“En el caso de las enfermedades mentales, muchas de ellas son resultado de la interacción del ser humano como un ser biológico con la sociedad, y no únicamente una recopilación de síntomas”, enfatizó la doctora Mariblanca Ramos Rocha, Jefa del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la Facultad, durante la segunda sesión del año del Seminario sobre Medicina y Salud.

La experta expuso diferentes periodos históricos que han influido en la percepción de los trastornos mentales a lo largo del tiempo, recorriendo diversas épocas y contextos socioculturales. Habló sobre la teoría hipocrático-galénica, en la que “se creía que el exceso de cada uno de los humores determinaba temperamentos y cualidades que predisponían a ciertas condiciones”. También destacó la influencia del fenómeno religioso en Occidente, señalando que “la religiosidad hace que las enfermedades tengan un sustrato mágico-real”.

Asimismo, se mostraron distintas obras artísticas que reflejan estas concepciones, tales como “Extracción de la piedra de la locura” o “El retrato de Antonietta Gonzales”, entre otras.

“El gran reto es que seguimos pensando que nuestras enfermedades son exclusivamente mentales y no hemos podido encontrar un sustrato anatómico. No obstante, es posible que en los próximos años logremos establecer una conexión entre lo que ocurre en el cerebro en tiempo real y nuestras emociones”, añadió la doctora Ramos Rocha durante el evento realizado en el auditorio ‘Dr. Alberto Guevara Rojas’ y transmitido a través de Facebook Live YouTube .  

“El avance de la Medicina no puede dejar de lado la historia que ha tenido a lo largo de su evolución, pues aquel que no la conoce está condenado a repetirla”, comentó el doctor Nicolás Iván Martínez López, investigador en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Psiquiatría ‘Ramón de la Fuente Muñiz’, quien fungió como comentarista y moderador de la sesión.

Asimismo, reflexionó que “los trastornos mentales son mucho más complejos que un grupo de neuronas; estamos hablando de situaciones moleculares, ambientales y biopsicosociales que requieren un estudio mucho más profundo”. También abordó la situación presente en cuanto a la nueva perspectiva de los trastornos mentales: “Me parece que, a pesar de los avances, todavía nos cuesta mucho trabajo desvincularnos de esta historia que llevamos”, concluyó.

Alí González