El cuidado de la salud mental resulta sumamente importante y necesario, pues es un estado de bienestar en el ser humano que le permite realizar sus capacidades, superar el estrés normal de la vida, trabajar de forma fructífera y, por tanto, aportar algo a la comunidad. El restarle importancia puede tener un impacto poco favorable en su vida.

“En México, los trastornos más comunes son depresión, ansiedad, déficit de atención, esquizofrenia y trastorno bipolar; sin embargo, las adicciones también van en aumento, actualmente 3 millones de personas son adictas al alcohol, 400 mil a sustancias psicoactivas y 15 millones al tabaco. De acuerdo con las estadísticas, sólo una de cada cinco personas recibirá tratamiento y deberá visitar cinco médicos antes de recibir atención profesional”, explicó la doctora Guadalupe Ponciano Rodríguez, académica del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.

“Algunas recomendaciones para conservar la salud mental son: mantener rutinas, limitar la exposición a medios de comunicación, utilizar los valores morales y de la vida espiritual, así como pedir ayuda profesional si el miedo deja de ser adaptativo, o si se percibe que las demandas del ambiente rebasan nuestros recursos psicológicos”. Doctora Guadalupe Ponciano

Situaciones como la pandemia, que no habíamos experimentado nunca antes, tienen un impacto disruptivo y pueden alterar gravemente el aparato psíquico, sin embargo, habrá un grupo entre la población que será resiliente, adelantó la especialista durante su conferencia transmitida por Facebook Live de la Facultad en el marco del Seminario Permanente de Salud Pública.

“El Instituto Nacional de Psiquiatría ‘Ramón de la Fuente Muñiz’ realizó una encuesta a 3 mil 500 personas del país para saber el estado de su salud mental debido a la pandemia por COVID-19, y los resultados obtenidos fueron que el 23.3 por ciento inició el consumo de sustancias, principalmente alcohol, debido al estrés que les generó la pandemia. Además, estudios realizados en otros países indicaron que, ante situaciones de desastres y emergencias sanitarias, la depresión es muy común; se registra un mayor número de duelos patológicos, debido a que no se pueden despedir de sus familiares, así como estrés por la sobre-información, y trastorno de estrés postraumático”, indicó la doctora Ponciano Rodríguez.

Si bien esta situación ha afectado a diversos grupos, entre ellos los adultos mayores, pues el aislamiento los pone en una situación de vulnerabilidad, no se debe olvidar a todo el personal de salud y a quienes laboran dentro de los hospitales, pues ellos, además de sufrir en algunos lugares del país violencia y discriminación, también se enfrentan a problemas en su salud mental, ya que están en contacto directo con pacientes infectados por el virus.

“Los profesionales de salud pueden desarrollar estos padecimientos debido a que toman decisiones difíciles en el tratamiento de los pacientes; tienen jornadas largas y extenuantes de trabajo, donde no se pueden quitar el equipo de protección; se enfrentan a las muertes de sus compañeros de trabajo, además del miedo inminente al contagio. Sus emociones se encuentran a flor de piel, por lo que debemos de buscar soluciones y cuidar de ellos”, advirtió la académica.