El objetivo de la atención paliativa es mejorar la calidad de vida, la comunicación y las relaciones en general, los profesionales de la salud y en el caso de la atención paliativa entran a conocer la intimidad del paciente y su familia, en donde son notables las historias previas de maltrato en el sistema familiar, violencia física, psicológica, económica, sexual y así diversos escenarios, es por eso que es importante reflexionar sobre la necesidad de desarrollar estrategias de intervención psicosocial para atender el tema de violencia para generar políticas y programas de atención.
“Las manifestaciones violentas pueden presentarse desde edades tempranas, hay probablemente ya biomarcadores que determinen la eventual presencia de manifestaciones violentas, como puede ser el abuso sobre animales, hasta llegar a la muerte de los mismos, o la violencia al interior de la familia, no acatar normas, reglas en la escuela o en el interior de la familia”, destacó el doctor José Ramón Calvo Gutiérrez, del Consejo Mexicano de Neurociencias.
Explicó que se ha podido determinar el gen MAOA, en sus dos variantes, MAO-A-h y MAO-A-I; gen que los investigadores han tratado de vincular con alteraciones en la conducta como son las manifestaciones violentas, y se ha demostrado que al haber alteraciones en este gen, no hay una catalización apropiado de la enzima monoaminooxidasa para que se procese una mayor concentración de serotonina.
Por otro lado, indicó que muchas personas que sufrieron violencia, maltrato y/o abuso sexual en edades tempranas, posteriormente manifestaron conductas violentas mayoritariamente durante la adolescencia. Agregó que la agresión impulsiva es generalmente una respuesta inmediata a un estímulo del medio ambiente, y este tipo de violencia puede reflejar una hipersensibilidad emocional y una percepción exagerada de las amenazas.
Durante el Seminario Permanente de Cuidados Paliativos y Humanidades Médicas, moderado por la doctora Nayely Salazar Trujillo y transmitido por Facebook Live (https://bit.ly/38UKPpf), la doctora Lucía Amelia Ledesma Torres, Jefa Nacional de Salud Mental del ISSSTE, mencionó que “la violencia es el uso intencional del poder físico o la fuerza, como una amenaza o hechos de daños contra otras personas o hacia uno mismo, también se puede ser violento contra grupos de personas o comunidades, estos daños pueden ser físicos, psicológicos y pueden llegar a causar hasta la muerte”.
Expresó que se le conoce cómo maltrato a aquellas conductas que implican acciones agresivas y acciones de violencia, por su parte, el abuso es una forma de tratar mal a alguien, y cuando hablamos de agresión va a ser cualquier forma de conducta dirigida a dañar o perjudicar a otro ser vivo.
Con respecto a la violencia de género en los cuidados paliativos, enfatizó que puede existir maltrato hacia el hombre, la mujer, en la interacción familiar o entre las redes de apoyo: “Algunos ejemplos son el hombre como paciente y la mujer que es cuidadora, en donde el hombre que es el paciente puede ejercer violencia sobre la mujer, otro escenario pudiera ser la mujer siendo paciente y un hombre cuidador que ejerza violencia sobre ella”, señaló la doctora Ledesma Torres.
Compartió que existen algunos programas de trabajo, como el “Programa para paliar la violencia de género al final de la vida”, que es una estrategia implementada para salvaguardar la salud física y mental de los pacientes de cuidados paliativos.
Azucena Xancopinca