“Cuando era pequeña acompañaba a mi mamá a las consultas con mis abuelitos y me di cuenta de que no les brindaban un servicio de calidad, fue entonces que decidí estudiar Medicina, y para contribuir a la mejoría de la atención médica elegí una sede rural en mi Servicio Social”, manifestó Ariadna Abigail Fuentes Jiménez, médica pasante de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien compartió su experiencia en la Unidad de Medicina Rural “Benito Juárez” del municipio de San Pedro Pochutla en Oaxaca.

“Durante esta aventura me he demostrado que soy capaz de dar una consulta, llegar a un diagnóstico y brindar el tratamiento adecuado. Ayudar a las personas de esta manera refleja que mi esfuerzo durante la carrera valió la pena”, comentó orgullosa. Más allá de poner a prueba sus habilidades en Medicina, al ser una comunidad rural, Ariadna también está a cargo de toda la clínica.

“Soy quien toma las decisiones dentro de la unidad, he puesto en práctica mi autonomía y mi responsabilidad en todos los aspectos, incluso he aprendido a realizar trámites administrativos y esto ha enriquecido de gran manera mi formación profesional”, expresó.

“De acuerdo con las costumbres del pueblo, las personas me han adoptado como una figura de autoridad, por lo que he sido invitada a eventos importantes, reuniones y hasta fiestas de cumpleaños”, dijo emocionada, y añadió sentirse muy agradecida con la población por haberla recibido con mucha calidez.

Ella expone que aunque la clínica está muy bien equipada con insumos básicos de atención y con dichos recursos ha tratado con éxito a muchos pacientes, el mayor desafío al que se ha enfrentado es que generalmente las personas no tienen la posibilidad de llegar a la unidad o realizar estudios en un hospital debido a que los caminos son de difícil acceso. Sin embargo, para resolver esta problemática, el comité de salud municipal (del cual forma parte) ha estructurado planes de apoyo que faciliten el acercamiento a los servicios en caso de requerirse.

“Al realizar mi Servicio Social en San Pedro Pochutla me he convertido en una persona más sensible y empática, me he dado cuenta de que no todos tienen las posibilidades de pagar una consulta o ir a otro lugar para recibir atención, por lo que ven en mí una esperanza de mejoría y esto representa un compromiso para desempeñarme de manera excelente en mi labor como médica”, expresó Ariadna.

Además de permitirle crecer como persona y como profesional de la salud, su estancia en esta sede rural le ha brindado la oportunidad de conocer nuevos lugares y nuevas personas: “Mi comunidad se encuentra aproximadamente a 15 minutos del centro de Huatulco, así que también he visitado muchas playas y me he concedido el placer de disfrutar mis tiempos libres.”

Asimismo, Ariadna aconseja a la comunidad estudiantil que no dejen de estudiar diariamente, pues las personas de esas zonas son las que más necesitan de sus conocimientos.

“Recomiendo ampliamente a mis compañeras y compañeros que elijan unidades de medicina rural para realizar su Servicio Social, atrévanse a experimentar y dejen el miedo a un lado para vivir un aprendizaje inigualable que dejará en ustedes una huella de sabiduría, responsabilidad y empatía muy importante”, concluyó.

L. Ixchel Díaz