Con el objetivo de compartir experiencias e intercambiar ideas en torno al mundo de la simulación clínica y su contribución en el proceso educativo de los profesionales de la salud, del 9 al 11 de noviembre, el Departamento de Integración de Ciencias Médicas (DICiM) de la Facultad de Medicina de la UNAM organizó el Séptimo Encuentro Internacional de Simulación Clínica SIMex2023 “La simulación clínica: fortaleciendo el presente para el futuro profesional”, como parte de las actividades del Congreso Internacional EPPENS Interprofesionalismo.

Trascendencia de la seguridad psicológica en el aprendizaje

La seguridad psicológica en el aprendizaje es un factor de inmenso valor en la formación de individuos y grupos, su trascendencia es innegable en la creación de entornos donde el aprendizaje florece y las personas pueden alcanzar su máximo potencial. Por ello, en esta conferencia magistral, la doctora Esther León Castelao, Presidenta de la Asociación Europea de Simulación (SESAM), explicó qué implica la seguridad psicológica en el contexto educativo, por qué es fundamental para el proceso de aprendizaje y cómo se pueden superar los desafíos que presenta, especialmente en culturas como las de Latinoamérica y España.

“Con más de 16 años dedicados a la simulación, puedo decir que la seguridad psicológica ha sido quizás el desafío más significativo que he enfrentado, ya que es un reto que va más allá de lo meramente técnico e involucra una transformación interna, pues generar un ambiente psicológicamente seguro implica dejar a un lado prejuicios, respetar y comprender las perspectivas de los demás mientras están en proceso de aprendizaje, y requiere humildad, lo cual puede ser especialmente desafiante considerando la cultura que compartimos”, indicó.

Asimismo, reflexionó que “la esencia de la seguridad psicológica en la docencia radica en estar al servicio del otro, en mi opinión ser un docente significa extender la mano para apoyar a otros en momentos de incertidumbre; la docencia no se trata de ostentar conocimientos y corregir, sino más bien de acompañar, de respetar y de comprender lo que está sucediendo en el proceso de aprendizaje de cada individuo, y aunque esto me costó tiempo y esfuerzo, una vez que comprendí esta esencia, la seguridad psicológica se volvió más manejable”.

¿Cómo generar un ambiente seguro para el aprendizaje?

Durante esta mesa redonda, la doctora Cristina Diaz Navarro, representante de la Association for Simulated Practice in Healthcare (ASPiH), mencionó que un ambiente de seguridad implica la protección física y psicológica de los participantes, docentes, pacientes, instituciones y del sistema de salud. Por lo tanto, la responsabilidad de establecer este ambiente recae en todos, ya que “el punto clave de la seguridad psicológica es mirar a nuestros compañeros con positividad, de tal manera que pensemos que están haciendo lo mejor que pueden en todo momento”.

Por su parte, la doctora Esther León Castelao indicó que la creación de un entorno de aprendizaje seguro comienza por comprender el punto de partida de cada individuo, pues es indispensable conocer qué experiencias previas tienen y cuál es su relación con la simulación. Además, aconsejó a los docentes a enseñar mediante buenas prácticas; a utilizar el modelaje como facilitador del aprendizaje, pues gran parte del conocimiento se adquiere a través de observar a los otros; y a empoderar a los estudiantes para que tengan claro su rol y compartan responsabilidades en cuanto a su formación, respetando a los demás y manteniendo un entorno psicológico positivo.

La doctora Laura González, Presidenta de la International Nursing Association for Simulation and Learning (INACSL), subrayó que para lograr un ambiente que favorezca el aprendizaje en el ámbito de la simulación, es necesario “evaluar, pausar y escanear las situaciones para identificar cualquier sesgo o nociones preconcebidas, porque todos somos humanos y tenemos juicios, así que debemos de reconocer, identificar y entrar a la simulación como personas más saludables y así tener un mayor involucramiento con los estudiantes”.

Finalmente, la doctora Claudia Arancibia Salvo, representante de la Asociación de Educadores con Pacientes Estandarizados (ASPE), resaltó la importancia de planificar diferentes escenarios para que el equipo de simulación esté siempre preparado para cualquier circunstancia: “Cuando se habla del futuro de la simulación, a menudo se imaginan escenarios tecnológicos y el uso de Inteligencia Artificial, pero esto va más allá, porque también se necesita de la realidad, y nuestra realidad abarca entornos cada vez más diversos que requieren una valoración y adaptación de la diversidad cultural”.

