Los días 16, 17 y 18 de noviembre, el Departamento de Bioquímica (DB) de la Facultad de Medicina de la UNAM invitó a un grupo de expertos de esta Facultad para hablar desde la perspectiva de la Inmunología sobre un tema de interés general, la COVID-19. 

En el auditorio “Doctor Alberto Guevara Rojas”, el doctor Jesús Marvin Rivera Jiménez, Coordinador de Enseñanza de Inmunología del Departamento, dio la bienvenida y recordó que la idea de realizar el ciclo de conferencias surgió del doctor José Luis Maldonado, profesor de la asignatura de Inmunología, a fin de que los expertos den “una aproximación de esta enfermedad desde la Inmunología, pues sigue presente y ha generado diversos cambios en nuestra forma de vida”.

Las pandemias por coronavirus” fue la presentación del doctor Erick Rodrigo Hans Olguín, Coordinador de Enseñanza del Departamento de Biología Celular y Tisular, quien recordó que el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS) se detectó en noviembre de 2002 en Guangdong, China, y se identificó como una zoonosis, pues era transmitido por murciélagos. Mientras que el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), se presentó en septiembre de 2012 en Bisha, Arabia Saudita, y se trataba de una zoonosis que continúa transmitiéndose, a la fecha se ha presentado en 27 países.

“El SARS-CoV-2 fue detectado por primera vez en Wuhan, China, en noviembre de 2019, y pudo haberse transmitido a los humanos a través de un murciélago; se ha distribuido en todos los continentes, se han presentado más de 640 millones de casos, y tiene una mortalidad del 2 al 6 por ciento”, reveló al mencionar que en México se han detectado aproximadamente 7 millones de casos con más de 330 mil muertes asociadas; actualmente, hay una tasa de vacunación de 74.6 por ciento de al menos una dosis y 62.8 por ciento con un esquema completo. 

Al presentar “COVID-19: más que síntomas respiratorios”, el doctor José Israel León Pedroza, académico del Departamento de Bioquímica, resaltó que en la COVID-19 la manifestación más aparente o aparatosa fue la hipoxemia, pero al mismo tiempo se presentaron alteraciones neurológicas, en la percepción olfatoria y gustativa, “después se empezaron a identificar otras sintomatologías asociadas desde las alteraciones en la memoria, la disfunción neurocognitiva persistente post-COVID, también se encontró que el riñón se afecta, pues las alteraciones inflamatorias pueden modificar la respuesta renal y generar daño renal”. 

A nivel metabólico “las personas con COVID-19 se presentaban al hospital con hiperglucemia si no tenían diabetes basal, o con cetoacidosis diabética si ya se conocían diabéticas o incluso no lo sabían pero ya padecían diabetes mellitus”, dijo el doctor León Pedroza. 

Durante la ponencia “COVID-19 y embarazo”, el doctor Arturo Cérbulo Vázquez, académico de la Facultad de Medicina, comentó que la infección por COVID-19 mediante transmisión vertical no asegura que los recién nacidos desarrollen problemas graves, pues hasta el momento se sabe que no es teratogénico, por lo que no genera problemas en la organogénesis y los pediatras pueden manejar a un paciente probablemente infectado. 

Con las vacunas queremos tener un antígeno que genere un proceso de inflamación más controlado que la infección natural, que se activen las células B y T para generar una respuesta celular y de anticuerpos, y esperamos que la respuesta humoral se extienda a las mucosas, pues sabemos que SARS-CoV-2 ingresa por ellas”, enfatizó.   

Por su parte, el doctor Víctor Manuel Rodríguez Molina, académico del Departamento de Fisiología, recalcó que el virus de la COVID-19 puede penetrar en el Sistema Nervioso Central (SNC), afectando tanto a neuronas como a células gliales, pues ambas expresan receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2 en el SNC, y añadió que estudios recientes sugieren que las células gliales activadas contribuyen a la neuroinflamación y a los efectos devastadores de la infección por este virus en el SNC. 

“En pocos individuos se ha podido aislar ARN viral, por lo que todavía no es concluyente si el virus se encuentra directamente en el Sistema Nervioso o es una acción indirecta, y la enfermedad desmielinizante, el daño cerebrovascular, la neurodegeneración y la depresión son algunas de las principales complicaciones neurológicas”, expresó el doctor Rodríguez Molina en la plática “Complicaciones neurocognitivas por infección de la COVID-19”. 

En su momento, el doctor Isaac Abraham Vásquez Bochm, Coordinador de Evaluación de Inmunología en el Departamento de Bioquímica, con el tema “¿COVID-19 llegó para quedarse? Nueva normalidad”, aclaró que “actualmente casi estamos en una normalidad de contagios y expresión de casos”, y compartió que se podrá decir que la pandemia llegó a su fin cuando tres criterios epidemiológicos se logren modificar, entre los que se encuentran el nivel de contagio, la tasa de fallecidos y la ocupación de camas de las unidades de cuidados intensivos.

Fotografías: Brisceida López

De igual forma, reveló que actualmente a nivel mundial existe una tasa de vacunación exitosa, con lo que se busca se cubra al menos un 80 por ciento de la población, “el número de casos se incrementó un 2 por ciento hace unas semanas y debemos tener en cuenta que las medidas de prevención continúan siendo las vacunas, la sana distancia, el uso de mascarilla, la ventilación adecuada, el lavado de manos, identificación de síntomas y el cuidado de los contagios”, subrayó. 

“La inflamación disminuye la producción de serotonina y dopamina en regiones críticas del cerebro, lo que aumenta el riesgo de desarrollar depresión, ansiedad y cuadros psicóticos, pues los problemas psicóticos van de la mano con la depresión”, destacó el doctor José Luis Maldonado García, profesor de Inmunología en el pregrado y posgrado de la Facultad, en la charla “La otra pandemia: las secuelas de salud mental post COVID”. 

También aseguró que todos los cambios que se presentan en los neurotransmisores inducidos por inflamación, lleva a desarrollar Sickness Behavior, que es un conjunto coordinado de cambios conductuales desarrollados en individuos enfermos, que se caracteriza por presentar síntomas como letargo, astenia, adinamia, ansiedad, malestar general, pérdida del apetito, somnolencia, hiperalgesia y dificultad para concentrarse, “estos síntomas son como los de la depresión, la inflamación constante disminuye la serotonina y dopamina, y aquellos individuos que no son susceptibles, al momento de finalizar el estrés, regresan a la normalidad”, detalló.

Para ver el ciclo de conferencias completo, puedes ingresar a https://bit.ly/3EQKUHL

Azucena Xancopinca