“Llama la atención cómo la edad cronológica de una mujer puede alterar su salud, hablamos de etapas de la mujer que son cruciales, y que de alguna manera empiezan a afectarnos desde muy pequeñas, desde que tenemos la menarca, que para muchas personas puede ser muy traumatizante; después pasamos a la adolescencia, y vienen algunas situaciones como el embarazo no deseado, cuando se tiene un embarazo deseado, el no poder lograr una concepción, o aquellas pacientes que se logran embarazar pero tienen pérdidas gestacionales recurrentes, posteriormente viene la menopausia, y todo eso afecta la vida y la salud mental de una mujer”, afirmó la doctora Rachel Fiszman, profesora adjunta del Curso de Médicos Residentes de Ginecología y Obstetricia en el Hospital Ángeles México.

Durante el “Foro de preguntas y respuestas Hablemos claraMENTE”, transmitido por YouTube (https://bit.ly/3adLFOh), expertas convocadas por la Coordinación de Investigación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad de Medicina de la UNAM abordaron diferentes aspectos de la salud mental femenina.

La doctora Mónica Flores, Jefa de Enseñanza del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, compartió que dentro de los factores de riesgo de la depresión en el posparto, se encuentra la ausencia de pareja, pues se ha visto que su presencia y apoyo instrumental y emocional protege de manera importante a la mujer: “En algunos centros de trabajo en México ya hay permiso de paternidad, y una relación inadecuada de pareja se sabe que trae consecuencias también en el posparto, por lo que los permisos de paternidad se tienen que fomentar”, destacó.

En su momento, la maestra Claudia Ramírez, académica del DPSM, mencionó que “cuando hacemos una evaluación inicial de una consultante, consideramos las vulnerabilidades biológicas, y tratamos de evaluar y ver cómo las pacientes hacen uso de sus recursos personales, y las estrategias que tengan de regulación emocional; por ejemplo, en la pandemia las madres experimentaron mayor estrés, pues se encontraron atendiendo las necesidades de los hijos, más sus actividades profesionales, por lo que no tuvieron tiempo para su autocuidado”.

Por su parte, la doctora Olga Robelo, Coordinadora del área de Prevención y Atención Oportuna a la Salud Mental y académica del DPSM, enfatizó que “hablar de salud mental en la mujer no significa que no tengamos dificultades en la vida cotidiana, sino que aprendamos estrategias para resolverlas, ya sea desde el autocuidado físico, los pensamientos, las emociones o las relaciones que tenemos para construir una vida valiosa, y siempre debemos estar alerta sobre qué tipo de relaciones deseamos establecer”.

Finalmente, la doctora Ingrid Vargas, Coordinadora de Investigación del DPSM y del foro, indicó que una metasíntesis confirma que el cerebro masculino y femenino son exactamente iguales, “sin embargo, eso no quiere decir que a lo largo de la vida nos vamos a comportar exactamente igual tanto por situaciones físicas, como personales y contextuales; tenemos una serie de condiciones alrededor que eventualmente, más allá de la anatomía y función, van a hacer que nuestro cerebro se exponga a situaciones diferentes”.

Azucena Xancopinca