La UNAM, a través de la Secretaría de Protección, Atención y Seguridad Universitaria (SPASU), la Dirección General de Atención a la Comunidad (DGACO) y la Facultad de Artes y Diseño, celebró del 30 de octubre al 5 de noviembre la Megaofrenda del XXIV Festival Universitario del Día de Muertos 2021 en formato virtual.

El tema fue “México 500”, conmemorando el hecho histórico del 13 de agosto de 1521: la caída de la Gran Tenochtitlan, al cual se sumaron diversas actividades por medio de una plataforma interactiva en donde se representó esta ciudad mesoamericana.

Así, los espectadores pudieron encontrar un juego interactivo, donde se podían ganar máscaras para ponérselas a Goyo o para ofrecerlas a los dioses. También hubo un zompantli-memorial, en el cual se pudieron ver imágenes en una columna de luz, así como una pared de cráneos que lo conformaba.

Asimismo, se convocó a participar en el concurso “Calaveritas, ausencias sin adiós”, donde las calaveras literarias fueron dedicadas a las personas fallecidas por la pandemia del virus COVID-19.

En “Caracterízate en una Catrina” los concursantes tuvieron que enviar un video, en cámara rápida o en secuencia de fotos, con una duración de 30 segundos sobre el proceso de caracterización de una catrina, ya sea en sí mismos o en alguien más.

Para “Elabora un CÓDICE”, las personas participaron de manera individual o en parejas elaborando un códice pictográfico de hasta cinco láminas de la misma dimensión con el tema del “Festival del Día de Muertos Virtual de la UNAM México 500”, el cual tuvo que ser elaborado a mano, en blanco y negro o a color. Los tres concursos incluyeron premios económicos que oscilaron entre los mil y 5 mil pesos.

Vida y muerte en la cosmovisión mesoamericana

La representación de la Gran Tenochtitlan consistió en edificios emblemáticos y calzadas, en los cuales se montaron de manera virtual las ofrendas de las 40 entidades académicas que participaron en el Festival, rodeando el centro ceremonial. En el lugar 29 hacia la la calzada Tlacoapan, actualmente Tacuba, se ubicó la ofrenda de la Facultad de Medicina.

Todas las entidades contaron con los mismos recursos digitales y el mismo espacio virtual: un cubo de 25 metros por lado, que a su vez estuvo integrado por cubos de un metro por lado. Los altares fueron idénticos para todas las entidades y tuvieron un máximo de cuatro elementos audiovisuales, tanto de audios como de videos.

La ofrenda de la Facultad de Medicina se albergó en una gigantesca máscara del dios Quetzalcóatl, resaltando el recorrido que hacían las personas fallecidas, especialmente las mujeres que morían en el parto. Para ello, se expuso un video elaborado por la Coordinación de Comunicación Social titulado “Obstetricia de las mexicas”, en el que se abordó el proceso de embarazo, parto y muerte en mujeres, junto con un par de audios y un texto como parte del juego interactivo, con Goyo haciendo su recorrido por Tenochtitlan.

La representación de la Facultad se refirió a la vida y la muerte en la cosmovisión mesoamericana, en la cual se explicaron los mitos que se transmitían a través de los ritos, la religión, la cerámica, la escultura y los códices. Explicó que la dualidad vida y muerte era una especie de equilibrio del universo y sostén del mundo, pues una y otra coexistían para el bien de la humanidad y satisfacción de los dioses; más que un culto a los muertos, era la ayuda que los vivos brindaban al que tenía que hacer su recorrido para llegar al Mictlán.

Ana Camila Pérez