En México se tienen registrados a la fecha más de 5 millones de casos confirmados de COVID-19, y aproximadamente 325 mil fallecimientos; actualmente, la ocupación hospitalaria es muy baja, lo que nos habla de que la mayoría de los casos son ambulatorios, y las manifestaciones clínicas son más leves comparadas con todos los picos epidémicos previos.

Durante la conferencia “La quinta ola de COVID-19”, transmitida por Facebook Live (https://bit.ly/3ONhqN8), la doctora Rosa María Wong Chew, Jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM, indicó que desde la mitad  del mes de mayo se ha observado un incremento en el número de casos; en las edades entre 15 y 55 años la mayoría de los casos que se presentan son ambulatorios, y a partir de los 60 años ya se presentan personas hospitalizadas, en terapia intensiva, intubados y fallecidos, “por lo que no hay que confiarse, pues no sabemos quiénes pueden ser parte de estos casos”, advirtió.

“Dentro de los tres posibles escenarios del coronavirus, puede ser que siga evolucionando, pero con gravedad disminuida, que haya surgimiento de variantes menos graves contra las que no sean necesarias dosis de refuerzo, o que haya aparición de variantes más virulentas y altamente transmisibles, y que la inmunidad para evitar casos graves y muerte pueda disminuir”, explicó la experta.

Asimismo, dio algunas recomendaciones para evitar el contagio por COVID-19, como el uso de cubrebocas en lugares cerrados, realizar reuniones en lugares ventilados, guardar distancia siempre que sea posible, vacunarse, realizarse la prueba de antígeno o PCR en caso de tener síntomas, y aislarse siete días si se está vacunado o 10 días si no es así.  

Respecto a COVID-19 en niños, resaltó que es mucho más leve comparado con los adultos, sin embargo, puede haber COVID-19 severo o crítico en niños, llegando a presentar falla cardiaca, anomalías en la coagulación, enfermedad severa, e incluso la muerte; y agregó que se puede presentar el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico: “Los niños y adolescentes de cero a 19 años presentan fiebre, ojos rojos, garganta roja, dolor abdominal, manchas en el cuerpo, desmayos, y esto puede ser una condición bastante grave”, recalcó la ponente.  

Sobre la cuarta dosis de vacunación, indicó que “se ha demostrado que en personas mayores de 60 años protege hasta tres veces más contra enfermedad severa, y protege hasta dos veces contra cualquier enfermedad y, en el personal de salud, vemos cómo aumenta el nivel de anticuerpos, pero la eficacia es marginal hasta 30 por ciento para Pfizer y 11 por ciento para Moderna, y después de ocho semanas cae el nivel de anticuerpos, por eso hay controversias sobre la cuarta dosis en menores de 50 años”.

En su oportunidad, el doctor Gustavo Olaiz Fernández, Coordinador General del Centro de Investigaciones en Políticas, Poblaciones y Salud de la Facultad de Medicina de la UNAM, manifestó que “hemos tenido una positividad muy alta, esto quiere decir que nunca hemos hecho suficientes pruebas, debería de haber menos de 5 por ciento de pruebas positivas para pensar que estamos haciendo bien nuestro trabajo, pero si a la mitad de la gente que se le realiza la prueba es positiva porque sospechamos que tiene COVID-19, entonces estamos en problemas, porque no estamos adelantándonos a la epidemia, estamos siguiéndola, lo cual es malo, por lo que hay que hacer más pruebas para mantener a la gente libre de la enfermedad mientras podamos”.

Reveló que, para el otoño de este año, se prevé alcanzar cerca de 600 mil defunciones en México por COVID-19, lo cual implicaría tener un 50 por ciento de exceso de mortalidad, y agregó que se había tenido un crecimiento en la esperanza de vida a nivel mundial muy importante hasta la aparición de esta enfermedad, pues a partir del 2019 se presentó una disminución importante, de 72.5 años a un poco menos de 71 años.

Acerca de la sintomatología que se presenta, indicó que con “Ómicron no da disgeusia ni anosmia, da rinorrea, y generalmente es la primera manifestación que identificamos en los pacientes con Ómicron, también se puede presentar fatiga y dolor muscular, otros síntomas son debilidad, cefalea, pérdida del apetito, visión borrosa, pero lo más notable en esta variante es que hay una enorme cantidad de pacientes que presentan odinofagia, fiebre que puede ser muy elevada y diarrea”.

Aseguró que de cuatro a 12 semanas posteriores a la infección aguda por COVID-19, se puede presentar el COVID prolongado, donde hay problemas de tipo inflamatorio, una respuesta inmune mediata, y disfunción orgánica, que puede empeorar cuando aparece el síndrome post-COVID: “Todavía no sabemos a qué se debe, pero tenemos una idea de que hay una persistencia viral en el organismo que se comporta como algunos virus que se mantienen en nuestro cuerpo indeterminadamente; otra teoría es que mantengamos un problema de microcoagulopatías, y una respuesta autoinmune importante”, subrayó el doctor Olaiz Fernández.

Azucena Xancopinca