Como parte de las actividades para celebrar 30 años de que se imparte la asignatura de Inmunología en la Facultad de Medicina de la UNAM, el Departamento de Bioquímica realizó la 2ª sesión del Ciclo de Conferencias que ha reunido a especialistas, académicos y estudiantes desde octubre. El evento se realizó el pasado 11 de diciembre en el auditorio “Dr. Alberto Guevara Rojas”, bajo la coordinación del doctor Jesús Marvin Rivera Jiménez, Coordinador de Enseñanza de Inmunología de dicho Departamento.

Durante la actividad transmitida por YouTube, el encuentro académico presentó 6 conferencias sobre temas fundamentales de la Inmunología moderna, donde las y los instructores de la asignatura de 5°, 7° y 9° semestre fueron los expositores principales, contribuyendo al desarrollo y difusión de esta disciplina.
La jornada académica inició con la conferencia “Estructura de las inmunoglobulinas” impartida por Valeria Cabrera y Santiago Sabater, en donde a manera de un interesante relato, explicaron a detalle el proceso de descubrimiento de la estructura de estas proteínas. Rodney Porter y Gerald Edelman ganaron el Premio Nobel de Medicina en 1972 por descifrar la estructura de los anticuerpos. Porter usó papaína para dividirlos en fragmentos Fab y Fc, mientras Edelman descubrió que se componen de cuatro cadenas: dos pesadas y dos ligeras, unidas por puentes disulfuro. Sus hallazgos complementarios fueron cruciales para entender el funcionamiento de los anticuerpos y desarrollar terapias modernas.

En la conferencia “Diversidad de las Inmunoglobulinas”, Jocelyn López e Itza Huerta hablaron sobre el trabajo de Susumu Tonegawa, científico japonés, que ganó el premio Nobel de Medicina en 1987 por descubrir cómo el cuerpo produce millones de anticuerpos diferentes. Tonegawa demostró que los genes de anticuerpos no están completos en el DNA desde el nacimiento, sino que existen como segmentos separados que se recombinan durante el desarrollo de las células B. Este proceso de “reordenamiento genético” permite generar una gran diversidad de anticuerpos con un número limitado de genes. Su descubrimiento revolucionó la Inmunología y abrió nuevas vías para tratar enfermedades autoinmunes.

“Suero anti-difteria” fue una conferencia expuesta por Camila Castellanos y Verónica González, en donde hablaron de las aportaciones de Emil Adolf von Behring, quien recibió el primer Premio Nobel de Medicina en 1901 por desarrollar la seroterapia contra la difteria y el tétanos. Descubrió que los animales que sobrevivían a la difteria producían sustancias protectoras en su sangre (anticuerpos) y que este suero podía transferirse para proteger a otros. Sus hallazgos revolucionarios salvaron innumerables vidas, especialmente de niños, y establecieron las bases de la Inmunología moderna y la inmunización pasiva.

Marco Reyes y Miguel Hernández presentaron a Peter Doherty y Rolf Zinkernagel, personajes que ganaron el Premio Nobel de Medicina en 1996 por descubrir cómo los linfocitos T reconocen células infectadas por un virus. En la Universidad de Canberra demostraron que estas células inmunes sólo identifican virus cuando están presentados por proteínas MHC propias, proceso llamado “restricción del MHC”, mismo nombre de la conferencia de los expositores. Este hallazgo fue crucial para desarrollar inmunoterapias contra el cáncer, comprender el rechazo en trasplantes y tratar enfermedades autoinmunes.

Posteriormente, Yolanda Villegas y Tyrone Garay presentaron la conferencia “Puntos de control inmunitario: CTLA-4”, donde abordaron este importante mecanismo de regulación inmunológica. CTLA-4 fue descubierto en 1987 por James Allison, quien en 1995 demostró que actuaba como “freno” del sistema inmune. Esta proteína se expresa en células T activadas y compite con CD28 por unirse a B7, frenando la respuesta inmune. Las células cancerosas aprovechan este mecanismo para evadir el sistema inmune. Su bloqueo con anticuerpos como ipilimumab ha revolucionado el tratamiento del cáncer.

Para cerrar el ciclo de conferencias, los médicos pasantes Fernanda Velásquez y Carlos García presentaron a manera de cuento clásico “Puntos de control inmunitario: PD-1”, complementando así la discusión previa sobre estos mecanismos reguladores del sistema inmune. Tasuku Honjo descubrió PD-1 en 1992 en la Universidad de Kioto, identificándolo como un freno inmunológico. PD-1 se expresa en células T activadas y, al unirse a PD-L1 (descubierto en 2000), reduce su actividad. Por este hallazgo, Honjo compartió el Nobel 2018 con Allison.

Fotografías: Brisceida López
Finalmente, el doctor Marvin Rivera agradeció a las y los instructores por su participación, así como a los médicos pasantes Jessica Moreno, Ulises Reyes y Jesús Ruiz por sus aportes en las presentaciones de sus compañeras y compañeros. Del mismo modo, informó que durante 2025 habrá más actividades similares mensualmente que culminarán con la 9ª Semana de la Inmunología en junio de 2025.
Fernando Jacinto