La retina desempeña un papel fundamental al transmitir las señales de luz y oscuridad al reloj biológico a través del tracto retino-hipotalámico, el cual se encarga de sincronizar el cuerpo con el entorno mediante diversas vías neurales y humorales, sin embargo, en muchas unidades hospitalarias, como las de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) y Cuidados Intensivos (UCI), los pacientes se mantienen expuestos a una iluminación constante, ya sea brillante o tenue, sin una alternancia significativa entre la luz y la oscuridad debido a la necesidad de vigilancia constante del paciente en estos entornos; por lo tanto, resulta difícil establecer un ciclo de luz y oscuridad eficiente.
Es por esto que, en un mundo donde la atención hospitalaria prolongada es una realidad para muchos pacientes, surgió la necesidad de tener un dispositivo específico que permita regular de forma individual la intensidad y duración del ciclo de luz y oscuridad; para ello, el doctor Alberto Manuel Ángeles Castellanos, investigador del Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina de la UNAM, y su equipo han desarrollado un dispositivo de sincronización que ofrece la posibilidad de establecer un ciclo personalizado de luz y oscuridad sin interferir con el entorno hospitalario, del cual la UNAM tiene la patente número 401384 otorgada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) del 2023 hasta el año 2039, y el doctor Ángeles Castellanos cuenta con la propiedad intelectual.
Fotografía: Adrián Álvarez
“El trabajo comenzó aproximadamente entre 2013 y 2014 en el Hospital Juárez de México, donde nos enfrentamos al desafío de establecer el ciclo circadiano de los bebés de manera natural, ya que sabíamos por experimentos previos que la luz puede dañar la retina de los bebés y mantenerlos demasiado activos, lo que afecta la producción de melatonina y el ritmo de cortisol, pero la opción de apagar todas las luces en un hospital no era posible, por lo que buscamos alternativas para mantener a los bebés en un ciclo de luz y oscuridad”, explicó el también Jefe del Departamento de Innovación en Material Biológico Humano de la Facultad.
El dispositivo comprende un regulador de intensidad de iluminación y un temporizador conectado a la fuente de iluminación, también cuenta con una pantalla interna como filtro protector y una carcasa de material oscuro; además, incluye un acceso para un sistema de oxigenación y otro par que consisten de orificios para sensores y reguladores de temperatura, dispositivos de sonido, difusores de aromaterapia u oximetría, entre otros, con el objetivo de monitorear las variables fisiológicas de un paciente niño o adulto que se encuentre en cuidados intensivos, siendo el dispositivo un toldo o pabellón rígido que permite a un paciente acostado permanecer parcial o totalmente en el interior de dicho dispositivo para la sincronización de ritmos biológicos.
En cuanto a la eficacia demostrada por el uso del dispositivo, el doctor Ángeles Castellanos indicó que “se han realizado pruebas en recién nacidos prematuros, donde se obtuvieron resultados muy satisfactorios en términos de aumento de peso y reducción de la estancia hospitalaria en comparación con un grupo de control. Además, en adultos con sepsis severa en la UCI, el uso de este dispositivo ha demostrado restablecer el ritmo circadiano de la melatonina salival en la primera semana de uso”.
*En la fotografía de la portada, el doctor Alberto Manuel Ángeles con el prototipo del dispositivo.
Vicky Enrimar