“Elegí realizar mi Servicio Social en una sede rural porque desde que comencé a estudiar Medicina tenía la curiosidad y el deseo por dejar huella en otra población para contribuir en la mejora de los servicios de salud en todo el país”, expresó Javier Molina Olmos, médico pasante de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien pertenece al Programa de Acción Comunitaria de la Secretaría de Salud en el municipio de Zacazonapan, Estado de México.

Como parte de su Servicio Social en la modalidad de Vinculación, desempeña diversas actividades como la consulta externa, donde atiende a pacientes con enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, controles prenatales o cualquier padecimiento en general. También contribuye con acciones de promoción a la salud, como la creación de folletos, trípticos, periódicos murales e impartición de charlas comunitarias para fomentar un estilo de vida saludable en las y los pobladores de esta zona.

La participación de Javier en este programa ha sido una experiencia enriquecedora que le ha brindado la oportunidad de crecer a nivel personal y profesional, pues ha tomado decisiones médicas en situaciones de urgencia, y eso le ha ayudado a desarrollar su capacidad para ser resolutivo y resiliente, recalcando que la presencia, el apoyo y la orientación de médicos experimentados en su Servicio han sido fundamentales en este proceso de aprendizaje.

A su vez, refiere que gracias a todo lo que ha vivido durante estos meses se ha convertido en “un ser humano y un médico más empático”, ya que se ha percatado de las necesidades y las situaciones a las cuales se enfrentan la mayoría de las comunidades rurales. Asimismo, consideró que dos de los mayores desafíos que ha enfrentado han sido la falta de recursos y la distancia que las y los pacientes deben recorrer para recibir su tratamiento: “Estaba acostumbrado a tener unidades médicas muy cerca entre una y otra en la Ciudad de México, y aquí en el pueblo sólo hay una, que lamentablemente no siempre cuenta con los insumos requeridos para el control y manejo especializado de algunas enfermedades”, manifestó.

“Mi interacción con la gente de Zacazonapan no se limita únicamente a la consulta médica, pues la población es amable, acogedora y cálida. Formar vínculos con ellas y ellos me ha permitido ampliar mi labor en materia de prevención y promoción”, compartió agradecido porque la comunidad lo recibió con gran hospitalidad, mostrándole un profundo aprecio por su presencia y reconociéndolo como “el médico”, lo que lo llena de alegría y satisfacción.

Aunque Javier sabe que en su actuar también existen limitaciones para abordar todos los retos que demanda la comunidad, se esfuerza diariamente por disminuirlos a través de una buena actitud y del trabajo en equipo con otros profesionales de la salud como de Nutrición y de Odontología, con quienes ofrece atención integral y hace una invitación constante para acudir al centro de salud.

Fotografías: cortesía del MPSS Javier Molina

Finalmente, él anima a otros compañeros a considerar esta plaza de Servicio Social, pues es una de las más completas, ya que ofrece el respaldo y la oportunidad de enfrentarse a una amplia variedad de casos médicos desde el primer día, y además proporciona capacitaciones y cursos continuos para mantener a los médicos en formación al tanto de las últimas novedades en la Medicina.

Por L. Ixchel Díaz