Lo que más me ha gustado es la fraternidad que se ha construido entre mis pacientes y yo, gracias a la confianza y a su agradecimiento. Comparten conmigo e incluso me regalan frutas que siembran en sus tierras”, afirmó Ailyn Yakimy Flores Baeza, médica pasante de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien realiza su Servicio Social en la Unidad Médica de Atención Primaria a la Salud (UMAPS) «Jaral del Refugio», municipio de Acámbaro, Guanajuato.

Recordó que su larga experiencia en hospitales como paciente asmática, la inspiró a estudiar Medicina: “Me sorprendía el hecho de que entrara sintiéndome muy mal y en cuanto me ponían la mascarilla, me sentía mucho mejor”.

Al escoger la sede, tomó en cuenta la historia del lugar y su cercanía de la Ciudad de México: «Aunque me costó trabajo decidirme, Acámbaro está a tres horas y media de distancia. También me llamó la atención su historia, se fundó en 1524 y, desde entonces, es un punto estratégico que se conecta con las grandes ciudades”.

Como parte de su experiencia, ha participado en campañas de vacunación y considera que le han facilitado entablar mayor cercanía y entendimiento con las comunidades: “Es distinto atender a las personas en la clínica a hacerlo en su entorno; me han abierto las puertas de su casa y hemos creado vínculos desde el respeto. Cuando llegué había una pareja que me observaba fijamente y me sentía confundida, pero después me contaron que era porque les recordaba a su hija, fue muy bonito”.

Asimismo, ha podido identificar algunas dificultades que la han llevado a adaptarse y seguirse preparando de manera profesional: “La movilización de las personas es complicada, no muchas cuentan con los recursos para trasladarse al lugar en donde les podrían brindar la atención específica que requieren. Como médica, creo que enfrentarse a esos obstáculos te hace crecer muchísimo porque te motiva a estudiar constantemente y buscar la manera de ayudarles”.

Ailyn Yakimy opina que la importancia del Servicio Social en zonas rurales radica en ofrecerles a las comunidades una nueva oportunidad en favor de su salud: “Significa que podemos aportar desde nuestra perspectiva para que comprendan sus padecimientos, así como renovar sus diagnósticos y tratamientos sin que tengan que moverse de la zona en la que viven”.

Añadió que se siente satisfecha con la orientación y el acompañamiento por parte de sus autoridades: “Al tener más responsabilidades, contar con su ayuda me prepara para lo que se pueda presentar en adelante. Definitivamente aprendo mucho todos los días”.

En ese sentido, este proceso le ha ayudado a superar retos tanto a nivel profesional como personal: “Tenía miedo de crecer de esta manera, pero fue muy lindo hacerlo en compañía de personas que me impulsan y me inspiran. Además, descubrí que me interesan aspectos como la organización y el manejo de los hospitales”.

Una vez que concluya su Servicio Social, planea hacer una Maestría en Administración Hospitalaria y no descarta la posibilidad de ejercer en una zona rural: “La verdad es que me ha sorprendido mucho el desempeño de la Secretaría de Salud aquí en Guanajuato, me parece muy completa”.

Fotografías cortesía de la MPSS Ailyn Yakimy Flores

Por último, enfatizó en el valor de esta experiencia: “Aunque existen ciertas limitantes, la gente es muy cálida y agradecida. Creo que la relación que construyes aquí con tus pacientes, difícilmente se podría replicar al ejercer en la ciudad”.

 Isabel García