Se estima que 275 millones de personas han llegado a consumir algún tipo de droga durante el último año, y aproximadamente 36 millones sufrieron un trastorno por consumo de sustancias, y se proyecta que para el año 2030, 25 millones de personas más van a consumir drogas, lo que equivale a un aumento estimado del 11 por ciento en menos de 10 años; además, se ha observado que cada vez son más los adolescentes que se exponen a un consumo de tipo perjudicial.


El doctor Christian Gabriel Toledo Lozano, investigador del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del ISSSTE y académico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó que una adicción es un conjunto de síntomas y cambios en la forma de pensar y de conducirse, relacionados con una sustancia psicoactiva o con una conducta adictiva: “Cuando una persona pone el consumo de la sustancia o la conducta adictiva por encima de sus intereses y de las otras actividades que cotidianamente realizaba, podríamos hablar de una adicción”, expresó.


Por su parte, la doctora Gisel Cano Arrieta, profesora de asignatura del DPSM, indicó que un elemento importante en el diagnóstico de una dependencia, es la tolerancia, la cual sucede cuando una persona que, en un inicio tomaba una copa y obtenía un efecto relajante y placentero, conforme va consumiendo más, requiere de dosis cada vez mayores de la sustancia para provocar el efecto del inicio o el efecto deseado. Agregó que, en la dependencia, el individuo comienza a interrumpir sus actividades por la búsqueda de la sustancia, y en los episodios donde no se consume la sustancia, se presenta la abstinencia, que es el otro elemento clínico importante en la evaluación de una dependiencia.


En su momento, la licenciada Mary Carmen López Betancourt, trabajadora social psiquiátrica y orientadora familiar de la Clínica de Atención Integral para las Adicciones (CLIA) del DPSM, destacó que dentro de los factores de riesgo para caer en las adicciones se encuentran los factores de riesgo sociales, familiares e individuales: “Debemos considerar que no pueden ser los mismos para todas las personas, es necesario tomar en cuenta la segregación social, el sexo, la edad, la clase social, la cultura o etnia a la que se pertenece, los determinantes sociales de la salud, y las redes sociales”, recalcó la experta.


Durante la sexta sesión del “Foro de preguntas y respuestas, Hablemos claraMENTE”, organizado por la Coordinación de Investigación del DPSM y coordinado por la doctora Ingrid Vargas Huicochea, y transmitido por YouTube, el doctor Luis Carlos Faudoa Mendoza, Coordinador de la CLIA del DPSM, expuso que a pesar de que una gran parte de la población consume sustancias, no todos desarrollarán un trastorno por consumo. “Hablamos de un 5 a 15 por ciento que sí lo desarrollan, pero ¿quiénes son?, muchas veces tienen mayor riesgo los jóvenes que inician su consumo a edades tempranas”, reveló.


El 80 por ciento de las personas consumidoras tienen una condición de salud mental. CONADIC nos habla de que en los últimos años ha crecido un 200 por ciento el consumo en el grupo femenino, lo que quiere decir que tenemos una ruta importante para poder generar acciones de atención y de política pública; asimismo, el promedio de edad de inicio en el consumo de alcohol es de 10.6 años, y en tabaco es a los 13.4 años”, compartió el maestro Manlio Fabio Diego Llamas, Director de Profesionalización y Desarrollo Interinstitucional del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA) en la Ciudad de México.

Azucena Xancopinca