SEMINARIO AFINES
Inhibición de la formación de vasos sanguíneos en la córnea
La córnea es una capa frontal y transparente del globo ocular que produce refracción de la luz para permitir una adecuada y mejor visión. De manera normal es una estructura que carece de vasos sanguíneos, sin embargo, éstos pueden generarse ante infección, hipoxia y lesión, y de persistir su formación representa una situación adversa para la vista. Al respecto la alumna Ilse Castro Salas presentó la investigación “Inhibición de la neovascularización corneal mediante aptámeros”, bajo la tutoría del doctor Yonathan Omar Garfias Becerra, académico del Departamento de Bioquímica.
Durante el estudio trabajaron con secuencias de oligonucleótidos, los aptámeros: AS1411, los cuales son capaces de reconocer a la nucleolina, proteína propuesta como blanco terapéutico para disminuir la vascularización y en cuyo último proceso también intervienen factores como el de crecimiento endotelial vascular (VEGF, por su sigla en inglés).
Se observó que AS1411, al bloquear a la nucleolina, disminuyó la neovascularización corneal e inhibió la proliferación, migración y formación de túbulos de las células mesenquimales del tejido esclerocorneal inducidas por VEGF. Diferencias de un traumatismo craneoencefálico en el día y en la noche
Diferencias de un traumatismo craneoencefálico en el día y en la noche
Se sabe que el traumatismo craneoencefálico (TCE) es causa frecuente de consulta en urgencias. Para diversas patologías se ha reportado que la hora del día en que se presentan es una variable importante en su desenlace; en el caso del TCE no se ha analizado si la hora del día en que éste ocurre es un factor significativo, aseguró la alumna Stephany García Velasco al hablar sobre el “Análisis histológico del efecto de la variación diurna en un modelo de TCE”.
En el proyecto, que realiza bajo la tutoría de la doctora María de la Luz Navarro Angulo, académica del Departamento de Fisiología, se emplearon como modelos a ratas machos, divididos en dos grupos: uno, al cual se le provocó un TCE en el periodo de luz, y otro durante el lapso de oscuridad.
En ambos casos se les indujo el traumatismo en coordenadas cerebrales específicas que correspondían a la corteza motora para posteriormente valorar reflejos, equilibrio, respuesta motora, alcance visual y estado general a través de una escala neuroconductual. Además, se obtuvieron cortes histológicos de cerebro para su análisis.
“Se ha encontrado que a las 72 horas mejora la respuesta neuroconductual en el grupo sometido a TCE durante la oscuridad y un menor daño a nivel histológico; se observaron neuronas con estructuras casi normales y con menores daños en zonas como el giro dentado”, afirmó.
Mariluz Morales