Más del 80 por ciento de muertes por suicidio pueden prevenirse; la Organización Mundial de la Salud y la Asociación de Psiquiatría Norteamericana señalan que es útil acercarse a la población de riesgo como estudiantes de bachillerato y licenciatura, así como educar a padres de familia, funcionarios y académicos para identificar señales tempranas de conductas suicidas.
La doctora Carolina Santillán Torres Torija, Supervisora Académica del Programa Crisis, Emergencias y Atención del Suicidio de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, explicó que muchos de los casos de suicidio tienen que ver con depresión, por lo que es importante identificar cambios de conducta, aislamiento, alteraciones de la calidad del sueño o apetito, pérdida del interés en las actividades cotidianas, falta de motivación y energía o el uso de frases que denoten deseos de morir.
Asimismo, la doctora Paulina Arenas Landgrave, Profesora Titular de la Facultad de Psicología de la Máxima Casa de Estudios, señaló que es necesario saber qué hacer en caso de identificar estas señales; es importante preguntarle a la persona como se siente, escucharla empáticamente sin emitir opiniones y buscar ayuda para minimizar el riesgo agudo y brindarle un abordaje especializado a cargo de psicólogos o médicos psiquiatras.
En su oportunidad, la doctora Martha Georgina Ochoa Madrigal, Profesora Titular de la Facultad de Medicina de la UNAM, destacó que el suicidio es un problema de salud pública que ha incrementado a nivel mundial principalmente en población joven y logra consumarse mayormente en hombres; las tasas de suicidio más altas del país se dan en Chihuahua y Yucatán, y el ahorcamiento es el método más utilizado.
En la conferencia de prensa realizada en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, organizada por la Facultad de Medicina y la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM, la académica informó que el suicidio es multifactorial y participan elementos cognitivos y neurobiológicos asociados a situaciones de vida estresantes o traumáticas; en este sentido, cuestiones asociadas a la pandemia como muertes de familiares y conocidos, pérdida de empleo, ansiedad, estrés, depresión y aislamiento pueden influir.
Por otra parte, el doctor Benjamín Guerrero López, Jefe del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, resaltó que para la Universidad ha sido importante la atención de la salud mental de su comunidad, por ello se han establecido centros de atención como la Clínica del Programa de Salud Mental de esta Facultad, donde se trabaja a fondo para prevenir el suicidio y entender la problemática en torno a él. También explicó que el tema del suicidio debe ser conocido no sólo por el personal de salud sino también por la sociedad en general para poder apoyar a quien lo necesite.
De igual modo, subrayó que el suicidio está estigmatizado principalmente por la población masculina, lo cual limita la búsqueda de atención especializada y, por tanto, un tratamiento y seguimiento oportuno.
Ricardo Ambrosio