Tuvieron que pasar 156 años para que la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM) fuera presidida por una mujer: la doctora Teresita Corona Vázquez, quien también marcó un hito en la historia de la Medicina nacional al ser la primera de su género en dirigir, por 10 años, un instituto nacional de salud, el de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez” (INNMVS).

“Me siento honrada y reconocida, pero sobre todo representa un logro de género, y éste fue uno de los motivos que me llevó a luchar para llegar a la Presidencia, porque no sólo consideraba que cumplía con el perfil, sino que merecía competir en igualdad de condiciones que un varón y se podía dar este cambio de paradigma, donde la Academia pudiera abrir la brecha que todavía hay entre hombres y mujeres, para que aquellas que quieran acceder aquí o en otros lugares, lo puedan hacer”, afirma.

Impulso para otras mujeres

“El hecho de que una mujer pueda acceder a puestos de toma de decisiones me parece un ejemplo muy bueno para las que vienen. En el caso de la Academia, fui electa por mis pares, quienes me apoyaron prácticamente desde el principio, y eso fue muy importante y estimulante para mí; es un reconocimiento de su parte a mi desarrollo profesional continuo y a la aportación que he hecho de alguna forma a la Medicina y al bienestar de la sociedad mexicana”, considera quien también es integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM.

Creada el 30 de abril de 1864 y reconocida como órgano consultivo del gobierno federal en 1912, la Academia se integra actualmente por una mesa directiva, responsable de tomar las decisiones, y cuenta con más de 700 académicos de ramas afines a la Medicina, quienes trabajan desde distintos comités en actividades de investigación y difusión relacionadas con la salud, desde el punto de vista biomédico y social.

Del total de miembros, sólo el 17 por ciento somos mujeres, todavía estamos muy rezagadas en ese sentido, pero el porcentaje se ha ido incrementando poco a poco. Espero, por las proyecciones, que esto vaya aumentando a una velocidad más rápida, si tomamos en cuenta también que la matrícula de las mujeres en las escuelas y facultades de Medicina es muy alta, mayor que la de los varones, y en las especialidades médicas está prácticamente a la par”, indica la doctora Teresita Corona, quien ingresó a la ANMM en 1997 como miembro de número.

Posteriormente fue nombrada miembro titular. En el año 2000, el doctor Juan Ramón de la Fuente Ramírez, entonces presidente de la Academia, la llamó para ser secretaria Adjunta. Para 2004, fue elegida como secretaria General; además, ha participado en el Departamento de Neurología y el Boletín de Información Clínica Terapéutica, y presentado documentos de postura.

Después de dos años como vicepresidenta asumió la Presidencia para el periodo noviembre 2018-noviembre 2020. “Es un proceso complejo, ésta era la segunda ocasión que aspiraba al cargo, mi primera ocasión fue cuando concluí el secretariado General, pasaron 10 años y lo volví a intentar, tiempo en el que mi trayectoria profesional había crecido mucho, tanto por mi aportación científica, en el Sistema Nacional de Investigadores y en la docencia, como por tener una preparación más completa como médica, directora de una institución y formadora de recursos humanos”, señala.

Solidaridad, la clave

La presidenta de la ANMM destaca que cada día las mujeres tienen mayor acceso en diferentes ámbitos, están modificando sus entornos y son ejemplo de superación, pero un aspecto importante que deben fomentar de manera constante es la solidaridad de género, crear redes y ayudarse.

A las jóvenes que tienen acceso a la educación hay que decirles que pueden y deben hacerlo, se están preparando para su vida, y ese desarrollo profesional no está peleado de ninguna manera con el familiar, el emocional y el intelectual”, resalta al mencionar que se le deben dar las mismas oportunidades a los  niños y las niñas desde el hogar, permitiéndoles decidir hacia dónde quieren ir.

Otro factor relevante es incorporar a los varones en la crianza de los hijos: “Es una celebración de vida, darse la oportunidad de participar en ella, y al mismo tiempo la mujer se dará la oportunidad de crecer de manera personal en lo que esté haciendo. También tenemos que apoyar para que haya lugares de lactancia y programas como los de países escandinavos, donde la incapacidad por maternidad es hasta por nueve meses y es compartida con el papá”, como ejemplo.

Una gestión con modernidad

Durante su mandato, la doctora Teresita Corona promoverá algunos cambios que permitan la modernización de la Academia y mejorar la comunicación entre sus miembros, como el uso de las tecnologías de información para la realización y consulta de las sesiones, modificar el sistema de votación y la forma de admisión de nuevos integrantes, así como difundir en formato digital la Gaceta Médica de México, órgano difusor y científico de la Academia.

También, propiciará reuniones académicas y de convivencia, sobre todo con los miembros más recientes, para que se unan y puedan darle mayor visibilidad a la Academia como un órgano abierto a estudiantes, médicos, científicos y a la sociedad en lo general.

“La vinculación e interacción con instituciones de otras áreas del conocimiento, la sociedad en su conjunto, hospitales públicos y privados es muy relevante en la actualidad”, destaca la doctora Corona al adelantar que propondrá la creación de un premio en honor de la doctora Rosario Barroso Moguel, quien fuera la primera mujer en ingresar a la Academiaen 1957. Además, se planean sesiones conjuntas con academias nacionales, como la Mexicana de Ciencias, y de Ingeniería, e internacionales, de América, Europa e incluso África.

Queremos trabajar de una manera colegiada, porque es una forma mucho más productiva. Nos gustaría compartir nuestros puntos de vista con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, sobre situaciones relacionadas con la salud, como el uso del cannabis o la interrupción del embarazo; temas que realmente muevan y nos estimulen a pensar y a visualizar cómo están insertados en nuestro país. No es nada más pensar en la enfermedad, sino en la salud y cómo podemos obtener un mayor bienestar social, a través de la salud física, mental y social”, detalla.

Un momento idóneo

Destacada científica, recipiendaria de más de 44 reconocimientos nacionales e internacionales y académica de la Facultad de Medicina de la UNAM, la doctora Teresita Corona afirma que se encuentra en un momento de su vida en el cual disfruta mucho su desarrollo profesional y familiar. “No tengo en mente a qué otro puesto pueda aspirar, pienso que la vida me va llevando, ya el año que entra decidiré si sólo me quedo en mi Laboratorio de Enfermedades Clínicas Neurodegenerativas del INNMVS, por lo pronto tengo algunos planes muy personales”, puntualiza.

Lili Wences