HISTORIAS DE ÉXITO #MUJERESFACMED

Mi nombre es Daniela Montserrat Cortés Montes. Decidí estudiar Medicina debido a la influencia de mi abuelo, quien era médico; desde mi infancia, su pasión por esta profesión me contagió. A medida que avanzaba en mi educación, mi fascinación por las materias del área de la salud consolidó mi decisión.

Actualmente, estoy realizando el Internado Médico en el Hospital General “Dr. Manuel Gea González”. Escogí esta sede porque este año es crucial en mi formación y no deseaba limitarme a realizar tareas sin comprender su contexto, y ahí encontré un equilibrio entre la teoría y la práctica, ya que la institución se preocupa considerablemente por nuestro aprendizaje, enriqueciendo significativamente mi experiencia.

He tenido grandes logros a lo largo de mi trayectoria. Inicialmente, completé dos años de estudio en la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza y logré cambiarme por promedio a la Facultad de Medicina de la UNAM; posteriormente, fui admitida en el Programa de Alta Exigencia Académica, donde participé activamente en el área de investigación. Además, tuve la oportunidad de ser instructora en el Departamento de Cirugía de la Facultad durante año y medio.

Sin embargo, considero que mi mayor triunfo ha sido la capacidad de poner en práctica el conocimiento que he adquirido y ayudar a los demás, ver cómo las personas siguen nuestras recomendaciones para mejorar su calidad de vida y su estado clínico me genera mucha satisfacción, porque la verdadera recompensa de nuestro trabajo es la gratitud de los pacientes.

En ese sentido, lo que más me enorgullece de mi profesión es su nobleza. Aunque entendemos que no todas las enfermedades tienen una cura definitiva, el establecer una conexión con los pacientes, escuchar sus inquietudes y ofrecerles apoyo emocional es lo que hace nuestra labor significativa.

Representar a las mujeres desde la Medicina es un verdadero placer. Reconozco que ha sido un camino desafiante debido a las ideologías machistas que aún persisten; sin embargo, poco a poco estamos logrando cambiar esos paradigmas y hemos demostrado que poseemos el mismo conocimiento y capacidad que los hombres.

La igualdad de género en la Medicina significa que todos tengamos las mismas responsabilidades, derechos y obligaciones; esto implica tener acceso equitativo a diversas oportunidades laborales, académicas y cargos de poder. Desde mi trinchera, me esfuerzo diariamente por estudiar y buscar nuevos retos, con el objetivo de demostrar que las mujeres tenemos la facultad de asumir las mismas labores que los hombres.

Aconsejaría a las próximas generaciones que deseen estudiar esta profesión a que se informen bien y luchen por sus sueños a pesar de los desafíos. Es una carrera exigente y absorbente, pero también noble y hermosa, por lo que deben ejercerla con pasión, entusiasmo y amor.