En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas (25N), la Facultad de Medicina de la UNAM organizó la mesa redonda “Hombres que trabajan con hombres que ejercen violencia”, que abordó las complejas relaciones entre masculinidades y violencia. Este espacio de reflexión, moderado por los doctores Raúl Sampieri Cabrera y Samuel Bravo Hurtado, miembros de la Comisión Interna para la Igualdad de Género de la Facultad, ofreció un análisis profundo y crítico sobre los desafíos que enfrentan los hombres en la deconstrucción de patrones patriarcales.

El evento, realizado en el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza” y transmitido por YouTube, comenzó con una premisa central: el género sigue siendo visto, en muchos espacios, como un tema exclusivamente vinculado a las mujeres. El licenciado Jorge Leonardo Zetina Vélez, responsable del Subprograma de Capacitación en Género y Desarrollo (GENDES), AC, señaló que cada vez hay más hombres que cuestionan estas ideas, muchas veces gracias al impacto de figuras feministas en sus vidas. “La mayor parte de nosotros llegamos a este tema gracias a una maestra feminista que sembró en nosotros la duda sobre si los ordenamientos de género eran naturales o no“.
En su oportunidad, el maestro Fernando Huerta Rojas, fundador de la Academia Mexicana de los Estudios de Género de los Hombres, AC, enfatizó cómo la crítica hacia quienes buscan desarmar las estructuras de privilegio masculino es constante, tanto desde otras masculinidades como desde sectores de la sociedad en general. “La masculinidad hegemónica es un pilar del patriarcado, y cuestionarla implica enfrentarse no sólo al rechazo, sino también a la soledad. Muchos hombres en este proceso nos sentimos aislados, porque no encontramos espacios de resonancia con nuestras inquietudes“.

Uno de los puntos centrales del diálogo fue la identificación de cómo los privilegios masculinos están profundamente arraigados en las dinámicas sociales y culturales. “La sociedad patriarcal ha naturalizado que los hombres se beneficien del trabajo y cuidado que históricamente han desempeñado las mujeres“, mencionó el maestro Huerta Rojas.
En este sentido, resaltó la importancia de romper con las resistencias culturales que trivializan los debates sobre género y masculinidad. “Hay quienes piensan que hablar de la ‘a’, la ‘o’ y la ‘e’ es algo nefasto, pero lo que estamos cuestionando no es el lenguaje, es la estructura misma de la sociedad patriarcal“.
Otro punto central de la mesa de discusión fue resaltar la necesidad de institucionalizar los programas de atención a la violencia patriarcal. Aunque muchas universidades han implementado protocolos, queda mucho por hacer para que estas iniciativas sean efectivas y sostenibles. El licenciado Zetina Vélez explicó que “es necesario transformar estos protocolos en acciones concretas que contemplen la atención y prevención, pero también la sanción y erradicación de la violencia“.

Asimismo, los panelistas destacaron el papel de la UNAM como un espacio privilegiado para este tipo de debates. “Estamos en uno de los universos más generosos y creativos que existen. La Universidad marca pauta en los estudios de género y feminismo, y ofrece un lugar para cuestionar y transformar el mundo“, apuntó.
El evento cerró con una invitación a las y los asistentes a asumir compromisos políticos y personales para transformar las estructuras de poder que perpetúan la violencia de género. “Hablar de violencia y masculinidades no es suficiente, pero es un paso necesario para construir sociedades más igualitarias“, comentó el doctor Sampieri Cabrera.
Aunque los avances en esta materia son lentos y enfrentan resistencias, los participantes coincidieron en que espacios como esta mesa redonda son transformadores para promover cambios profundos. “Nos entusiasma pensar que las personas aquí presentes puedan llevar estas reflexiones a otros espacios y generar conversaciones que transformen más vidas“, concluyó el licenciado Zetina Vélez.
Diego García