Desde que se notificó el primer caso de COVID-19 en nuestro país, se pusieron en marcha diversos protocolos y cambió la dinámica hospitalaria, centrándose en la atención de esa enfermedad sin dejar de lado otros padecimientos, los casos de personas infectadas aumentaron progresivamente y medidas como el uso de cubrebocas y gel antibacterial se volvieron parte de la nueva normalidad.
En los meses de junio y julio de 2020 se dio un primer pico de casos, atribuible a festividades de mayo y periodos vacacionales; un segundo pico, mayor al primero, ocurrió en las últimas semanas de diciembre y las primeras de enero de 2021, principalmente por brotes en reuniones familiares.
En el Seminario Permanente de Salud Pública, transmitido por Facebook Live de la Facultad de Medicina de la UNAM, la doctora Abril Violeta Muñoz Torres, Profesora del Departamento de Salud Pública de esta entidad académica, explicó que la incidencia acumulada es una medida que se utiliza para analizar el comportamiento de la pandemia y se calcula considerando el número de casos confirmados de los últimos 14 días por cada 100 mil habitantes; el mayor aumento de esta incidencia se dio en la semana 48, que transcurrió del 22 al 28 de noviembre. La incidencia acumulada reportada hasta el 15 de mayo de 2021 mostró un aumento de contagios en Quintana Roo y Baja California, posiblemente por la actividad turística.
Asimismo, el número de defunciones ha sido mayor en enero y febrero de 2021 y aumentó junto con el número de casos reportados. La letalidad se relaciona con el porcentaje de personas que fallecen por tener la enfermedad, sus mayores niveles fueron en la semana 26 en junio, teniendo un valor de 12.6 por ciento; actualmente es de 9.3, en población indígena hay una letalidad de hasta 18.7 por ciento.
Al 15 de mayo de 2021, las entidades con más casos registrados fueron la Ciudad de México, el Estado de México, Guanajuato, Nuevo León y Jalisco, concentrando el 52 por ciento del total del país. Los estados con las letalidades más altas son Baja California, Veracruz, Nayarit y el Estado de México.
La distribución de casos por sexo en un último corte mostró una incidencia similar en hombres y en mujeres, sin embargo, las defunciones han sido mayores en el sexo masculino. La mayoría de los contagios ocurren en personas que tienen entre 30 y 59 años; la proporción de defunciones aumenta en los grupos mayores a 50 años, siendo más notable a partir de los 60.
De todos los casos registrados, un 81.3 por ciento corresponde a personas que se atienden de forma ambulatoria, este porcentaje se ha mantenido a lo largo de la pandemia. La mayoría de las pacientes se trata en la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE; las comorbilidades más frecuentes en los pacientes contagiados son hipertensión, obesidad y diabetes.
“Debemos seguir con nuestras medidas, uso de cubrebocas, distanciamiento y ventilación de los espacios; el sistema de salud debe continuar con la Jornada Nacional de Vacunación para así estar preparados y evitar una tercera ola de contagios”, concluyó la doctora Muñoz Torres.
Ricardo Ambrosio