Con el objetivo de crear un espacio para reflexionar sobre la importancia de la participación de la mujer en la salud y educación, el Programa de Ética e Igualdad de Género, el Programa de Estudios de Género en Salud (PEGeS) y la Comisión Interna para la Igualdad de Género (CInIG) de la Facultad de Medicina de la UNAM realizaron la 1ª Jornada del Morado al Verde, “Conversemos sobre el #8M”.

En el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza”, la doctora Irene Durante Montiel, Secretaria General de la Facultad de Medicina, inauguró las actividades y recordó que fue en 1975 cuando la Organización de las Naciones Unidas estableció el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer con la finalidad de respaldar, promover y fortalecer los derechos de las mujeres y las niñas.

También, externó sentirse muy contenta de que se realice por primera vez una actividad como ésta: “El lema de Cerremos la Brecha Digital busca promover que las mujeres se destaquen en cualquier área que deseen, intentamos que todas tengan la libertad de elegir y no se les cierren las puertas”, indicó en el evento transmitido por Facebook YouTube.

Divulgación médica con perspectiva feminista

La doctora Mariana Robles Mejía, ginecóloga y fundadora de la Colectiva Médicas Verde Violeta, explicó que la ciencia es una representación social y al estar actualmente en una sociedad patriarcal, es decir, una red conceptual constituida por discursos, imágenes y palabras que expresan simbólicamente la sumisión de las mujeres, se priorizan las necesidades de los hombres en la Medicina.

Por otro lado, mostró algunas de las desigualdades que enfrentan las mujeres en el ámbito científico, por ejemplo, en México, por cada 100 hombres registrados en el Sistema Nacional de Investigadores hay 61 mujeres, y pocas de ellas van a llegar a ocupar puestos de poder donde se tomen decisiones importantes; en los hospitales hay diferencia en el uso del lenguaje, pues la gente se refiere a los hombres como doctores y a las mujeres como “señoritas”; las mujeres son utilizadas tres veces menos que los hombres para ilustrar libros de anatomía en partes neutras; invisibilidad en las condiciones de género como determinantes de salud, entre otros aspectos.

“Los invito a voltear a ver la ciencia con perspectiva feminista, porque es un recurso metodológico que nos permite explicar y describir las relaciones de poder entre hombres y mujeres con el objetivo de superar las parcialidades masculinizantes de la ciencia, enriquecer el panorama científico y encontrar problemas a ser investigados y aplicaciones, ya que es importante comprender los roles y responsabilidades de género que afectan en las enfermedades”, puntualizó la experta.

Lenguajes digitales incluyentes e igualitarios

En esta mesa de diálogo moderada por el doctor Samuel Bravo Hurtado, representante de la CInIG, la doctora Fernanda Espinosa Rodríguez, maestrante en el Posgrado de Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud, habló sobre cómo el lenguaje puede afectar o hacer invisible a las mujeres y particularmente a las poblaciones minoritarias de personas sordas.

Así, destacó que hay varias formas en las que el lenguaje invisibiliza a las personas sordas, como el uso únicamente de la lengua hablada y no considerar el lenguaje de señas; la enorme falta de interpretación, incluso en México no hay los suficientes intérpretes que ayuden a evitar la carencia de comunicación; y los estereotipos y prejuicios de considerar que la gente con sordera es menos y utilizar de manera despectiva la palabra sordo, por lo que es importante reflexionar cómo en se habla para evitar discriminar.

En su oportunidad, Paola Soto Álvarez, estudiante de la Licenciatura de Médico Cirujano, explicó que invisibilizar incluye el no mencionar, omitir y referirse a alguien con connotaciones de burla o violencia; además, refirió que el sexismo en el lenguaje es el uso diferenciado que caracteriza a la mujer como subordinada y desvalorizada, mientras que al hombre lo supervalora.

Es relevante que en el lenguaje de las redes sociales se visibilicen a las poblaciones minoritarias, ya que si se hace público llega a más personas y, por ende, tiene más impacto, y el hecho de no incluirlos contribuye a seguir fomentando las micro agresiones; una estrategia que podemos utilizar es promover el uso del lenguaje inclusivo, no quedarnos con uno para que así la sociedad se deconstruya”, agregó la también integrante de Girl Up UNAM.