Seguridad psicológica en simulación: de estudiante a facilitador

La seguridad psicológica en el contexto de la simulación educativa y el proceso de transición de un estudiante a un facilitador es un elemento crucial para el éxito del aprendizaje. En este entorno, no sólo es importante entender los factores que la propician, sino identificar y evitar aquellos que pueden minarla; por ello, es esencial que los educadores, independientemente de su área de enseñanza, comprendan la relevancia de crear un ambiente donde los estudiantes se sientan seguros para expresar sus ideas, pedir ayuda y admitir sus limitaciones sin temor al juicio o la vergüenza.

Karen María Ugalde Carapia, médica pasante de Servicio Social (MPSS) en el DICiM, resaltó que “dentro de los aspectos explícitos, es esencial que el docente sea claro en sus expectativas para los estudiantes, promoviendo un comportamiento profesional y respetuoso entre ellos; en cuanto a los aspectos implícitos, se destaca la creación de un entorno empático, donde las emociones de los estudiantes sean validadas”.

Consideró pertinente siempre preguntarse: ¿Hemos permitido que nuestros alumnos se sientan seguros para expresar sus pensamientos, pedir ayuda o admitir que no saben algo? y ¿hemos logrado cumplir con estos objetivos para brindar un entorno seguro y confiable? “Las respuestas pueden variar, pero mi objetivo actual es promover activamente la seguridad psicológica, no sólo en mi rol como docente en el centro de simulación, sino también a través de la investigación para comprenderla mejor, ya que aspiro a que todos los docentes conozcan su importancia y la implementen como una estrategia segura de aprendizaje”.

Simulación, puente hacia la atención de calidad

En esta mesa redonda, la doctora Laura Silvia Hernández Gutiérrez, Jefa del DICiM, indicó que “en el contexto de la simulación resulta crucial aplicar los principios del aprendizaje situado y las teorías de corte experiencial, dado que esto desafía de manera considerable el paradigma tradicional de la educación superior en nuestras instituciones, por lo que antes de sumergirnos en esta simulación es esencial comprender que quienes participamos en ella no somos meros simuladores, ya que la simulación representa una pedagogía sólidamente estructurada que, además, se encuentra en constante evolución adaptándose a los cambios en la Medicina”.

Por su parte, el doctor Edgar Israel Herrera Bastida, Presidente de la Sociedad Mexicana de Simulación en Ciencias de la Salud (SOMESICS), consideró que “la pregunta esencial que debemos responder es: ¿qué es lo que realmente queremos enseñar con la simulación y cómo podemos medir si estamos logrando esos objetivos en el mundo real? Ya que la verdadera medida de éxito es observar los resultados inmediatos después de la formación con simulación y cómo estos impactan positivamente en la vida y la salud de las personas, por esto, si nuestro enfoque no está bien planteado, no sólo desperdiciamos tiempo y recursos, sino que podríamos tener consecuencias negativas”.

Asimismo, la doctora Jayne Smitten, Presidenta de la Junta Directiva de la Sociedad para Simulaciones (SSH) y Directora del Centro de Investigación de la Facultad de Salud y Sociedad de la Universidad del Pacífico de Hawái, mencionó que “un ejemplo relevante del impacto de la simulación clínica en la práctica médica es la aplicación de la simulación en la cateterización, donde se ha observado su influencia en la reducción de infecciones y la mejora en la implementación de técnicas para el manejo de cánceres”.

Tecnología y Simulación

“Según David Gaba, la simulación es una técnica, no una tecnología, que reemplaza experiencias reales con experiencias guiadas que evocan o replican aspectos sustanciales del mundo real de una manera totalmente interactiva. Esta definición es fundamental, pues indica que no importa qué tipo de realidad virtual o maniquís se utilicen, sino que depende de los educadores generar una experiencia de aprendizaje excepcional”, señaló el doctor Yasuharu Okuda, Director Ejecutivo del Centro de Simulación y Aprendizaje Médico Avanzando (CAMLS) de la Universidad del Sur de Florida.

En su conferencia magistral, el doctor Okuda explicó que en la realidad aumentada se superponen imágenes sobre ambientes externos, lo que resulta útil para los procedimientos quirúrgicos, adquirir algunas habilidades básicas, estudiar anatomía, entre otras aplicaciones; sin embargo, sigue siendo un medio restrictivo porque sólo se pueden enseñar casos en particular. Por otro lado, en la realidad virtual, el ambiente está completamente cerrado y es recreado, lo que impide la interacción con el mundo exterior.

