El insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes, afectando a una gran proporción de la población adulta. Su prevalencia requiere una atención especializada, ya que factores físicos, psicológicos y ambientales contribuyen al insomnio crónico y, por ende, el tratamiento debe ser multidisciplinario y personalizado para una recuperación efectiva”, aseguró la doctora Guadalupe Terán Pérez, Directora Clínica del Centro Neurológico y de Sueño.

Para hablar de la definición, prevalencia y consecuencias en la salud física y mental del insomnio crónico, la Coordinación de Investigación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad de Medicina de la UNAM realizó la décimo cuarta sesión del Seminario de Actualización en Salud Mental. En dicha conferencia se discutieron los factores que contribuyen a la aparición de este trastorno y se presentaron tratamientos que destacan la importancia de la terapia cognitivo-conductual y la regulación de hábitos de sueño para mejorar la calidad de vida.

Durante la actividad transmitida por YouTubela ponente explicó que “la calidad del sueño no se mide únicamente por su duración, sino también por la arquitectura y continuidad del mismo. Estos aspectos son esenciales para comprender el bienestar del paciente“. La importancia del sueño radica en su influencia en el aprendizaje, la memoria y la regulación de procesos biológicos.

Los ciclos de sueño, divididos en etapas REM y no REM, desempeñan funciones específicas para la salud, influyendo directamente en los procesos de memoria y aprendizaje. A medida que envejecemos, nuestras necesidades de sueño cambian; sin embargo, la calidad del sueño sigue siendo crucial, especialmente en adultos mayores”, indicó la conferencista quien también es miembro del Comité Científico de la Asociación Latinoamericana del Sueño.

El ritmo circadiano, que regula nuestros patrones de sueño y vigilia, se sincroniza con los ciclos de luz y oscuridad, siendo vital para la producción adecuada de melatonina. Esta hormona juega un papel esencial en la regulación de los ritmos biológicos del cuerpo. “Desajustes en estos ritmos pueden tener consecuencias graves para la salud“, advirtió la doctora Terán Pérez.

La falta de sueño está relacionada con diversas enfermedades crónicas, incluyendo condiciones cardiovasculares y metabólicas. Dormir menos de seis horas incrementa significativamente el riesgo de desarrollar estas enfermedades. Además, el insomnio es un problema creciente, afectando hasta el 40 por ciento de la población post-pandemia.

El insomnio, que puede manifestarse en adultos y niños, se presenta con síntomas como fatiga diurna, problemas de memoria y cambios en el estado de ánimo, como ansiedad y depresión. Estos síntomas pueden impactar negativamente la vida social y laboral. La especialista señaló que “el diagnóstico adecuado es crucial para el tratamiento efectivo del insomnio“, el cual puede estar relacionado con comorbilidades como hipertensión y diabetes.

Este trastorno puede ser de corta duración, pero factores perpetuantes como la preocupación excesiva pueden mantenerlo. Esto genera un ciclo vicioso que empeora la situación del paciente. Los adolescentes con insomnio son particularmente vulnerables, siendo más propensos a consumir sustancias adictivas y a tener comportamientos de riesgo, lo que agrava su situación y complica el tratamiento del insomnio”, afirmó la panelista.

El tratamiento del insomnio debe ser integral, combinando terapia cognitivo-conductual y, si es necesario, tratamientos farmacológicos a corto plazo. La higiene del sueño, que incluye un ambiente confortable y la reducción de la exposición a ruidos y luces, es clave para mejorar la calidad del sueño.

La doctora Terán Pérez recomienda una alimentación adecuada, rica en triptófano y baja en carbohidratos simples, para reducir el riesgo de insomnio. También, concluyó que el sueño es un proceso complejo y dinámico que evoluciona con la edad; dormir es esencial para desarrollar funciones físicas y mentales. La falta de sueño se asocia con problemas de salud mental, existiendo una correlación bidireccional.

Finalmente, la doctora Silvia Aracely Tafoya Ramos, Académica del DPSM de la Facultad, realizó una sesión de preguntas y respuestas, al mismo tiempo que agradeció al público por su asistencia. 

Fernando Jacinto