cambios nocivos en la vida familiar y en la dinámica social, lo que puede provocar otros problemas como baja autoeficiencia, síndrome de fatiga informativa, tecnofobia, distrés o actitudes negativas hacia las mismas, como ansiedad o angustia en el uso de computadoras o celulares, sea por trabajo o por actividades personales y cotidianas“, aseguró la doctora Adela Alba Leonel, Académica de la Facultad de Medicina de la UNAM.

De acuerdo con Craig Brod, el tecnoestrés es una enfermedad de adaptación causada por la falta de habilidad para tratar con las nuevas tecnologías del ordenador de manera saludable, mientras que el Instituto Nacional de Higiene en el Trabajo de España ha acuñado tres términos relativos al tecnoestrés: tecno fatiga (cansancio mental o agotamiento cognitivo por el uso continuo de nuevas tecnologías); tecno ansiedad, que se focaliza en las alteraciones de la dimensión afectiva, como miedo hacia las TICs; y tecno adicción, referente al deseo incontrolable de estar conectado a las tecnologías en todo momento.

“En México, el 48 por ciento de los estudiantes universitarios y profesionistas de las distintas áreas permanece en Internet más tiempo del que desea. Comparado con estadísticas de otros países, la prevalencia es mucho más alta que en los países de medio oriente como Irán, Israel, Líbano y Turquía (11 por ciento), Estados Unidos (8 por ciento) y China, Hong Kong, India, Corea del Sur y Taiwan (7 por ciento)”, indicó la experta en su charla transmitida por Facebook Live de la Facultad.

Asimismo, consideró que, si se controla el uso del Internet, se podrían evitar problemas de ausentismo laboral, baja producción y las modificaciones negativas en el estilo de vida, las cuales pueden tener un riesgo o impacto en la salud de los usuarios, por lo que el personal de salud debe establecer estrategias de prevención, con el propósito de evitar trastornos de salud mental como depresión, aislamiento y ansiedad, entre otros.

“Hoy en día es imperativo trabajar de forma virtual, principalmente por la pandemia de COVID-19 y, ante este panorama, se debe vigilar que su uso no genere tecno adicción, tecno fatiga o tecno ansiedad. Por ello, es necesario seguir estudiando a fondo las implicaciones del uso del Internet, sobre todo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, debido a que las tendencias globales y la pandemia apuntan al incremento en su uso en prácticamente todas las áreas profesionales. Por otro lado, en la vida personal, se deben crear estrategias para combatir al síndrome de fatiga informativa en situaciones donde existe frustración y angustia porque el teléfono no puede conectarse a la red o se genera estrés por estar constantemente disponibles”, concluyó la doctora Alba Leonel.

Victor Rubio