La prevención en salud es un asunto interdisciplinario, manifestó el doctor José Narro Robles, secretario de Salud. “Es tan compleja que una sola profesión no puede atenderla”, por lo que hizo un llamado a la sociedad civil y a todos los profesionales, no sólo de este rubro, a sumar esfuerzos ante los retos que enfrenta México en la materia.
La salud, como otros ámbitos de la sociedad, requiere ser estudiada con enfoques que vayan más allá de los propios de algunas disciplinas académicas aisladas. En consecuencia, la colaboración de expertos en diversas metodologías es una necesidad, señaló durante su conferencia magistral en el marco del primer Congreso interdisciplinario del área de la salud.
Aunque en los últimos 50 años el sistema de salud en México ha logrado erradicar y disminuir problemas de salud pública, como el tracoma, el dengue y la oncocercosis, actualmente tiene nuevos desafíos como el sobrepeso, la diabetes, la insuficiencia renal y la atención geriátrica que demanda la transición demográfica, pues se estima que para 2050 la población de 70 o más años se triplicará, y pasará de 4.6 por ciento a más del 11 por ciento del total.
El exrector de la máxima casa de estudios recordó que de 1980 a 2016 las enfermedades infecciosas y parasitarias han disminuido casi 85 por ciento; en cambio, las tasas de mortalidad de enfermedades crónicas no transmisibles, han crecido casi 300 por ciento, sobre todo la diabetes mellitus, que ha crecido cuatro veces.
La transición epidemiológica en Pediatría
En 1810, de cada mil nacidos 500 morían, 250 en el nacimiento y 250 durante el primer año y la esperanza de vida era de 20 años. En la actualidad, ésta rebasa los 73 años, las enfermedades infecciosas y parasitarias han disminuido y las enfermedades crónico- degenerativas, aumentado, incluso entre los más pequeños. Se estima que 2 de cada 10 niños, entre los 5 y los 11 años, padecen obesidad, expuso el doctor Alejandro Serrano Sierra, director general del Instituto Nacional de Pediatría.
Explicó que un hecho que “cambió totalmente la mortalidad de los niños mexicanos” fue la implementación de Vida Suero Oral y la vacuna del rotavirus, en la década de los ochenta; el tamiz metabólico, auditivo y visual, en los noventa, resultaron fortalezas del sistema de salud para el diagnóstico temprano, y las vacunas contra el sarampión, la rubéola, las paperas, la influenza y el neumococo (1998-2007) se reflejaron en la disminución de estos problemas de salud.
Asimismo, resaltó la importancia de la lactancia materna, como una “vacuna gratuita que hay que aprovechar; se ha visto que tiene vinculación con el desarrollo osteoesquelético y neurológico. Además, es vital para la relación madre e hijo”.
Mariana Montiel