La violencia contra las mujeres es un fenómeno de alcance global. Tan sólo en el 2021 el 20 por ciento de mujeres de 18 años, o más, reportaron una percepción de inseguridad en su casa; en el 2020, el 10.8 por ciento de los delitos cometidos contra las mujeres fueron de tipo sexual, y el 23.2 por ciento de las defunciones por homicidio de las mujeres (feminicidios) ocurrieron en las viviendas.

Para concientizar sobre este problema, y en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Facultad de Medicina de la UNAM realizó la conferencia “El camino es un hilo rojo”, transmitida por Facebook Live y moderada por la especialista Karla Vázquez Barrera, Presidenta de la CInIG de la Facultad, con la presencia de la documentalista Melissa Elizondo Moreno, quien presentó su documental del mismo nombre, el cual fue premiado en el festival “16 DAYS 16 FILMS”, en Reino Unido.

“Me parece sumamente alarmante el cómo se ha desbordado esta cuestión de la normalización de la violencia en general, pero sobre todo hacia la mujer. Entonces creo que es importante, además de estos espacios de diálogo, encontrar formas de poder comunicarnos desde las artes para poder deconstruir y reflexionar cuáles son las formas que están llevando a que como sociedad nos acostumbremos a sucesos de este tipo”, destacó la documentalista.

Asimismo, cuestionó el cómo los medios han hecho de la violencia un espectáculo de consumo a través de series, películas y demás contenidos que no tienen un objetivo de concientización. Por ello, recomendó que al crear contenidos se busque lograr un cambio, ya sea desde políticas públicas o a través de que la gente tome partido en el problema.

“En mi obra quise transmitir y que las mujeres compartieran lo que han vivido, así como visibilizar que la violencia sucede en todos los espacios, desde la casa, la escuela, el trabajo, en los lugares públicos, de parte de jefes, la pareja, un desconocido o de un familiar”, indicó.

Recordó que este acercamiento nació desde una historia personal, pues siempre ha vivido en la periferia de la ciudad. En ese entorno, y como lo mostró en su documental, las mujeres deben hacer un tipo de ritual para cuidarse, que incluye el gritar su nombre si alguien intenta llevárselas o el tomarse una fotografía diaria con la vestimenta que llevan, antes de salir, y enviarla a un familiar. Estas prácticas de protección las considera hostiles y violentas; por ello, quiere que se luche en el presente para que las niñas del futuro tengan una buena calidad de vida.

“Quiero que sea una película para todo público y llevarlo de una manera que no nos deje en el lamento y en la parálisis, porque el horror genera parálisis, sino buscar ir más allá y que pueda tener una fuerte carga de denuncia, que es lo que buscamos que contenga el filme. Lo más importante es que busquemos ser útiles para el otro, que nuestro trabajo sea para construir, no para destruir; y que construyamos esa felicidad y plenitud, así como corregir este gran daño que tiene el tejido social en nuestro país”, concluyó Melissa Elizondo.

Eric Ramírez