Amedeo Clemente Modigliani fue un pintor y escultor italiano, conocido a inicios del siglo pasado por sus retratos y desnudos en un estilo que se caracterizaba por el alargamiento de los rostros y las figuras, lo cual no fue bien acogido durante su vida, pero logró gran aceptación posteriormente.
“Modigliani siempre creará de manera independiente y siempre tendrá un giro, específicamente su escultura y pintura que está marcada por el retrato. Sus obras van a ser principalmente retratos de imágenes femeninas en donde deja ver este estilo que reducía las formas al mínimo hasta llegar a una pureza y un primitivismo realmente moderno”, explicó la maestra Nuria Galland Camacho, coordinadora de Servicios Pedagógicos y Contenidos Académicos del Palacio de la Escuela de Medicina.
En el Curso-taller de Historia del Arte, transmitido por Facebook Live de la Facultad de Medicina de la UNAM, se habló sobre este artista que, al igual que muchos pintores de su época, tuvo sus orígenes en París, en los distritos de Montmartre y Montparnasse, caracterizados por la vida nocturna y el desenfreno.
Uno de sus cuadros más representativos fue el retrato que le hace a Diego Rivera, en donde se puede observar una reducción en las facciones y detalles del rostro y sólo retoma su actitud altiva para recrear su personalidad.
En sus obras Portrait of Maude Abrantes y La Judía se ve a las modelos con marcadas ojeras y dando la sensación de cansancio, quizá por la tuberculosis que muchas mujeres de la época padecían. Asimismo, había a quienes les gustaba ser representadas de esa manera.
“Empezamos a ver cómo Modigliani opta por ir alargando las figuras, ir alterando la paleta cromática, manejando colores arbitrarios y la economía de sus trazos. Esta capacidad de abstracción está inspirada en la escultura del mar Egeo”, destacó la experta.
En su serie de esculturas Cabeza se puede observar una alusión a la tradición clásica en forma femenina, que fungen como columnas pero tienen una figura antropomorfa. Lo destacado es que con pocos elementos logra decir mucho.
En la Amazona se puede ver una mujer empoderada, segura de sí misma y con la capacidad de tomar riesgos. “Él era un pintor cuya obra va a girar alrededor de la figura femenina, en este caso empieza a trabajar una serie de desnudos”, indicó la maestra Nuria Galland.
Entre sus obras de esta colección se encuentran Desnudo sentado, Desnudo sobre la almohada azul y Desnudo acostado, entre otras, y es muy notable la ausencia de ojos que miren directamente al espectador, sin embargo, a través de la postura sensual de las modelos y la composición de la imagen, lograba conectar con la gente. Otra peculiaridad fue el mostrar estos cuerpos con vello púbico, alejando su pintura de la figura arquetípica de la mujer, de la visión material y carnal.
En Jeanne Hébuterne se observa a una de las mujeres más importantes en la vida de Modigliani. Ella lo acompañó en su lecho de muerte y cuando el artista muere, ella, estando embarazada, decide suicidarse. “Aquí se habla del gran amor entre Modigliani y Jeanne, que definitivamente le acompañó en la vida eterna una vez que no soportó enfrentar la vida sin él”, concluyó la maestra Nuria Galland.
Eric Ramírez