En una actuación estelar, el equipo varonil de voleibol de la Facultad de Medicina de la UNAM se erigió con la medalla de oro en los Juegos Universitarios 2024 en la disciplina de voleibol de sala. Este logro excepcional no sólo da testimonio de la destreza de los jugadores en la cancha, sino también destaca la dedicación colectiva que ha impulsado al equipo hacia la cima del éxito.

Liderado por Claudio Alejandro Morán Ortiz, estudiante de cuarto año de la Licenciatura de Médico Cirujano, el equipo conformado por Marco Antonio Ruíz Zúñiga (segundo año), Diego García Garriaga (tercer año), Alexis Mendoza Damián (tercer año), Lorenzo Emmanuel Merino Duarte (tercer año), Johann Silva Pulido (tercer año), Paul Miramontes (Internado Médico), y Alejandro Ávila Armenta (tercer año de la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana), ha labrado su camino hacia la victoria con esfuerzo, entrenamiento intensivo y un compromiso inquebrantable.

“Individualmente como deportistas muchos de nosotros llevamos más de cinco años en el deporte, y la mitad del equipo es también miembro del representativo de la UNAM (tanto en voleibol de sala como de playa), eso indudablemente aportó una mezcla única de habilidades y experiencia en el entrenamiento y la competencia”, comentó Claudio Morán, quien en su papel fundamental como capitán, se convirtió en un faro de calma en momentos cruciales.

Expresó además la complejidad y el rigor de la preparación que tuvieron como equipo para los Juegos Universitarios, entrenando por más de cuatro meses; por lo que esta medalla no sólo representa la victoria en una competición, sino que simboliza el fruto tangible del esfuerzo diario y continuo, superando desafíos logísticos y coordinando horarios entre entrenamientos, competiciones y responsabilidades académicas y personales.

“Todos nosotros hemos tenido momentos donde consideramos dejar el deporte y concentrarnos en nuestra carrera, pero este tipo de reconocimientos y la satisfacción personal por resultar con la medalla, nos hacen darnos cuenta que no todo es la carrera, es posible organizarse y disfrutar de otras actividades que nos gusten, en este caso el voleibol”, detalló.

Sin duda alguna, el respaldo de su entrenador y la Facultad de Medicina fue un componente esencial. Desde el suministro de uniformes hasta el aliento apasionado en los encuentros decisivos, la institución respaldó a sus atletas de manera constante. Este apoyo significativo, junto con el orgullo de representar a la Facultad, y enaltecerla en un campo más allá de la academia y la investigación, como lo es el deporte, agregó un impulso adicional al desempeño del equipo.

Entre los momentos destacados del torneo, Claudio Morán señaló con emoción la semifinal contra la Facultad de Filosofía y Letras. Este encuentro no sólo fue una prueba física, sino también un enfrentamiento emocional contra compañeros del equipo representativo de la UNAM, agregando una capa adicional de intensidad a la competencia. “Fue extraño verlos como rivales, además sabíamos del alto nivel que caracteriza su juego, pero eso también ayudó para adaptar nuestra táctica y ritmo”, enfatizó. Así, identificó a la comunicación, la táctica astuta, el ritmo en el juego y el análisis meticuloso del equipo contrario como las claves para su éxito.

“Después de la final contra la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, al coronarnos en el podio, vimos culminado todo un proceso de preparación, sacrificios y experiencias; estamos muy contentos con el resultado”, subrayó. Con la mirada puesta en el futuro, ninguno de los integrantes del equipo planea descansar. Su intención es clara: repetir el éxito en futuras competiciones y mantenerse en la cima.

Este triunfo no sólo los consagra como el equipo que desvió el trayecto entonces invicto de la Facultad de Ingeniería, consagrándose como los nuevos campeones, sino también establece un precedente inspirador para futuras generaciones de estudiantes-atletas, un testimonio de cómo la pasión, la dedicación, el compromiso y el trabajo en equipo pueden converger y crear resultados exitosos.

Luisa Vera