La Medicina es un campo que traspasa fronteras, y la doctora Samanta Palomares Gutiérrez es un ejemplo vivo de ello. Recientemente, esta residente de la especialización en Medicina Familiar de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM realizó una movilidad en la Universidad de la República (UDELAR) en Uruguay, donde dejó una huella imborrable en el ámbito médico local.

La doctora Palomares Gutiérrez recordó que desde niña su sueño siempre fue ser médica, pues considera que “es una profesión muy humana que nos permite poner un granito de arena para apoyar a la sociedad y qué mejor que aplicando todos los conocimientos de esta ciencia en el proceso de salud y enfermedad”.

Igualmente, agregó que después de egresar de la Facultad de Medicina su primera opción fue ser especialista en Medicina Familiar, ya que es uno de los pilares más importantes en la Medicina por ser parte del primer nivel de atención, con un enfoque preventivo en donde se acompaña al paciente desde antes de nacer hasta su etapa adulta.

Durante su estancia en Uruguay, no sólo demostró su destreza clínica y su compromiso con el bienestar de los pacientes, sino también compartió su experiencia y conocimientos con colegas y estudiantes de Medicina en la UDELAR. “Estuvimos haciendo rondines rurales, así le denominan a las visitas domiciliarias para ver pacientes crónicos y tuve la oportunidad de estar en la consulta. Los jueves, que eran nuestros días académicos, pude ver casos clínicos con internos y residentes en Medicina Familiar”.

La movilidad de residencia no sólo amplió los horizontes profesionales de la doctora Palomares Gutiérrez, sino enriqueció su perspectiva sobre el servicio médico en un contexto internacional. A través del intercambio de prácticas y la colaboración con sus pares en Uruguay, pudo adquirir una comprensión más profunda de las necesidades y desafíos que enfrentan los sistemas de salud en diferentes partes del mundo.

“Hay diferencia en cuanto asistencia de salud tanto pública como privada, así como en los tamizajes que se realizan en México con el enfoque preventivo de acuerdo a la prevalencia de algunas enfermedades; en Uruguay es distinto, no son las mismas patologías que vemos nosotros”, indicó la doctora Palomares Gutiérrez.

Fotografías cortesía de la Dra. Samanta Palomares

El compromiso con la excelencia médica y la disposición para explorar nuevas perspectivas son un testimonio de su dedicación a la profesión y a la mejora continua de la atención médica. Su experiencia en la UDELAR no sólo fortalecerá los lazos entre profesionales de la salud en Uruguay y México, sino que de igual forma inspirará a otros a seguir su ejemplo y buscar oportunidades de intercambio médico en el extranjero.

“Durante mi formación académica quise realizar un intercambio extranjero, por alguna razón no se me hizo como estudiante de Medicina, pero ahora de residente fue una experiencia única. Recomiendo adentrarse un poquito más allá de la Medicina en México, debemos conocer cómo se maneja en otros países”, concluyó .

Por Diego García