“No existe un equilibrio para tratar la obesidad, pues desde los años veinte ésta se ha destacado en el cine por ser graciosa, pero también hay otras visiones que son los dramas y los melodramas en los cuales las personas que la padecen son víctimas de discriminación o de alguna enfermedad provocada por su misma circunstancia”, consideró el maestro Mario Valencia, Coordinador de Programación en Macabro, Festival Internacional de Cine de Horror.

Durante la plática “¿Cómo el cine refleja la obesidad?”, transmitida por Facebook Live y moderada por el profesor Alejandro Godoy, responsable del Taller de Teatro de la Facultad de Medicina de la UNAM, el maestro Valencia mencionó que en los documentales se presenta otra visión, pues en ellos se enfoca la investigación sobre la procedencia de los alimentos y cómo esto ha provocado que existan diversas enfermedades relacionadas, pero a la vez muestran un lado fatalista de la situación al resaltar que la industria de los alimentos produce un círculo vicioso.

Un ejemplo de lo anterior es el documental Super Size Me, en el cual el director retrata la realidad de muchos norteamericanos que están sujetos a la alimentación de cadenas de comida rápida, porque desafortunadamente su mismo sistema no les permite tener una mejor educación alimenticia o el tiempo necesario para preparar una dieta saludable. “Esto es una muestra de lo que el cine documental puede llegar a hacer en la sociedad y el impacto que puede tener en un mundo real”, consideró el maestro Adrián Luis Maldonado González, Jefe del Departamento de Extensión Cultural de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.

Otro documental que es relevante en este tema es Food.INC. de 2008 de Robert Kenner, donde se aborda de una forma más cruda cuál es el proceso de producción detrás de los alimentos que se consumen y de cómo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, la producción de comida cambió para siempre por el nacimiento de los establecimientos de comida rápida que llevan el concepto de maquila de las fábricas.

Una de las películas que se comentó fue Distancias cortas, del director Alejandro Guzmán, que trata la historia de Federico, una persona con obesidad mórbida que vive prácticamente solo en una casa abandonada, cuyo motivo para salir adelante es la fotografía. “Logramos ver que se puede tener una vida totalmente plena en la que también se pueden cumplir los propios sueños, pero también se ve el problema de la discriminación por parte de su misma familia como de personas ajenas a su círculo”, afirmó el maestro Mario Valencia.

Hay otras películas que abordan la cuestión de que ‘a las personas gordas no las quieren’ como Profundo carmesí de Arturo Ripstein, en donde una enfermera con sobrepeso llamada Coral se fija en un español, Nicolás, que se dedica a estafar a mujeres. “Coral se reconoce como obesa y esto no es un impedimento para seguir a Nicolás, y que finalmente resulta ser una persona mucho más fuerte”, apuntó el maestro Adrián Maldonado.

Finalmente, se cerró con la película Paraíso de Mariana Chenillo, la cual habla de la vida de una pareja con obesidad que quiere hacer un cambio en su vida. “Una película que nos dice cómo aceptarnos y cómo encontrar lo que nos hace felices más allá de nuestro físico”, concluyó el maestro Adrián Maldonado.

Ana Camila Pérez