HISTORIAS DE ÉXITO #MUJERESFACMED
Mi nombre es María Fernanda Ramírez Flores. Mi interés por la Medicina no surgió de manera tradicional. Inicialmente, terminé la Licenciatura de Biología y me especialicé en Genética Médica; sin embargo, al involucrarme en el ambiente hospitalario me di cuenta que mi verdadera pasión era brindar atención médica directa, y así fue como tomé la decisión de estudiar la Licenciatura de Médico Cirujano.
Opté por la Facultad de Medicina de la UNAM porque siempre fue mi sueño cursar la carrera en esta institución. Posteriormente, tuve la oportunidad de ser invitada a formar parte del Plan de Estudios Combinados en Medicina (PECEM), lo cual fue una oportunidad única. Este programa me ha enseñado a ser resiliente y paciente en la búsqueda de grandes objetivos; además, nos da la posibilidad de aprender de los investigadores más destacados de México y América Latina en diversas sedes. Estoy muy agradecida por las oportunidades que me han brindado.
En ese sentido, he participado en diversas investigaciones en Inmunología, Farmacología y Otoneurología. Actualmente, estoy haciendo mi Servicio Social con la doctora Ingris Pelaez Ballestas en el Área de Investigación en Reumatología del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”. Realizamos una investigación sociomédica relacionada con el lupus, donde examinamos cómo diversos factores, como la educación, las creencias culturales, e incluso los propios profesionales de la salud, pueden influir en los retrasos del diagnóstico de esta enfermedad.
Ser una mujer en la ciencia es una experiencia compleja. A menudo nos enfrentamos a cierto machismo de nuestros superiores, colegas e incluso de pacientes, pero las nuevas generaciones estamos trabajando para cambiar esta dinámica y abogar por la igualdad de género.
Me alegra ver que más mujeres se están involucrando en la ciencia, pero considero que aún hay un largo camino por recorrer. Aunque la mayoría de los estudiantes en Medicina son mujeres, las oportunidades para convertirse en líderes en la investigación a nivel nacional siguen siendo limitadas, por lo que es esencial tener igualdad de oportunidades en todos los niveles.
A aquellas jóvenes interesadas en formar parte del PECEM, quiero decirles que sus voces son necesarias, pero asegúrense de que esto sea lo que realmente quieren, ya que es esencial que dediquen su tiempo y esfuerzo en algo que les apasione; no se limiten a la idea de que la investigación sólo se hace dentro del laboratorio, pues se puede abordar de maneras diversas y enriquecedoras; mantengan siempre claros sus principios éticos al realizar ciencia y recuerden que en la Medicina los pacientes son más que sus enfermedades; busquen un mentor que no sólo sea un buen investigador, sino también una persona con ética, responsable y dispuesta a compartir su conocimiento.
Asimismo, recuerden que su trabajo debe contribuir al cambio y a mejorar la realidad; el síndrome del impostor es una realidad en esta área, por eso siempre necesitarán una red de apoyo sólida para superar las frustraciones que lleguen a tener; y a pesar de los desafíos, la colaboración y el respaldo mutuo son clave para el éxito.