Para celebrar el centenario del nacimiento del doctor Fernando Ortiz Monasterio, la reapertura de la renovada sala de Cirugía Reconstructiva y la inauguración de la sala Audiovisual, la Facultad de Medicina de la UNAM, en colaboración con la Fundación Fernando Ortiz Monasterio para la Cirugía Reconstructiva y las Anomalías Craneofaciales, estrenó el documental “Dr. Fernando Ortiz Monasterio, retrato de un Cirujano Iconoclasta”.

En presencia de familiares, amigos y compañeros reunidos en el auditorio “Dr. Gustavo Baz Prada” del Palacio de la Escuela de Medicina, el doctor Germán Fajardo Dolci, Director de la Facultad de Medicina de la UNAM, dio la bienvenida a los presentes y resaltó que “hablar de la vida del doctor Fernando Ortiz Monasterio es una fuente de inspiración, de respeto para nosotros y para las nuevas generaciones; a través de las áreas que tiene el Museo de la Medicina Mexicana, del recuerdo de todos y cada uno de nosotros y del documental que venimos a ver hoy, él sigue muy vivo entre nosotros”.

Por su parte, Patricia Ortiz Monasterio, hija del homenajeado, mencionó que ese documental es el resultado de varias declaraciones que hizo su padre en el año 2010, donde con sencillez, cercanía y humor habla de su quehacer al servicio de la Medicina: “Más allá de lo llamativo que para nosotros como familia del doctor Ortiz Monasterio resulta verlo en pantalla y volver a sentir su cercanía, reconocemos la importancia que tiene este archivo histórico y herramienta para la enseñanza y la motivación de las nuevas generaciones de médicos en México; es un documental que da cuenta de este personaje fuera de serie y de sus logros en el campo de la cirugía reconstructiva”.

El pasado 22 abril, el doctor Fernando Molina Montalva, Presidente de la Fundación Fernando Ortiz Monasterio para la Cirugía Reconstructiva y las Anomalías Craneofaciales, indicó que “la huella que dejó el doctor Ortiz Monasterio en sus alumnos la llevaremos toda la vida, la que dejó en las instituciones es imperecedera, pues con gran generosidad siempre compartió conocimientos y difundió por todas partes el saber para lograr el avance científico y cultural de México; su figura encerró un alma grande y noble sacudida por la pasión, alguien que siempre amó a sus amigos brindándoles su apoyo y defendiéndolos con calor pero dentro de la rectitud de sus juicios. Fue un gran hombre apasionado, nadie pudo negarle su estimación y su respeto, hoy en día es una de las figuras que han despertado el mayor reconocimiento y admiración en el ámbito de la cirugía contemporánea de México”.

El documental fue realizado por Nicolás Echeverría en colaboración con Mariana Ochoa Hernández a partir de una serie de entrevistas íntimas con el doctor Ortiz Monasterio, quien fue el primer cirujano del mundo que realizó intervención quirúrgica en el útero reparando el labio paladar hendido en un feto, así como el primero en Latinoamérica en hacer un procedimiento de cirugía craneofacial.

El doctor Ortiz Monasterio se graduó, en 1945, en la Escuela Nacional de Medicina de la UNAM, e hizo el posgrado en Cirugía Plástica en la Universidad de Texas, en Galveston; un año después, se entrenó en la Universidad de Northwest y la Universidad Washington, en Saint Louis, donde tuvo contacto con cirujanos plásticos notables.

Fue Jefe de Cirugía Plástica del Hospital General de México «Dr. Eduardo Liceaga» y Director General del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, donde instauró el Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva que sirvió de modelo a otros importantes servicios de especialidad en el país; además, fundó la unidad de quemados, la clínica multidisciplinaria de labio y paladar hendido, así como una unidad móvil para tratar pacientes con malformaciones congénitas, y creó un grupo interdisciplinario para malformaciones craneofaciales.

Fotografías: Carlos Díaz

El listado de sus logros muestra su sobresaliente aportación a la Medicina, además de la extraordinaria persona que fue; tenía un gran interés por la investigación y la enseñanza que compartió, y difundió su conocimiento para perfeccionar el saber científico.

Karen Hernández