Atrás quedaron los años de inquisición y censura, y hoy en día el Palacio de la Escuela de Medicina es un recinto cultural en libertad con la misión de fomentar y acercar a las y los visitantes a la producción artística que se gesta tanto al interior como al exterior de la Universidad.

Actualmente, ofrece proyectos culturales y académicos para acercar a un conjunto de visitantes muy amplio y diverso, actividades creativas, atractivas, estimulantes y enriquecedoras tanto de cultura artística como histórica y científica (sin costo), diseñadas y coordinadas desde el área de Promoción y Difusión Cultural.

A lo largo de estos años se han emprendido varios caminos que han permitido construir, una y otra vez, actividades culturales pensadas para la comunidad universitaria, la del Centro Histórico y para la sociedad en general en los que las y los grandes sembradores de estos caminos son las creadoras y los creadores de teatro, música, danza, canto, pintura, escultura, performance, video, crónica, narración oral y poesía que generosamente comparten con los visitantes del Palacio de la Escuela de Medicina su talento, su pasión y su arte.

Las particularidades de su entorno, así como el binomio de su historia (inquisición-ciencia) determinan en mucho el estilo y el tono de las actividades culturales que realiza el área de Promoción y Difusión Cultural. La variedad y la originalidad están siempre presentes en la selección de los temas y en la confección de la agenda que, desde luego, incluye espectáculos en torno a la inquisición y cápsulas dedicadas a la historia de la Medicina. “Siempre estamos a la búsqueda de ideas novedosas que, gracias a la creatividad de las y los sembradores de camino, logran germinar con una gran calidad. Su culminación llega el día en que el público las hace suyas”, aseguró la doctora Mónica Espinosa, responsable del área de Promoción y Difusión Cultural.

Un claro ejemplo fue “La noche negra”, que consistió en apagar todas las luces del Palacio e incitar al uso de la creatividad de los visitantes para iluminar el acervo de las salas del Museo de la Medicina Mexicana y, desde luego, el de sus pasos por los oscurísimos pasillos y patios del recinto. “Usaron desde cascos de minero hasta las linternas de sus celulares; fue una experiencia arriesgada, pero los visitantes estaban encantados y asombrados con esta nueva forma de encontrarse con las piezas que yacían detrás de las vitrinas y que les brincaban al ser iluminadas, descubiertas por la luz que ellos llevaban. En busca de un contraste, posteriormente hicimos una noche titulada ‘Veraneando’, llena de luz y sin adrenalina alguna, en la que invitamos a los visitantes a venir en ropa veraniega al Museo, el público premió con sus aplausos a los tres mejores atuendos; la elección fue difícil, muchos merecían ser premiados, algunos llegaron hasta con salvavidas”, recordó.

El área de Promoción y Difusión Cultural mantiene contacto continuo con instituciones y dependencias culturales para concretar y coordinar actividades conjuntas, por ejemplo con varias facultades de la UNAM, con todos los recintos que conforman el Corredor Cultural Autonomía, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y la Autoridad del Centro Histórico.

Detrás del éxito de “Noche de Museos” “Un programa que vuela con sus propias alas”, así describió la doctora Espinosa a este programa impulsado por la Secretaría de Cultura en el 2009 y que, desde esa fecha, ha estado a su cargo de manera ininterrumpida. Los últimos miércoles de cada mes las puertas y las salas del Museo de la Medicina Mexicana permanecen abiertas hasta las 10 de la noche. Los visitantes pueden integrarse a los siete recorridos simultáneos que inician a las 19:00 horas y que están a cargo de los voluntarios del Palacio, y después seguir con la inauguración de una exposición temporal y/o con la presentación de un espectáculo, todo en el mismo recinto y sin costo alguno. Hasta ahora, se han realizado más de 150 noches, cada una con una propuesta distinta, “aunque un tema haya sido muy exitoso, nunca se vuelve a repetir, renovarse o morir”, precisó.

Fotografías de Carlos Díaz

El Palacio que no se detuvo y su panorama pospandemia
El cierre de las instalaciones del Palacio de la Escuela de Medicina, debido a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, no significó un alto en el camino. “Las actividades culturales no se detuvieron, se trasladaron a la virtualidad. Era de suma importancia que la oferta cultural no se paralizara. Las Noches de Museos se siguieron realizando gracias a la participación y el compromiso de los guías y, por otro lado, la generosidad de los artistas, que desde un principio ofrecieron su trabajo, permitió que se sumaran esfuerzos para llenar las redes sociales de arte”.

“Durante la pandemia, la estrecha colaboración a distancia con los guías y los creadores nos dio la oportunidad de desplegar ideas muy creativas, de hallar alternativas y soluciones para que los canales de exhibición virtuales nos permitieran seguir en contacto con el público y además multiplicaran las ofertas culturales realizadas en conjunto”, recordó la doctora Espinosa.

Esta actividad digital constante permitió llegar a un público más numeroso, en palabras de la doctora Nuria Díaz San Juan, Coordinadora Ejecutiva del Palacio: “Siempre estuvimos conectados con nuestro público e incluso obtuvimos otros públicos, de 350 mil visitantes presenciales subimos a un millón virtuales y decidimos mantenerlos cautivos manteniendo esta herramienta de trabajo”.

Finalmente, recordó que en marzo de 2022 cuando ya fue posible la interacción presencial y la realización de eventos, se contabilizaron 136 visitas guiadas y 98 actividades, así como 200 mil visitantes en todo el año. Los resultados continúan siendo inspiradores y las personas siguen disfrutando de la extensa oferta cultural que sólo es posible gracias a un arduo trabajo por parte de las y los colaboradores del Palacio.

Por Isabel García