La materia optativa de Teatro de la Licenciatura de Médico Cirujano de la Facultad de Medicina de la UNAM busca que las y los estudiantes desarrollen habilidades que en el futuro mejoren la relación médico-paciente a través de herramientas para el manejo de recursos personales como la expresión corporal, comunicación no verbal, modulación de la voz, balance de emociones, empatía e introspección.

Con el propósito de dar a conocer el trabajo que han generado y el empeño que han puesto a lo largo del semestre, el pasado 25 de noviembre se realizaron las presentaciones finales de las 104 alumnas y alumnos de la asignatura en el auditorio “Dr. Alberto Guevara Rojas” de la Facultad.

En el evento dirigido por el profesor Alejandro Godoy Medina y la licenciada Adriana G. González Cueto, titulares de la materia, se mostraron 52 representaciones en pareja de pequeñas obras de teatro, fragmentos literarios y adaptaciones de diversas escenas, con un tiempo de actuación de tres a cinco minutos para cada equipo, de las 8:30 a las 14 horas.

La temática para elegir sus escenificaciones fue libre, sin embargo, como requisito debían destinar algún fragmento de sus obras para usar una máscara que fuera elaborada por ellas y ellos con materiales como vendas enyesadas, cartón, papel maché y alambre, entre otros.

El talento de las y los estudiantes denotó la expresión de su creatividad mediante creaciones propias en las que reflexionaron sobre la pérdida de la vida en sus diferentes circunstancias, la violencia de género, las consecuencias de las enfermedades mentales, reflejando desde un punto crítico y vivencial las diferentes situaciones que enfrentan hoy y en un futuro como médicos, además de añoranzas comunes como canciones del Rey León y Vaselina, personificaciones de Romeo y Julieta de William Shakespeare, La Pesadilla o Rosa de Dos Aromas de Emilio Carballido.

Para el profesor Alejandro Godoy es una gran satisfacción ver a las y los jóvenes interactuar al frente del escenario, pues al hacerlo “están más seguros y confiados de enfrentarse a su profesión y a sus pacientes, practicando el respeto y la empatía en todo momento”.

Finalmente, consideró que la recompensa de ser docente de la UNAM se encuentra en el orgullo de “aportar de regreso algo de lo recibido, confirmando que la razón de la Facultad de Medicina es la formación de excelentes profesionales en todos los ámbitos”.

L. Ixchel Díaz