Por segunda ocasión consecutiva, la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana (LCNH) de la Facultad de Medicina de la UNAM organizó el Alimentatón, una iniciativa realizada en el marco del Día Mundial de la Alimentación y en consonancia con la llamada a la acción de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura para fomentar la alimentación sostenible y sustentable.

Así, la actividad se desarrolló durante dos semanas, del 16 al 27 de octubre, y estuvo centrada en el acopio de alimentos (frijol, arroz, lentejas, avena hojuela, garbanzo, habas, amaranto, harina y fécula de maíz) y plástico (botellas de PET reciclado).

El donativo de 21 costales de PET (tereftalato polietileno), compuesto principalmente por envases de agua y refrescos, se entregó al Programa de Manejo de Residuos Sólidos Reciclables de la UNAM, a cargo de la Dirección General de Obras y Conservación, cuyo propósito es abordar la problemática de la generación de residuos sólidos a través de una gestión responsable y sostenible, además del cuidado del agua.

La entrega personal del material, el pasado 13 de noviembre, contó con la participación de la maestra Andrea Martínez, Jefa de Enseñanza de la Licenciatura, y del doctor Luis Fernando Espinosa Camacho, docente de la LCNH, así como de estudiantes comprometidos con la causa.

Habitualmente, la dinámica de reciclaje dentro del campus inicia con la clasificación de los residuos en orgánicos e inorgánicos (en cinco categorías), mismos que, tras su recolección, se traducen en un porcentaje monetario, el cual a su vez se transforma en un beneficio en especie (papel bond blanco), para las diversas dependencias tanto internas como externas de la Universidad.

Dentro de los materiales recopilados por parte del Programa, además de PET, se incluyen madera, metal, cartón, vidrio y papel de archivo viejo. Y si bien la recuperación no es equivalente (es decir, un kilo de sólidos reciclables no se convierte en un kilo de papel), lo importante es crear una cadena funcional de reciclaje y alentar a la participación de la comunidad universitaria.

La LCNH unida por una seguridad alimentaria para todas y todos

Por otro lado, el 14 de noviembre, los estudiantes, acompañados de la doctora Elvira Sandoval Bosch, Coordinadora de la LCNH, entregaron 243 kilos de alimentos a la Red de Bancos de Alimentos de México (BAMX).

El doctor Espinosa Camacho destacó que esta actividad tiene relevancia social porque contribuye a que las personas tengan seguridad alimentaria: “Desde el punto de vista de la formación de los estudiantes, buscamos que generen conciencia de que desde la nutrición pueden hacer mucho por las personas, no sólo a través de planes de alimentación, sino también mediante actividades como ésta”.

En su oportunidad, el ingeniero Gabriel Vasilescu, Director de BAMX, mencionó que los bancos de alimentos se dedican a rescatar productos que ya no son comercializables para la industria, pero que aún son aptos para el consumo, por lo que sirven para garantizar alimento a quienes más lo necesitan: “Los beneficiarios son evaluados mediante estudios socioeconómicos, y reciben sus paquetes de comida de manera periódica, ya sea semanal o quincenalmente”.

Fotografías de Brisceida López y Adrián Álvarez

Andrea López García, estudiante de la LCNH, comentó que “esta experiencia sirve como un fuerte recordatorio de la falta de conciencia sobre la inseguridad alimentaria en el país, algo que a menudo pasa desapercibido. Por eso, es necesario reflexionar sobre la cantidad de alimentos que adquirimos y desperdiciamos”.

Finalmente, Katya Michelle García Mejía, alumna de la LCNH, señaló que esta actividad le aportó mucho, ya que “el hecho de que nuestra formación como futuros científicos de la nutrición humana tenga tan marcada la participación social, nos hace adquirir una visión distinta, nos damos cuenta de que tenemos un compromiso a nivel poblacional”.

Athziry Portillo y Karen Hernández