Así, mencionó que muchas personas se le han acercado con la inquietud de saber cuál es la mejor tecnología para aprender de simulación, pregunta que considera muy subjetiva porque depende de a quiénes quieren enseñar, cuáles son sus objetivos y si sus estudiantes se encuentran en la misma área geográfica. A través de esos puntos, los educadores pueden elegir entre las diferentes opciones para incorporar en sus instituciones, por ejemplo, los simuladores hápticos, que son guantes que permiten a las personas experimentar el sentido del tacto.

Retos para la implementación del debriefing clínico

En esta mesa redonda, la doctora Argimira Vianey Barona Nuñez, académica del DICiM, señaló que el debriefing educativo es un proceso que tiene objetivos muy específicos que van de acuerdo con un programa académico, por lo que ya está estructurado y se realiza después de una actividad de simulación programada con anterioridad; mientras que el debriefing clínico es una oportunidad de aprender a través de una experiencia que se vive en el momento y cada equipo de trabajo decide en qué momento hacer la plática de retroalimentación.

“Uno de los desafíos cruciales en la implementación del debriefing clínico surge cuando los miembros del equipo muestran resistencia o desinterés en contribuir a esta actividad. En este contexto, resulta efectivo contar con una figura que ejerza un rol de modelaje, demostrando cómo el debriefing ofrece oportunidades valiosas para la reflexión y el aprendizaje; además, antes de la implementación del debriefing hay que tener conversaciones bidireccionales con los equipos para que perciban los beneficios directos y se sientan motivados a incorporarlo como parte de su práctica”, destacó la doctora Cristina Diaz Navarro.

El doctor José Gamaliel Velasco González, académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, sugirió el uso de la herramienta TALK para tener un debriefing clínico de forma sencilla y eficaz con la identificación de los objetivos, análisis, puntos de aprendizaje y acciones clave. Asimismo, indicó la importancia de capacitar a los estudiantes de pregrado para que lleguen con un mejor nivel al área clínica: “Si en algo podemos incidir como educadores desde las bases, sería fantástico”.

Debriefing: camino seguro al aprendizaje

“Al pensar en el debriefing, nos enfrentamos a la tarea de analizar, evaluar y descubrir perspectivas que se relacionan intrínsecamente con conceptos fundamentales como la inclusión y la diversidad. Por esta razón, el enfoque principal de esta conferencia magistral se centrará en el concepto del debriefing y su capacidad para generar una auténtica revolución en nuestro ámbito; exploraremos los diversos enfoques, cómo se manifiestan en la práctica, así como la evaluación de calidad de las sesiones de debriefing”, indicó la doctora Jayne Smitten.

Con este enfoque, la experta externó que, al hablar de debriefing normalmente se concentran en el papel del facilitador, pero es esencial otorgar atención y poder a los estudiantes: “Es imperativo brindar un tiempo de reflexión tanto al alumno individual como al grupo en conjunto. Esto posibilita a los participantes adquirir una comprensión profunda y, a la vez, los empodera para proponer soluciones por sí mismos en lugar de depender exclusivamente de las respuestas proporcionadas por los facilitadores”.

De esta manera, señaló que la mejora de las prácticas de debriefing se construye sobre el método de reflexión, emoción, recepción, integración y asimilación, promoviendo la excelencia y el aprendizaje. Finalmente, resaltó que “cuando nos juntamos las diferentes disciplinas, unimos esfuerzos, eso es lo importante para ver las competencias desde el punto de vista profesional. La idea es continuar investigando y enfocarnos en las diferentes etapas del debriefing”.

Mi actitud ante la simulación clínica

En el mundo de la Medicina, el escenario de urgencias puede cambiar drásticamente en un instante, exigiendo respuestas inmediatas y precisas; bajo este contexto, Edwin Urbano Porras Luna, MPSS del DICiM, relató una situación donde, sin previo aviso, se encontró frente a un paciente que sufrió un accidente vehicular, desafiando sus habilidades y decisiones en tiempo real, ya que se encontró en una carrera contra el tiempo para evaluar y responder adecuadamente a la situación.

En esta PUMA Talk, los asistentes exploraron cómo una simulación médica lleva a estudiantes a enfrentar estos desafíos con un realismo asombroso, mejorando no sólo las habilidades técnicas y cognitivas, sino también la capacidad para trabajar en equipo y tomar decisiones en condiciones de alta presión, ya que a través del testimonio de un estudiante que ha experimentado esta metodología, se exploró cómo la simulación se ha convertido en una de las formas más efectivas de capacitación médica, impulsando un aprendizaje profundo y duradero.

