La educación y el entrenamiento médicos suponen varios retos que se han tenido que vencer durante la pandemia; el mundo vive constantemente expuesto al riesgo de enfrentar crisis sanitarias como la actual, por este motivo, es importante enfocarse en la formación y preparación de los médicos y el personal administrativo que estará al frente de estas emergencias.
La educación médica fue un ámbito que tuvo que realizarse sobre la marcha, pues los médicos no tenían experiencia atendiendo a pacientes con COVID-19, fue necesario contar con más personal y capacitar a los trabajadores para que tuvieran bases en la atención del paciente crítico y adquirieran habilidades sobre manejo de vía aérea y ventiladores, monitoreo cardiaco y hemodinámico.
“Hoy sabemos que en la primera y segunda olas la mortalidad de los pacientes que entraban a la unidad de cuidados intensivos en nuestro país se fue por arriba del 36 al 50 por ciento, por lo cual teníamos que seguir planeando cómo incrementar nuestra capacidad no sólo física sino de recursos humanos”, explicó el doctor Guillermo Domínguez Cherit, Subdirector de Medicina Crítica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ).
En la conferencia magistral moderada por el doctor Rogelio Chavolla Magaña, Secretario Académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, el doctor Domínguez Cherit explicó que con el objetivo de capacitar al personal de salud, el INCMNSZ participó en la creación de las plataformas COVID UTI, IMSS EDUSALUD y SEDESA CDMX, y sumó esfuerzos junto con la Facultad de Medicina de la UNAM, la Secretaría de Relaciones Exteriores, el INSABI, la Secretaría de Salud y la Fundación Mexicana para la Salud para crear el Diplomado teórico práctico “Fundamentos básicos de cuidados críticos en pacientes con COVID-19”, el cual se impartió en modalidad presencial y virtual y tuvo un total de 226 alumnos, de los cuales 116 se certificaron.
En su oportunidad, la doctora Delia Borunda Nava, Coordinadora del Centro de Desarrollo de Destrezas Médicas (CEDDEM) del INCMNSZ, explicó que como requisitos para cursar este diplomado era necesario ser médico cirujano titulado, con o sin especialidad, laborar en instituciones públicas dedicadas a atender pacientes con COVID-19 y presentar una prueba negativa de esta enfermedad, no tener sintomatología y respetar las medidas sanitarias.
La doctora Borunda Nava indicó que el diplomado fue de gran interés para especialidades médicas que no se relacionan con la atención de pacientes críticos; además, tuvo un gran impacto, pues los alumnos pudieron aplicar los conocimientos en sus unidades de salud.
El diplomado se impartió de septiembre a diciembre de 2020 con una duración total de 450 horas, contó con pláticas y transmisiones en vivo a cargo de médicos especialistas, así como discusiones de casos; el temario abarcó 14 módulos que incluyeron bases epidemiológicas del COVID, uso de equipo de protección personal, reanimación cardiopulmonar, manejo de vía aérea y emergencias en pacientes con COVID, entre otros tópicos. Tuvo varios módulos de simulación que se realizaron en el CEDDEM, así como evaluaciones teóricas y prácticas.
Ricardo Ambrosio