Incorporación de la perspectiva de género en la investigación y enseñanza

En esta conferencia, la doctora Yuriria Alejandra Rodríguez Martínez, responsable del PEGeS, señaló que a principios de los noventa comenzaron a mostrarse las diferencias en los procedimientos de atención a las enfermedades coronarias entre hombres y mujeres, y se reconocen los sesgos de género dentro del ámbito de la salud; posteriormente, en la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de El Cairo (1994) y la IV Conferencia Internacional de la Mujer (1995) se reconoció en el consenso internacional que la equidad de género es necesaria en la salud y en específico en la salud reproductiva para el desarrollo.

Por otro lado, mencionó que algo importante para transversalizar la perspectiva de género en la enseñanza es fundamental incorporar contenidos de género en materias y la currícula de grado y posgrado; seguir con los espacios de sensibilización, capacitación, actualización en igualdad de género, no discriminación y prevención de la violencia de género; hacer actividades académicas intra e interinstitucionales para el fortalecimiento de redes y colaboraciones especializadas en estudios con perspectiva de género; favorecer y asegurar el acceso a la tecnología y la Internet para el desarrollo del conocimiento para eliminar la discriminación y desigualdades.

También, externó que es importante la inclusión y participación estudiantil a la hora de construir las actividades académicas para que desde su perspectiva enriquezca la búsqueda de igualdad; tener un desarrollo, monitoreo y evaluación de programas académicos de pregrado, posgrado y educación continua en estudios de género en salud; desarrollar áreas y programas institucionales y de estudios de género con especialistas; y favorecer e incrementar la investigación y evaluación en temas necesarios para avanzar en la igualdad, no discriminación y la no violencia de género en salud para ampliar el conocimiento crítico y actualizado.

Acceso de las mujeres y niñas a las TICs

Durante esta conferencia, la maestra Samantha Flores Rodríguez, responsable del Programa Institucional de Ética e Igualdad de Género de la Facultad, invitó a centrar la discusión en las implicaciones que tiene el acceso desigual de niñas y mujeres a las tecnologías de la información, siendo algunas de éstas el retraso en la participación en la economía, la política, la sociedad y la cultura.

Indicó que datos de la ENDUTIH 2018 muestran a las mujeres varios puntos porcentuales por debajo de los hombres en oportunidades como el uso de Internet, acceso a un teléfono inteligente, la participación en redes sociales, el acceso a contenido educativo o de entretenimiento, entre otras, y siempre permaneciendo debajo de la media.

Asimismo, indicó que la primera brecha a superar es la de acceso a las TICs; y la segunda, el uso y apropiación de las tecnologías, permitiendo así tener fácil acceso y en condiciones de calidad. Finalmente, incentivó a las asistentes a trabajar en cerrar la brecha, haciendo suyos los espacios digitales de forma consciente.

La belleza viene en todos los colores, formas y tamaños: hablemos de body shaming

En su participación, Mariana Zaragoza Hernández, Andrea López García, Ana Lorena Álvarez Ballesteros, Valeria Maturano Fernández y Marifer Ocegueda Montero, estudiantes de segundo semestre de la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana abordaron conceptos como la autoestima, cómo ésta se puede ver influenciada desde la adolescencia por comentarios hacia el cuerpo de los jóvenes, y la relación que tiene con el desarrollo de los trastornos de la conducta alimentaria. 

Fotografías: Carlos Díaz

El término body shaming hace referencia a la emisión de juicios, opiniones o críticas, no solicitadas, hacia el cuerpo de una persona y que produce vergüenza, por lo que invitaron a evitar estos comentarios.

 Por último, analizaron la influencia de la cultura de la delgadez en el fomento de la violencia estética, cuestionaron quién estableció los estándares de belleza aceptados e invitaron a aceptar nuestro cuerpo y cuidarlo.

Manifestaciones de la violencia en entornos digitales

En esta conferencia, la maestra Dania Jaqueline Bejarano Morales, psicóloga jurídica enfocada en ciberpsicología y hábitos digitales, habló sobre las principales formas de violencia que se dan en los entornos digitales. Comentó que el Internet y las tecnologías no son ni buenos ni malos, pero su efecto depende del uso que se les da.

Dio un panorama breve del aspecto jurídico, mencionó la Ley Olimpia, la cual es una adición a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que contempla la modalidad de violencia digital y mediática, y se refiere a toda aquella acción dolosa realizada mediante el uso de las tecnologías para exponer audios o videos reales o simulados de contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento.

Entre otras de las formas de violencia digital mencionó la violencia psicológica, sexual y económica, y recomendó cuidar las contraseñas, a fin de evitar el acceso no autorizado a dispositivos, el control y manipulación de la información, la suplantación de identidad, y el monitoreo o ciber acecho.

Karen Hernández y Luisa Vera