Con el objetivo de ofrecer a los profesionales de la salud las habilidades necesarias para la escritura de artículos científicos, la 17ma sesión del Seminario de Actualización en Salud Mental, organizada por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad de Medicina de la UNAM, contó con la presencia de la doctora Ana Fresán Orellana, investigadora en Ciencias Médicas en la Subdirección de Investigaciones Clínicas del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”.

Durante la actividad transmitida por YouTube, la doctora Silvia Aracely Tafoya Ramos, académica del DPSM y moderadora del evento, indicó que la investigación es fundamental para el avance del conocimiento y el desarrollo de la sociedad; en ese sentido, resulta importante durante el transcurso de una profesión, sistematizar la información y plasmarla en un documento, una habilidad que no a todos se les enseña correctamente. 

La doctora Fresán Orellana mencionó que, al terminar una investigación, el primer paso es seleccionar una revista para publicar los resultados, ubicando aquellas cuyos objetivos se relacionen con el tema tratado, así como evaluar el factor de impacto de la revista, ya que muchas de ellas no se consideran científicas.

“El factor de impacto es una medida de la importancia que va a tener una publicación científica, es calculado por el Instituto de Información Científica (ISI, por sus siglas en inglés), donde en un periodo de 2 años se toma el número de artículos que publicó una revista y el número de citas que recibieron esos artículos, entre mayor sea el factor de impacto, significa que la revista está llegando a más personas”.

Asimismo, explicó que el trabajo en equipo es necesario para la elaboración del artículo, todos los autores deben estar conformes con la selección de la revista, así como en la versión final que se mandará y las indicaciones que se piden para publicarlo, pues se deben cumplir todas las normas o el artículo podría rechazarse. 

Dentro de las características generales que piden las revistas, están la carátula o página de encabezado, el resumen y/o abstract, el cual se solicita no tenga una extensión mayor a 250 palabras y una recomendación es elaborarlos hasta que ya se terminó el artículo; otro punto es la introducción, enfocada al objetivo de investigación y con una extensión máxima de 3 hojas a doble espacio.

Posteriormente sigue la metodología, compuesta por diversos apartados o áreas, el primero de ellos son los sujetos, es decir, una descripción de los individuos incluidos en el estudio; otra sección son los instrumentos, donde se colocan las escalas o entrevistas empleadas para la realización de la investigación; otro componente es el procedimiento, ahí se pone cómo se realizó todo lo anterior. 

De acuerdo con la doctora Fresán Orellana, el siguiente elemento de la metodología es el análisis estadístico, un área que “asusta” a los investigadores, pues aunque no es necesario ser un experto, se necesitan conocimientos y fundamentos para saber si un procedimiento es adecuado: “Aunque existen análisis complejos, el trabajo en equipo con gente que tiene una sólida formación en este ramo, es fundamental para aterrizar los número en la realidad social y clínica que estamos buscando, recordemos que cada número es una persona”, apuntó.

Otro apartado son los resultados, entre sus características se encuentran que sean concisos y relacionados con el objetivo, plasmarse de la forma más simple y para su presentación al lector; después viene la discusión y/o conclusiones, donde es útil iniciar con el objetivo del estudio, no se debe repetir lo que se encuentra en el apartado de resultados, al contrario, se debe hablar de los principales hallazgos y compararlos con lo que se ha descrito en la literatura, las implicaciones en el área de interés, limitaciones y áreas de oportunidad. 

Finalmente, las referencias, una de las partes más tardadas del artículo, a pesar de los numerosos programas que existen en la actualidad para su apoyo, es necesario revisar perfectamente las indicaciones a los autores y el formato que se emplea para evitar errores: “La revisión de un artículo puede ser frustrante, mantengan la humildad de una retroalimentación negativa, tengan tolerancia a la frustración, porque eso nos vuelve mejores para escribir, verán lo bien que se siente cuando publican su primer artículo”, aseguró la doctora Fresán Orellana.

Tomás Ortega