Así, la simulación médica se presenta como un faro para los estudiantes y la práctica médica en general, ya que su impacto positivo en la toma de decisiones bajo presión, la capacidad de comunicación y la mejora de las habilidades técnicas, es innegable; por esto con cada historia compartida, con cada experiencia personal vivida en simulaciones, se confirma que la simulación médica no sólo enseña, sino también inspira la confianza necesaria para enfrentar lo desconocido con valentía y conocimiento.

Simulación centrada en los factores humanos

Los factores humanos en la simulación clínica abarcan diversos elementos que impactan en la interacción y el desempeño de los profesionales de la salud durante las sesiones de entrenamiento y práctica clínica en entornos simulados. Durante esta conferencia magistral, la doctora Cristina Diaz Navarro resaltó algunos de los factores humanos influyentes en el ámbito asistencial, como: la comunicación en momentos de preocupación, la utilización de listas de verificación, la realización de briefings y debriefings, la notificación de incidentes, la supervisión de trabajadores, la confirmación de competencias para el trabajo y la creación de seguridad psicológica, entre otros aspectos.

Por otro lado, definió a la cultura de seguridad en el entorno clínico como un patrón integral de comportamiento, tanto individual como organizacional, basado en creencias y valores compartidos. Su objetivo primordial es reducir constantemente al mínimo el daño que los pacientes podrían experimentar debido a los procesos de atención médica: “La cultura de seguridad refleja las actitudes y valores de los directivos y los trabajadores relacionados con la gestión de riesgos y la seguridad. Además, influye en el comportamiento habitual de los trabajadores en términos de toma de riesgos, el cumplimiento de las reglas y el hablar abiertamente sobre cuestiones de seguridad”.

A manera de conclusión, la académica de la Facultad de Medicina y Ciencias de Barcelona, enfatizó que la ergonomía es mucho más amplia de lo que parece a primera vista; la cultura de seguridad es responsabilidad de todos los individuos, equipos e instituciones; y la simulación puede ayudar a mejorar sistemas y habilidades no técnicas en los individuos y en los equipos: “Quiero expresar que estoy bastante impresionada con el buen trabajo en equipo, el gran liderazgo y la excelente comunicación de nuestros compañeros en la UNAM”.

Simulación para desarrollo de equipos de alto rendimiento

En esta mesa redonda, la doctora Cristina Diaz Navarro comentó que un equipo de alto rendimiento se caracteriza por compartir una visión y un objetivo común, lo que les permite trabajar con eficiencia y resiliencia: “Esta premisa es aplicable en todos los equipos dentro del ámbito de atención a pacientes, lo que sugiere que estamos constantemente forjando equipos de alto rendimiento sin tener plena conciencia de ello siempre; eso es importante de considerar, ya que podría cambiar nuestra perspectiva como educadores”.

La doctora Jayne Smitten expresó que es fundamental brindar una formación que habilite a los individuos para evaluar sistemas de gran valor y poder, además de comprender el proceso de mentoría, a fin de garantizar una continuidad y mantener un alto desempeño. En ese sentido, en el ámbito académico y de simulación es esencial comprender los requisitos necesarios para ofrecer una formación adecuada que permita evaluar de manera precisa y completa las habilidades de alto rendimiento que se demandan.

En su intervención, la doctora Ariana Cerón Apipilhuasco, Directora del Centro de Simulación de la Universidad Anáhuac, dijo que, desde su perspectiva, los equipos de alto rendimiento no deben ser integrados por más de nueve miembros, pues tener un grupo pequeño favorece la comunicación: “Si bien es posible mantener una buena comunicación con varias personas, a nivel empresarial los equipos se integran con un número reducido para poder asignar tareas específicas a cada miembro; además, los imiembros tienen que estar convencidos del interés genuino entre todos”.

“La razón por la que considero importante la creación de equipos de alto rendimiento es porque si un familiar o amigo mío queda hospitalizado, deseo que reciba la mejor atención. Por eso, aconsejo que identifiquen un área en su hospital que deseen mejorar y enfóquense en abordar ese problema, ya que cuando se intenta cambiar la forma en que operan los sistemas de salud mediante la simulación, significa cambiar la cultura de la organización. Eso es un trabajo difícil, pero alguien lo tiene que hacer”, reflexionó el doctor Yasuharu Okuda.

