“El freestyle es un complemento cultural y un antiestrés fenomenal, cualquier idea o pensamiento que tenga guardado lo convierto en rima. La pasión que me mueve a hacerlo es entender que todo se puede arreglar con las palabras”, aseguró Alam Yatzil Gordillo Miranda, estudiante de la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana (LCNH).

Su primer acercamiento al rap se dio cuando tenía 10 años, a través de videos en YouTube. Posteriormente, se adentró en el freestyle y el beatbox: “En CCH creció mi experiencia y participé en diversas competencias. Aunque no obtuve victorias, conté con el aplauso del público y eso más que alimentarme el ego, me alimentó el alma”.

Esta cultura también crece a partir de las contra opiniones. Lo grandioso es que uno puede exponer contextos sociales complicados que muchas veces no son vistos. Recuerdo que, en un evento, una señora de la tercera edad me abrazó y me dijo que después de mi presentación se había dado cuenta de que tenía una percepción equivocada de los freestylers”, comentó el universitario respecto a la estigmatización sobre este género musical.

Escogió la LCNH, en primera instancia, debido a su gusto por el ejercicio, sin embargo, pronto se dio cuenta de que la nutrición no es exclusiva del deporte: “Es algo fundamental, aunque parece más un lujo o un privilegio. Todas las personas deberíamos tener acceso a ella, puede prevenir enfermedades y ayudar a sentirnos bien física y emocionalmente”.

De acuerdo con Alam, la relación entre el freestyle y la nutrición es más estrecha de lo que podríamos pensar: “La agilidad mental y la improvisación que se necesitan para esta actividad me permite entablar un diálogo fluido con el paciente y brindarle una atención de calidad”.

Aunque en este momento se encuentra dedicado mayormente a sus estudios y utiliza el freestyle como una expresión para liberar el estrés, considera que se puede lograr un balance: “Es importante tener una actividad cultural que alimente la expresión oral, que es un reflejo de la construcción de nuestro pensamiento”.

Una vez que termine la carrera, planea continuar cuidándose mediante el ejercicio y poner su consultorio: “Desde la Nutrición, me gustaría estar en la parte legal, en favor de las personas que no pueden tener acceso a los alimentos o que no cuentan con la información suficiente. También tengo proyectado crear una institución que impulse al talento joven y poco apoyado”.

Finalmente, aconsejó a las y los estudiantes interesados en el freestyle y el beatbox que “se empapen de cultura general y de todo tipo de temas. Es algo que te puede ofrecer muchas experiencias, por eso vale la pena intentarlo”.

Isabel García