Llegó agosto y con él otro ciclo escolar. Es hora de nuevos retos, aunque “estar al cien” para enfrentarlos, a veces no es tan fácil como quisiéramos. La carga académica, los horarios y las distancias pueden llegar a ser verdaderos obstáculos, pero tranquil@, ¡nada es imposible!
¿Universitari@, músico y deportista?
No es una exageración, de hecho es una forma de aprender mejor. De acuerdo con el doctor Daniel Guzmán Toledo, jefe de Enseñanza de la Licenciatura en Neurociencias, algunos estudios demuestran que hacer ejercicio mejora el flujo sanguíneo al cerebro, lo que conlleva un incremento en la liberación de neurotransmisores, la neurogénesis y la plasticidad neuronal. Esto también sucede al aprender un nuevo idioma o un instrumento musical.
El descanso es fundamental
Pareciera una contradicción, pero pasar toda la noche estudiando quizá no sea la mejor manera de ser un alumno exitoso. Dormir es básico para la vida, pues en ese tiempo el cerebro tiene actividad, como la retención de lo aprendido.
En promedio, una persona joven necesita 7.5 horas de sueño al día, pero varía entre cada sujeto. Si no descansamos, nos cuesta más trabajo aprender, se nos olvidan con frecuencia las cosas, empezamos a tener problemas de coordinación, nos sentimos cansados, ya no somos tan eficientes y ¡nos dormimos en las clases! Sin olvidar que la privación de sueño está relacionada con cambios en el metabolismo.
¡Evita las bebidas energizantes!
Además de que no ayudan a mejorar tu desempeño, pueden ser perjudiciales, ya que están compuestas, principalmente, por cafeína y azúcar, y aunque te dan una sensación de energía, es sólo por un rato. Después llega un “bajón” que nos exige consumir más, por lo que terminamos abusando de estas sustancias, lo que incrementa la frecuencia cardiaca y el riesgo de infarto, alerta la doctora Mónica Méndez Díaz, académica del Departamento de Fisiología de la Licenciatura de Médico Cirujano.
Vence la depresión y la ansiedad
La dificultad para aprender, para levantarse y no tener ganas de hacer nada podrían ser parte de un problema de salud mental, del mismo modo que no poder estar en un lugar por largo tiempo, sentir taquicardia o alteración del pulso.
Depresión y ansiedad son padecimientos que, entre otras cosas, van a tener una gran influencia en el rendimiento académico, explica la doctora Silvia Ortiz León, jefa del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPySM). En personas vulnerables, el mal manejo del estrés, junto con la falta de sueño y de actividad física, puede ser un factor de riesgo.
El DPySM brinda ayuda médica especializada, en caso de que lo necesites y además ofrece talleres de entrada directa para mejorar el aprendizaje y controlar el estrés. Acércate y solicita participar. ¡Seguro serán un gran apoyo!
#NoOlvidesQue la organización y la constancia son la clave. Antes de tomar soluciones peligrosas o extremas, recuerda que tu salud es lo más importante.
Mariana Montiel