El rol del paciente simulado en el desarrollo de habilidades no técnicas

“El paciente simulado es una persona entrenada en representar a un paciente real con el objetivo de simular sus síntomas y problemas, siendo útiles en educación, evaluación e investigación; su rol puede variar de acuerdo a las necesidades del estudiante. Por otro lado, el paciente estandarizado es un paciente simulado preparado para representaciones repetidas altamente similares, buscando consistencia y exactitud en cada simulación para garantizar equivalencia; este modelo no tiene variaciones de rol y es ideal para evaluaciones sumativas de importancia”, indicó la doctora Claudia Arancibia Salvo en su conferencia magistral.

Asimismo, destacó que los pacientes simulados contribuirán a mejorar varios aspectos de formación, como: el aprendizaje experiencial, pues permite a los estudiantes experimentar situaciones reales y aprender de ellas, lo que contribuye a un entendimiento más significativo y duradero; a desarrollar habilidades de comunicación como la escucha activa, la expresión de empatía, la transmisión de información clara y la comprensión de las necesidades y preocupaciones del paciente; a trabajar en equipo, pues los aprendices practican estas habilidades al interactuar con otros profesionales de la salud.

También, mejoran la toma de decisiones y el manejo del estrés de los estudiantes porque pueden enfrentar situaciones complejas y aprender a tomar decisiones informadas bajo presión, manejando así su capacidad para lidiar con situaciones similares en la práctica real; y, al representar una amplia gama de identidades, culturas y contextos sociales, los pacientes simulados ayudan a los alumnos a mejorar su capacidad para brindar una atención inclusiva y adaptada a las necesidades individuales de cada caso.

Ser paciente estandarizado: mis pasos y tropiezos

En este relato cautivador de Luis Fernando García García, MPSS en el DICiM, los asistentes se sumergieron en la experiencia de un estudiante que se transforma en paciente simulado, trascendiendo los límites de la enseñanza convencional.

A través de sus palabras, los presentes exploraron el proceso de asumir el papel de un paciente y cómo esta travesía enriquecedora se convierte en un motor de cambio y empoderamiento, que va desde la preparación meticulosa hasta la superación de los desafíos. La historia inspira y resalta el valor inmenso de la educación médica en la formación de futuros profesionales comprometidos con la salud y el bienestar de la sociedad; en última instancia, es un tributo al proceso continuo de aprendizaje, adaptación y superación.

Futuros profesionales de la Medicina pueden tomar su experiencia como una inspiración para abrazar los desafíos, desarrollar habilidades interpersonales sólidas y, sobre todo, reconocer el valor intrínseco de cada paciente y cada experiencia clínica. Esta historia, en la travesía hacia la maestría médica, nos recuerda que, más allá de los nervios iniciales, se encuentra un camino de empoderamiento, compasión y transformación que define verdaderamente la esencia de la profesión médica.

Talleres impartidos en el CECAM

La doctora Jayne Smitten y los doctores Yasuharu Okuda, Luis Llerena y Edgar Herrera impartieron el taller “Certificación de educadores en simulación clínica”, donde discutieron los estándares y pautas de la simulación clínica en el cuidado de la educación en salud; también, impartieron “Acreditación de un programa de simulación SSH-SOMESICS”, con el propósito de discutir los beneficios de la acreditación de dicho programa de simulación.

En “Formación de instructores de debriefing clínico TALK”, el doctor Hugo Olvera, y las doctoras Cristina Diaz, Esther León, Laura Hernández y Vianey Barona mostraron los beneficios de esta herramienta para transmitir el debriefing clínico de una forma sencilla y eficaz.

Las doctoras Ariana Cerón, Karla Verdiguel, así como los doctores Efrén Huitrón y Sergio Teodoro impartieron “Aplicaciones del metaverso en la salud”, para promover el mejoramiento de la educación y formación de profesionales de la salud, utilizando herramientas tecnológicas como la realidad virtual.

Las doctoras Vianey Barona y Ana Ortiz, y los doctores Hugo Olvera y Erick López dieron el taller “Debriefing difícil”, con el objetivo de que los estudiantes implementen diferentes estrategias durante situaciones complicadas en un debriefing.

En “Diseño instruccional con práctica deliberada en la formación de Enfermería”, la maestra Catalina Intriago, así como las licenciadas Lizbeth Ruiz y Alyra Rodríguez, ayudaron a los participantes a implementar una práctica deliberada mediante el diseño instruccional con base en el método ADDIE, para el desarrollo de habilidades en la formación de Enfermería.

