Más de mil 300 médicos pasantes iniciaron su Servicio Social

Desde el 1 de febrero de 2024, más de mil 300 médicos pasantes de la Facultad de Medicina de la UNAM iniciaron su Servicio Social en 378 sedes distribuidas en 19 entidades del país, incluida la Ciudad de México, compromiso que finalizará el 31 de enero de 2025.

En el Evento Público, la doctora María de los Ángeles Fernández Altuna, Secretaria de Servicios Escolares, felicitó a los jóvenes por el inicio de una nueva etapa en su carrera y los invitó a que “disfruten muchísimo este año, porque va a ser muy bonito. Aprendan y ayuden a quien lo necesite. Todos los que trabajamos para que este evento se realizara les deseamos lo mejor y esperamos que refuercen su convicción de ser médicas y médicos que apoyen a este país”.

Por su parte, el maestro Ricardo Octavio Morales Carmona, Coordinador del Servicio Social de la Secretaría de Enseñanza Clínica, Internado Médico y Servicio Social, agradeció a las autoridades de la Facultad de Medicina, así como del IMSS, por el apoyo en la realización de este evento.

El 26 de enero, en el auditorio “Dr. Raoul Fournier Villada”, los estudiantes sin plaza pre-asignada escogieron sede en Campos Clínicos Rurales y Urbanos, Programas Universitarios y de Vinculación. Las instituciones en las que los médicos pasantes hacen su Servicio Social incluyen el IMSS, ISSSTE, DIF, los departamentos de la Facultad de Medicina, así como programas dentro y fuera de Ciudad Universitaria.

Por otro lado, los estudiantes con plaza pre-asignada seleccionaron su sede en las modalidades de Vinculación, Investigación, Trabajador IMSS, Programas de Acción Comunitaria Multidisciplinaria y Programas Universitarios a través de las convocatorias correspondientes, por lo que no participaron en el Evento Público de selección de plazas, durante el cual las moderadoras llamaban a los aspirantes conforme al folio de atención correspondiente a su registro, para presentar su identificación UNAM, INE, pasaporte o licencia de conducir.

Posteriormente, los estudiantes se dirigían al micrófono ubicado al centro del recinto para declarar su nombre completo, clave y nombre de la sede de preferencia. El personal de Servicios Escolares verificaba la información, y al confirmar su aprobación, el estudiante aseguraba su plaza con un “sí, estoy de acuerdo”. La asignación de plazas se reflejaba en un mapa digital, mostrando en rojo las sedes sin disponibilidad y y en blanco aquellas con cupo.