La Casa del Migrante Saltillo es una organización civil sin fines de lucro, dedicada a la atención integral de las personas migrantes y refugiadas, a la promoción y defensa de sus derechos, y la protección de sus defensoras y defensores. Cada año atienden entre 6 mil y 9 mil personas en el área humanitaria de tránsito, y 3 mil 800 casos de refugio, delitos y violaciones a derechos humanos desde el área de protección legal.
“Contamos con tres áreas dirigidas a la atención de las personas migrantes. La primera es la Coordinación de Atención, Asistencia o Ayuda Humanitaria, en donde la gente puede descansar, comer, alimentarse, tener ropa y asistencia psicológica; la Coordinación de Protección es un área jurídica donde se acompañan y se representan legalmente todos los casos de aquellas personas migrantes y refugiadas que ya han sido víctimas de delitos y de violaciones a derechos humanos; y la Coordinación de Incidencia, en donde se hace un trabajo de cabildeo con otras organizaciones para hacer reformas en políticas públicas a nivel federal y estatal”, explicó el maestro Alberto Xicoténcatl Carrasco, Director de esta Casa.
Durante la pandemia por la COVID-19, este centro tuvo que cerrar durante un tiempo debido a que no se sabía cómo contener de forma eficaz los contagios; una vez que aprendieron cómo disminuir la vulnerabilidad, reabrió con medidas muy estrictas. A pesar de ello, en la Casa tuvieron hasta el 50 por ciento del personal infectado.
En este contexto, el gobierno tenía dos protocolos para ellos, sin embargo, durante su implementación con la jurisdicción sanitaria local hubo diversos problemas, ya que no fueron capacitados previamente, el personal de salud era limitado y los recursos eran pocos para implementarlos.
“Algo positivo fue que la jurisdicción nos ofertó las pruebas de PCR, asumiendo que esa era una medida preventiva y reactiva. Nos dijeron que cuando tuviéramos a una persona que presentara la sintomatología, podríamos aplicar las pruebas y, en lo que nos daban los resultados, nosotros aislábamos y tomábamos medidas oportunas con estas personas. También nos ofertaron pruebas de antígeno”, explicó el especialista en la tercera sesión virtual del Seminario sobre Migración, Frontera y Salud con el tema “Personas migrantes en la frontera Norte de México: el acceso a la salud ante la crisis”.
Por otro lado, mencionó que en un contexto normal las personas que ingresan reciben atención en los centros de salud, donde atienden casos de hipertensión, diabetes, planificación familiar, a mujeres embarazadas y aplican vacunas; en el Hospital General las intervenciones son de casos más graves; y médicos voluntarios que tratan heridas no graves o seguimiento a amputaciones.
Finalmente, apuntó que el tema de la salud mental es igual de importante, sobre todo cuando se trata de migrantes que hacen un cambio drástico en su vida. Entre las enfermedades que más atienden están la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, la esquizofrenia, el alcoholismo y dependencia a diversas sustancias y las agresiones sexuales.
Eric Ramírez