En el marco del Día Internacional contra la lesbofobia, homofobia, transfobia y bifobia (17 de mayo), el Programa Institucional de Cultura de Igualdad de Género (CIG), el Programa de Estudios de Género en Salud (PEGeS) y la Comisión Interna para la Igualdad de Género (CInIG) de la Facultad de Medicina de la UNAM organizaron el evento “Salud sin discriminación por mi orientación”.

Con el propósito de visibilizar y combatir prácticas de violencia y discriminación en la atención de personas LGTBIQ+, el pasado 14 de mayo se realizaron conferencias y mesas de diálogo en el auditorio “Dr. Alberto Guevara Rojas”, donde se compartieron perspectivas y reflexiones entre la comunidad y el personal de la salud.

Durante la ceremonia de inauguración, la doctora Gabriela Borrayo Sánchez, Secretaria General de la Facultad Medicina, mencionó que “esta institución tiene un alto compromiso con la formación de profesionales capaces de generar acciones por el bienestar físico, emocional y social de las diversidades sexo-genéricas en espacios inclusivos, libres de violencia y discriminación, fomentando el respeto y el reconocimiento a los derechos humanos de todas, todos y todes”.

La doctora Beatriz Cerda De la O, miembro de la CInIG, habló sobre la evolución histórica del concepto de homosexualidad, el cual fue considerado como un “trastorno psicopatológico de la orientación sexual hasta la actualización número 11 de la Clasificación Internacional de Enfermedades”, y puntualizó que a partir de esta edición también se eliminaron las categorías que incluían a la identidad de género como un trastorno mental.

La experiencia desde el activismo y el trabajo en el sector público

En su conferencia, la maestra Angie Rueda Castillo, activista y servidora pública en la Secretaría General del ISSSTE, afirmó que “la revolución pasiva determinada por la contribución activa entre la sociedad y la implementación de políticas públicas, programas institucionales y reformas constitucionales son las herramientas que lograrán cambios verdaderos relacionados con la igualdad de género y el respeto a la divergencia de la sexualidad“, recalcando la importancia de reconocer a las personas pansexuales, asexuales y no binarias en esta lucha.

Asimismo, refirió que aunque ya se han conseguido avances en materia de salud pública para la comunidad LGBTIQ+, como los tratamientos hormonales de modificación de género, todavía existen limitaciones y estigmas para abordar padecimientos como VIH y SIDA. “Es necesario continuar con la creación de propuestas y no dejar de presionar a los gobiernos para mejorar las condiciones de las poblaciones vulnerables”, puntualizó.

Diálogos entre personas trans y personal de la salud

En esta mesa de diálogo moderada por el maestro Eduardo Jiménez Armenta, integrante de la CInIG y técnico académico de la LF, la maestra Lía García (Lía la Sirena) comentó acerca de su experiencia al recibir atención fisioterapéutica por el licenciado Christian Lazcano Benítez, profesor de la Licenciatura en Fisioterapia (LF) de la Facultad de Medicina de la UNAM.

“Tanto en el sector público como en el privado, algunos médicos se refirieron a mí en masculino, miraron mi apariencia de forma lasciva o simplemente me enviaron a la lista de espera para tratar una fractura. Cuando finalmente contacté a la LF, me atendieron oportunamente y, sobre todo, con respeto a mi persona, mi identidad, mi orientación y mi cuerpo”, expresó Lía García, invitando a que las, los y les profesionales de la salud analicen sus actitudes y comportamientos en la práctica. Finalmente, destacó que “cuando tocas el cuerpo de una persona trans, también estás tocando su historia, su resistencia y sus luchas, porque la discriminación, el racismo y el clasismo que perpetra el sistema médico también deja cicatrices”.

Por su parte, el licenciado Lazcano Benítez argumentó que “en la formación de fisioterapeutas dentro de la LF, nos ocupamos de inculcar diariamente valores como la empatía en las, los y les estudiantes para favorecer acercamientos e intervenciones en las que todas las personas se sientan seguras, acogidas y respetadas sin importar su preferencia o identidad”; añadiendo que en estas situaciones en donde el cuerpo se encuentra vulnerado por una lesión, pérdida o limitación, “nosotros tratamos de ofrecer una atención integral para sanar físicamente, recuperar la funcionalidad y ayudar a que las personas retomen sus actividades cotidianas, como lo fue en el caso de Lía”.

Enfermedad por modelantes en personas trans

La doctora Marisol Ochoa Apreza, subespecialista en Dermatología Pediátrica, remarcó que en México la inyección con modelantes es una práctica barata y rápida utilizada con el fin de feminizar o masculinizar el cuerpo, sin embargo, puede tener efectos adversos importantes para la salud, los cuales representan cerca del 10 por ciento de los motivos de consulta en dermatología. Lamentablemente todos los pacientes con esta enfermedad son mujeres trans y esto es debido a que al ser más susceptibles a trastornos como la disforia de género, rápidamente quieran hacer un cambio en su conformación física debido a la presión social y los altos estándares de belleza que impone la sociedad.

Asimismo, comentó que en México el 28.7 por ciento de las personas de dicha comunidad ha pensado o ha intentado suicidarse y no es porque estas personas sean propensas a enfermedades psiquiátricas o psicológicas, sino que han sido más vulnerables al recibir más rechazo, discriminación y violencia. También mencionó que en la Unidad de Salud Integral para Personas Trans se cuenta con un servicio de atención multidisciplinaria donde se realizan ferias de promoción a la salud, terapia hormonal de afirmación de género, y se brindan servicios de psicología y psiquiatría: “Cuando nos preguntaron por qué quisimos estudiar Medicina, dijimos todos ‘queremos ayudar a la gente, no dijimos quiero ayudar solamente a las mujeres, o solamente a los hombres’”, finalizó.

Retos en el abordaje de las infancias trans

La paidosiquiatra María del Carmen Beltrán Rodríguez abrió la plática definiendo al género, la identidad sexual y la identidad de género, comentando que para su desarrollo participan factores desde un nivel individual como la genética, los cromosomas, las hormonas, hasta una parte colectiva que involucra a la familia, los sistemas de salud, políticos, económicos y culturales, pues a través de estos niveles es donde se desarrolla el ser humano para crear su identidad.

Fotografías: Brisceida López

También habló sobre los riesgos a los que se encuentra expuesta la comunidad trans como discriminación, rechazo familiar o marginación social que los hace más propensos a otras problemáticas, por lo que uno de los mayores retos como profesionales de la salud consiste en esa capacitación continua para brindar una mayor educación integral en sexualidad y brindar una atención basada en evidencia.

Por otro lado, la paidosiquiatra Tonalli González Esqueda habló sobre los trastornos mentales y el comportamiento en los niños y adolescentes, mencionando que el Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro”, donde actualmente labora, tiene el objetivo de brindar una atención de tercer nivel a los casos más graves de trastornos mentales. Además, remarcó que existe un hueco muy grande en la priorización de la salud mental en la consulta médica de primer nivel.

“Deberíamos enfocarnos en que nuestros niños sean felices y no en que quepan en una cajita de cartón donde todo se ve bonito, tenemos que ser los facilitadores para que en el entorno donde se desenvuelvan, como la comunidad, las escuelas, los centros sociales o los centros religiosos, deje de haber ese estereotipo porque se quieren vestir o arreglar de manera diferente cuando están en su proceso de autodefinición, pues finalmente la infancia y la adolescencia permiten el desarrollo de la personalidad.

L. Ixchel Díaz