La doctora Josefina Serrano y los doctores Jean Segura, Luis Moya y Allan Ponce ofrecieron el taller “Entrenamiento de factores humanos con simulación: diseño de escenarios”, donde los asistentes desarrollaron un escenario de simulación utilizando factores humanos.

Un amplio programa en beneficio de la simulación clínica

SIMex2023 también incluyó las conferencias magistrales “La seguridad es lo primero: estableciendo los estándares”, a cargo de la doctora Colette Laws-Chapman; “Las buenas prácticas en simulación”, por la doctora Laura González; “Importancia del debriefing con paciente virtual”, por la doctora Hugrun Ösp Egilsdottir; “¿Por qué integrar la simulación al currículum?”, por el doctor Nelson López; y “Simulación a distancia”, por el doctor Hugo Olvera.

También las mesas redondas “Prospectiva de la simulación interprofesional”, por la maestra Catalina Intriago y las doctoras Elizabeth Wells y Colette Laws-Chapman; “Prospectiva de la simulación a distancia”, por las doctoras Josefina Serrano, Aída Treviño y el doctor Hugo Olvera.

Además, los talleres “Formación del paciente estandarizado”, por la doctora Claudia Arancibia; “Inserción de la simulación al currículum”, por la doctora Esther León y el doctor Nelson López; “Seguridad en simulación: haciendo que la simulación sea segura”, por las doctoras Colette Laws-Chapman y Cristina Diaz; “Standards of good practice in simulation”, por las doctoras Laura González y Elizabeth Wells; “Aumentando el realismo de la simulación clínica con moulage”, por las doctoras Melissa Calderón, Adriana Martínez, Andereni Pineda, Ana Mayoral, Alba Mondragón y Valeria Fernández, y los doctores Luis Cruz y Fernando Argueta; “¿Los lentes inteligentes aportan nuevas y mejores herramientas en el aprendizaje de destrezas en simulación clínica?”, por la doctora Aída Treviño y el profesor Jorge Pupo; y “Diseño de escenarios de simulación clínica en Fisioterapia”, por las licenciadas Aline Santiago, Elena Hernández y el licenciado José Cañete.

De igual manera, las empresas expositoras como “TAQ – Application of XR-technologies in medical education” por el doctor Zalim Balkizov; “ARAMED – IA en simulación: demostración y aplicaciones para el desarrollo formativo de profesionales de la salud”, por el doctor Rubén Iñigo; “SUNBIRD-Herramientas para la enseñanza de competencias clínicas”, por la doctora Josefina Serrano.

Así, participaron diferentes profesionales de la salud de países como Chile, Costa Rica, El Salvador, España, Estados Unidos, Guatemala, Reino Unido y Uruguay.

Por otro lado,10 expositores que ocuparon 18 stands ofrecieron tecnología en simulación y publicaciones relacionadas con las Ciencias de la Salud y la simulación. Las empresas participantes fueron nacionales y extranjeras con productos exhibidos de Alemania, España, Estados Unidos, Japón, Portugal, Suecia Portugal y Reino Unido, brindando a los asistentes la oportunidad de conocer y adquirir las mejores herramientas disponibles para su práctica profesional.

Premiación de trabajos

El primer lugar de la categoría de trabajos libres lo obtuvo Andereni Basia Pineda Navarrete con “Los beneficios y los inconvenientes en los profesionales de salud como pacientes estandarizados en escenarios de malas noticias: un enfoque cualitativo”; Jesús Guevara Plana, Elías Perrusquia Hernández, Diego Israel Villeda Arias, Elena Hernández Angeles, Aline Alejandra Santiago Gutiérrez, María Aguilera Marquina y José Antonio Cañete Avellaneda obtuvieron el segundo lugar con “Efecto de la simulación clínica en el autoestima y confianza de los estudiantes de Fisioterapia”; y el tercer lugar lo ganó Claudia Rivera Guevara y Catalina Intriago Ruiz con “Inserción curricular de simulación en la Licenciatura en Enfermería para la seguridad en los medicamentos”.

Fotografía: Adrián Álvarez y Brisceida López

Además, se premiaron a los autores de las PUMA Talk en SIMex: Luis Fernando García García, Edwin Urbano Porras Luna y Karen María Ugalde Carapia.

Karen Hernández y Vicky Enrimar