Con la finalidad de concientizar sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad de la lucha contra el hambre, desnutrición y pobreza, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) estableció el 16 de octubre como el Día Mundial de la Alimentación.
En el marco de esta celebración, la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana (LCNH) de la Facultad de Medicina de la UNAM organizó un conversatorio académico donde se abordó el lema “El agua es vida, el agua nutre”, donde también se inauguró el “Alimentatón FacMed 2023”, realizado en la explanada de las tienditas del 16 al 27 de octubre.
Al presidir la ceremonia en el auditorio “Dr. Ramón de la Fuente”, la doctora Irene Durante Montiel, Secretaria General de la Facultad, resaltó que “la formación de la LCNH es científica, pero no hay que olvidar que en esta preparación también existe la parte humanística, lo cual se refleja en estas acciones que nos permiten cooperar en la construcción de una mejor calidad de vida para todas y todos”. Asimismo, recordó que el año pasado lograron reunir más de media tonelada de alimentos no perecederos que se donaron a la Red del Banco de Alimentos para distribuirse a personas con inseguridad alimentaria.
Por su parte, la doctora Elvira Sandoval Bosch, Coordinadora de la LCNH, manifestó orgullosa que esta licenciatura se suma a esta causa con el “Alimentatón FacMed 2023”, que además de la donación de alimentos, este año incluyó el acopio de PET, uno de los principales contaminantes del agua. “El llamado de acción en 2023 es sensibilizar a la población acerca de la relación entre el agua y la producción de alimentos para crear un sistema alimentario más saludable y sostenible, podemos marcar la diferencia eligiendo alimentos locales de temporada y frescos, desperdiciando menos y encontrando maneras seguras de reutilizarlos”.
El doctor Luis Fernando Espinosa Camacho, académico de la LCNH y miembro del comité organizador, expuso que “el desperdicio de alimentos y de agua son problemas latentes que cada día incrementan en México y en el mundo, y es nuestra responsabilidad como científicos de la Nutrición Humana contribuir con estrategias de sustentabilidad generadas desde la investigación, el actuar social y la industria”.
Pérdida y desperdicio de alimentos en México
Con el objetivo de identificar con claridad lo que se conoce como pérdida y desperdicio de alimentos (PDA), además de la enorme huella hídrica que dejan en el planeta la producción, el consumo, el desaprovechamiento y los residuos alimenticios, el doctor Genaro Aguilar Gutiérrez, Coordinador de la Red Latinoamericana de Expertos contra Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, habló acerca de los estudios sobre PDA que ha realizado dentro del territorio mexicano, los cuales muestran datos alarmantes acerca de las cantidades de alimentos que no se utilizan. “Cada año se desperdician el equivalente a 30 edificios de jitomate y 20 estadios de litros de leche”, argumentó.
A su vez, compartió algunas estrategias de reducción de PDA, iniciando por capacitar al personal en las unidades de producción, refiriéndose a la cosecha responsable y el cuidado de la materia prima, mejorar la logística en la distribución de los alimentos que requieren de traslados extensos para evitar su descomposición precoz, añadir medias porciones en los menús de restaurantes y hoteles, enseñar a la población a comprar con responsabilidad para disminuir la tasa de PDA en los hogares y continuar con la implementación de programas y redes sociales solidarias con las problemáticas de alimentación.
Llamando a la acción desde la Ciencia de la Nutrición Humana
Con el propósito de detallar acerca de aspectos sociales, seguridad alimentaria, consumo local y los residuos que se generan diariamente, la maestra Nely González Serrano, la doctora Ana Ortega Ávila y el doctor Luis Fernando Espinosa Camacho, docentes de la LCNH, presentaron una reflexión sobre los puntos que establece la FAO para el periodo 2022-2030.
“Hay desaprovechamiento de agua y de alimento incluso antes de adquirirlo, pero después de consumirlo debemos encontrar la forma de no desperdiciar y disminuir estos residuos”, expresó la doctora Ortega Ávila, y añadió que todas y todos podemos establecer opciones de alimentación sostenible a lo largo de la vida, tenemos diariamente la oportunidad de mejorar las condiciones ambientales y nutricionales a través de acciones individuales como reutilizar el agua, comprar únicamente lo que se utilizará y promover el consumo de productos naturales.
Por su parte, el doctor Espinosa Camacho comentó que “es necesario tomar medidas con respecto a los alimentos industrializados, si dejamos de consumirlos también se reducirá su producción y esto brindará la oportunidad de aumentar la productividad de la agricultura”. Del mismo modo, puntualizó que la industria de alimentos es una de las principales razones de escasez y contaminación del agua, sin embargo, “es un mal necesario, pues el procesamiento de alimentos favorece a la disponibilidad por mayor tiempo para que lleguen a regiones de difícil acceso”, manifestó.
A su vez, la maestra González Serrano indicó que “hay una cadena de actores involucrados desde la producción hasta la compra de alimentos, y el compromiso social está muy relacionado con las prácticas éticas en cuanto a la profesión que desempeñamos y a las actividades diarias”, recalcando que “es tarea de toda la población el involucrarse, interesarse y preocuparse por las desigualdades sociales que generan la desnutrición y el hambre”.
Fotografías: Adrián Álvarez
Evitemos el desperdicio de alimentos; una reflexión desde el estudiantado
Darany Airam César Hernández, Aime Delgadillo Rodríguez, Jaime Herrera Ruiz, Alma Margarita Huerta García, María Fernanda López Flores, Alejandra Luna Burelo, Carlos Antonio Montaño Villanueva, Cinthya Alejandra Riverol Fuentes y Paola Itzel Vázquez Del Ángel, alumnas y alumnos de la primera generación de la LCNH abordaron temas como la compra responsable de las y los consumidores y el mapeo que han realizado alrededor de Ciudad Universitaria sobre los establecimientos en los que la comunidad puede encontrar alimentos saludables y de buena calidad; además, compartieron su punto de vista y reflexionaron acerca de su papel como estudiantes y como futuras científicas y científicos de la Nutrición Humana para desarrollar estrategias que aporten beneficios a la salud y al medio ambiente.
Dentro de sus conclusiones destacaron la importancia de llevar sus propios alimentos a la escuela para disminuir el consumo de productos empaquetados o procesados, cuya elaboración requiere de grandes cantidades de agua potable y sus residuos generan mayor concentración de gases de efecto invernadero en el ambiente, por lo que enfatizaron en realizar compras con responsabilidad, tomando en cuenta las porciones indicadas, el alimento que se preparará y el número de personas que comerán.
Además, recomendaron a las y los asistentes la preparación de recetas prácticas y saludables que se ajusten a sus horarios y a sus posibilidades, agregando que como profesionales de la Nutrición Humana deben influir desde la propia práctica en la mejora de hábitos que fomenten la alimentación sana y sustentable, en la educación de la población y en la difusión de información relacionada con el impacto fisiológico, económico, social y ecológico que tienen los productos que consumen.
Finalmente, recordaron la importancia de ver cada comida como un momento de convivir y compartir para aminorar los desperdicios.
En el Instagram de la Licenciatura se compartirán recetas de aprovechamiento para favorecer el consumo sustentable y sostenible.
Por L. Ixchel Díaz