Los cuidados paliativos perinatales son una forma de atención clínica diseñada para anticipar, prevenir y tratar el sufrimiento físico, psicológico, social y espiritual de los fetos y recién nacidos con enfermedades que limitan o amenazan la vida, y esta atención también se extiende hacia las familias; es brindada por un equipo multidisciplinario, y de forma coordinada busca ofrecer la mejor calidad de vida desde el diagnóstico hasta el fallecimiento.
“Uno de los principios más importantes desde el punto de vista bioético en el área neonatal es la no maleficencia, el cual es un principio complejo que no sólo se limita a no hacer daño, pues también implica una obligación de retirar lo que hace daño o mal, además de prevenir el daño o el mal, y de promover lo que hace el bien”, señaló la doctora Irma Alejandra Coronado Zarco, Subdirectora Médica del Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes”.
Asimismo, explicó que la zona gris en neonatología es una zona donde las cosas no están totalmente definidas hacia a un lado o hacia otro en términos de intervenciones por parte del personal de salud, es decir, por arriba de la zona gris existe un límite donde el tratamiento es obligatorio, y un límite por debajo de esta donde el tratamiento curativo no es razonable: “Dependiendo hacia dónde se mueve el espectro de la zona gris puede existir certeza creciente de que el tratamiento curativo es el mejor para un neonato, o lo contrario, que no es lo mejor para el neonato, y aquí es donde entra el área de oportunidad para el cuidado paliativo”, expresó la ponente.
“Independientemente del desenlace a pesar de nuestros esfuerzos terapéuticos, siempre va a existir el espacio para ser humanos, para dar un trato digno y con compasión a esos seres humanos que están sufriendo en la lucha por la vida, y que puede ir aumentando o disminuyendo en intensidad dependiendo de la evolución, pero también a veces la zona gris no existe y nuestras opciones terapéuticas no son suficientes para brindar un resultado de calidad a ese ser humano”, reveló la doctora Coronado Zarco.
Durante el Seminario Permanente de Cuidados Paliativos y Humanidades Médicas, transmitido por Facebook Live y moderado por la doctora Nayely Salazar Trujillo, la maestra Karla Vanessa Rodríguez Rodríguez, del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, mencionó que la Organización Mundial de la Salud se refiere a la muerte del feto o recién nacido dentro del periodo perinatal, es decir, desde las 28 semanas de gestación, sin embargo, Kowalski, uno de los principales investigadores de duelo perinatal, define a la muerte perinatal y gestacional desde la concepción, es decir, desde el primer día de embarazo hasta el final del primer año de vida del bebé.
También compartió que en el duelo perinatal se pueden abordar diferentes aspectos como embarazos ectópicos, muerte de un gemelo en gestación, abortos voluntarios o espontáneos, muerte de un prematuro, embarazos que cursan con anomalías congénitas y asfixia neonatal, y añadió que este duelo se considera un duelo desautorizado, pues va contrario al “orden natural” de la vida y tiene efectos profundos en los padres y en sus familias, pero no es públicamente reconocido, pues puede haber comentarios donde se minimiza la pérdida.
“El duelo perinatal va a estar acompañado de respuestas emocionales, cognitivas, físicas y conductuales, ante la pérdida real o percibida y significativa, y es importante mencionar que es un proceso normal, natural, esperado, dinámico, pero que también pueden presentarse recaídas en el proceso de duelo”, subrayó la experta.
Azucena Xancopinca