#TalentoFacMed

El dibujo es una manifestación artística que ha acompañado a los seres humanos a lo largo de la historia usando distintas técnicas para plasmar una infinidad de cosas. En este ámbito se encuentra Lizeth Quintanar Aramburo, estudiante de primer año de la Licenciatura de Médico Cirujano, cuya pasión por dibujar la manifiesta a través del lápiz, la acuarela, el carboncillo y los gises. 

Toda su vida ha dibujado, pero fue hace tres años cuando quiso mejorar sus dibujos, pues desde pequeña le gustó indagar sobre el arte, el dibujo, las pinturas y esculturas, y quería ser capaz de crear algo igual de bello de lo que iba descubriendo.

Para ella dibujar es una forma de expresar sus gustos, pensamientos e incluso sus emociones, ya que con el dibujo puede plasmar y conservar ideas que llegan a su mente, y también crear cosas nuevas y representarlas físicamente.

Le gusta representar el cuerpo humano porque le parece complejo y hermoso, y le gusta ver cómo cada una de sus partes funciona en conjunto. También disfruta de dibujar la naturaleza, caballos, paisajes y flores.

Dos personajes que admira y le impresionan son los artistas italianos Miguel Ángel y Leonardo da Vinci, pues le maravilla cómo representaron el cuerpo humano y cómo en cada una de sus obras plasmaron cada detalle de éste.

Su talento lo mostró en 2014 cuando lanzaron la convocatoria para la exposición de pintura China en mi imaginación y su trabajo fue el mejor de la escuela y elegido para la exposición que se realizó en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo.

Lizeth estudia Medicina porque desde que tiene memoria siempre le ha gustado el cuerpo humano y las funciones que logra hacer, igualmente para ayudar a otras personas a que puedan conservar su salud y vivir mejor.

Piensa que el dibujo y la Medicina tienen un vínculo muy estrecho, pues en los libros siempre hay un dibujo representando el cuerpo humano y cada una de sus partes. Cree que los buenos dibujos ayudan a los estudiantes a estudiar mejor lo complejo que es el cuerpo humano.

Ana Camila Pérez