“El arte se puede definir como la virtud, disposición o habilidad para hacer una cosa, es así como la auscultación del corazón se convierte en un arte, ya que nos permite hacer diagnósticos precisos y nos hace capaces de reconocer un gran un número de enfermedades cardiacas a la cabecera del enfermo; también, lo podemos comparar con la complejidad que se requiere para tocar un instrumento musical, porque primero se necesita un aprendizaje seriado para después aprender a tocarlo”, afirmó el doctor José Fernando Guadalajara Boo, ícono de la Cardiología mexicana, en la conferencia “La auscultación cardiaca: un arte en vías de extinción”, en el marco de la 7ª Feria del Libro de Ciencias de la Salud 2022.

“El aprendizaje de esta técnica es un proceso que requiere dos o tres años para que el clínico alcance la destreza suficiente que le permita conocer por este medio el diagnóstico de diversas enfermedades cardiovasculares; primeramente, se requiere conocer el ciclo cardiaco, para que después se pueda hacer una imagen mental del mismo, enseguida colocar el estetoscopio en el pecho del paciente e identificar los ruidos cardiacos, así esta imagen se traslada al lóbulo frontal y de esta manera, al conocer la fisiopatología, el médico que ausculta al corazón, traslada la acústica a su mente para hacer su diagnóstico”, detalló.

“No se debe perder el estudio clínico del enfermo porque es la única forma de hacer una orientación racional de los estudios no invasivos de imagen y el contacto personalizado con el enfermo, por eso tanto la auscultación como todas las maniobras clínicas deben de preservarse, así como la prevención”, concluyó el doctor Guadalajara Boo.

 Vicky Enrimar