Historias de Éxito #MujeresFacMed
Mi nombre es Iris Pamela Flores Sarria. La ilusión de estudiar Medicina me surgió desde muy temprana edad, pues a pesar de que mis padres no eran médicos y no tenía familiares relacionados a esta profesión, siempre estuvimos muy ligados a esta área, e incluso recuerdo que a los 5 años expresaba que quería ser ginecóloga porque me impresionó la capacidad del cuerpo humano de dar vida a otro ser.
Mis planes cambiaron cuando realicé rotaciones por las diferentes especialidades de Medicina, ya que me apasioné tanto por la Pediatría y descubrí que faltaban muchos recursos humanos para dar atención al grupo de pacientes con malformaciones congénitas del corazón, y así fue que terminé en la especialidad de Cirugía Cardiotorácica Pediátrica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Asimismo, desde mis inicios como estudiante universitaria realicé investigación porque nos pedían presentar un trabajo científico al final de cada curso, por lo que inicié mi labor como investigadora desde entonces, pero no fue hasta que ingresé en el Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez” (INC) que mis trabajos tuvieron mayor relevancia científica.
El proceso para elaborar un artículo científico es arduo, exige mucho compromiso, pasión por la lectura y sobre todo capacidad de síntesis, pero al ver tu investigación publicada en una revista de alto impacto es muy gratificante. Sin duda, he tenido un sinnúmero de aprendizajes, los resultados de cada trabajo son muy enriquecedores porque me han ayudado a mejorar mi propia práctica.
Muchas veces creemos que la Medicina sólo es buena en países de primer mundo, pero en Latinoamérica estamos haciendo Medicina de calidad que desafortunadamente se desconoce porque no se escribe ni se publica, de ahí la importancia de compartir nuestros trabajos y así, otros países se pueden beneficiar de ellos. Por esta razón, mi mayor meta a futuro es regresar a Nicaragua a promover la investigación médica y que se publique, es un reto que espero lograr.
Dentro de mis mayores logros está el haberme formado en el INC, es un instituto con gran prestigio; también, el haber sido una de las residentes de cirugía con mayor número de publicaciones científicas en revistas de gran reconocimiento, eso hasta la fecha me llena de mucho orgullo, pues al ser mujer demostré que aun en un ámbito mayormente de hombres, nosotras podemos destacar.
A pesar del aumento tan marcado de las mujeres en la profesión médica, continúan existiendo desigualdades de género en el desarrollo profesional y en la investigación. Sin embargo, como lo decía el doctor Ramón y Cajal, “todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”, es por eso que las oportunidades se deben de buscar y aprovechar.
Invito a las mujeres que quieran participar en la producción científica a que tengan curiosidad, adquieran una actitud crítica y positiva ante las dificultades y el fracaso, tengan sobre todo pasión, entusiasmo, motivación, persistencia, disciplina y no se olviden de mantener un equilibrio tanto en la actividad clínica como en la investigación.